Nace en Granada el primer laboratorio de ideas socialista para “buscar soluciones a los problemas de España”
Renace en España desde Granada la Sociedad Fabiana. Impulsada por Antonio María Claret García y un nutrido grupo de personalidades, muchos afiliados al PSOE o a la UGT, pero también no militantes de partidos o sindicatos, recuperan el espíritu de la primitiva Sociedad Fabiana, que nació en Inglaterra a finales del siglo XIX, en torno a un grupo de jóvenes intelectuales de Oxford y Cambridge, al que se le debe la creación del Partido Laborista y los cimientos del estado de bienestar.
En la presentación de la Sociedad Fabiana Española en un abarrotado Paraninfo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada, Claret llamó a la necesaria participación de los intelectuales de izquierda en el debate político del siglo XXI, en el que está en juego la democracia por el ascenso de los populismos y la ultraderecha
En España influenciados por los británicos, el movimiento fabiano surgió en 1907 en el grupo de jóvenes que se reunían en el Ateneo de Madrid, entre ellos, José Ortega y Gasset, Manuel Núñez Arenas, Fernando de los Ríos, Constancio Bernaldo de Quirós, Mariano García Cortés, Rafael Urbano, Luis Bello, Tomás Elorrieta, hasta un total de diecinueve miembros. Pero las disensiones entre las dos tendencias llevaron al fracaso al poco tiempo.
En la presentación de la Sociedad Fabiana Española en un abarrotado Paraninfo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada, Claret llamó a la necesaria participación de los intelectuales de izquierda en el debate político del siglo XXI, en el que está en juego la democracia por el ascenso de los populismos y la ultraderecha.
Lo hizo en el mismo recinto en el que Fernando de los Ríos inauguró el curso 1917-1918 de la Universidad de Granada con la conferencia titulada 'La crisis actual de la Democracia', “una lección magistral que sigue vigente”, señaló Claret, antes de que Elisa Pérez Vera, primera rectora de una universidad española, reconocida jurista y consejera electiva del Consejo de Estado desde 2018, abriera el foro de debate.
Claret quiso dejar claro que la sociedad no es ni tiene intención de ser una corriente interna, sino que quiere promover el debate de ideas, desde la sociedad civil, para aportar soluciones a los problemas de España: “Estudiar, pensar, debatir y formular eso es lo que vamos a hacer”.
“No somos una fracción de nada, ni intervendremos en la vida orgánica de ninguna otra organización, partido o sindicatos, nos lo hemos autoimpuesto en los estatutos”, subrayó el presidente de la institución, que nace con una treintena de miembros, entre los que hay cuatro exrectores de tres universidades, entre ellas, Pilar Aranda.
“Es obligatorio, es imprescindible, imperativo, categórico, que los intelectuales españoles participen en debate de ideas", dijo Claret
También miembros con una notable trayectoria como Cándida Martínez, Rafael Estrella, Antonio López Hernández, Ramón Martín López, Francisco Sánchez Montes, Ángel Gallego, Mar Villafranca o María Victoria Velasco entre los once miembros promotores que firman los estatutos de la entidad.
En su análisis de la situación actual, Claret señaló que, “una de las características del momento político es el abandono de las ideas singularmente surgidas desde la razón”, frente al resurgimiento de las opciones del “pensamiento mágico” , lo que junto a los efectos de la globalización y la frustración que ha generado en algunos sectores, ha dado paso a los populismos, la ultraderecha y “esa idea que llaman democracia liberales”, que criticó, al mencionar que recuerda a “aquella democracia orgánica del innombrable (Franco)”.
Ello provoca, según Elisa Pérez Vera, que sea predominante “una sociedad atontada e insegura” porque, en su opinión, “se ha perdido la capacidad de discernir entre la verdad y la mentira. No se busca en creer en una mentira sino en que no creamos en nada”
Para Claret, que fue presidente de Caja Granada, la “polarización solo favorece a los diverticidas y perjudica gravemente a la democracia” y vaticinó que la victoria electoral de Trump llevará a “momentos difíciles”.
“En siglo XXI se está produciendo un profundo debate de ideas, que algunos llaman, batalla cultural, los intelectuales progresistas, de izquierda, no pueden estar ausente, al contrario, es preciso que participen”, dijo Claret quien insistió en su llamamiento: “Es obligatorio, es imprescindible, imperativo, categórico, que los intelectuales españoles participen en este debate de ideas, partiendo de parámetros distintos: Utilizando la razón frente a las emociones; la reflexión y análisis preciso, frente a la propaganda y el espectáculo; la serenidad y el sosiego frente a la polarización y el insulto”.
“Este tiene que ser nuestro método de trabajo”, subrayó Claret, quien abrió las puertas a la Sociedad Fabiana Española a “todos aquellos que suscriban las bases del socialismo democrático”. En la medida de lo posible la institución tratará de extenderse a otras provincias.
A la Sociedad Fabiana han pertenecido, entre otros, escritores George Bernard Shaw, H. G. Wells y Virginia Woolf; el filósofo Bertrand Russell; los fundadores de la London School of Economics, Sidney y Beatrice Webb; un elevado número de diputados y varios ministros y primeros ministros británicos. Muchas han sido las aportaciones de la Sociedad Fabiana a la política británica, entre otras, el origen del Estado de Bienestar, puesto en marcha tras la II Guerra Mundial por un fabiano, el primer ministro Clement Attlee.
Inspirada en el socialismo democrático y el humanista, promueve la reflexión, el debate y la educación en temas sociales y políticos. Hereda el espíritu de la Sociedad Fabiana inglesa del siglo XIX, que buscaba avances hacia el socialismo mediante reformas graduales, no a través de la revolución. La Sociedad Fabiana Española adopta un enfoque similar, defendiendo una transformación progresiva hacia una sociedad justa y sin discriminaciones, basada en la igualdad y la justicia social. Además, ha creado grupos de trabajo sobre temas relevantes en España, como la organización territorial del Estado y la calidad democrática, abordando la desafección ciudadana y el auge de los populismos.
“Una sociedad atontada e insegura”
Presentada por Pilar Aranda, Elisa Pérez Vera trazó en su intervención un panorama actual “que arroja más sombras que luces sobre nuestra democracia” y aludió a las nuevas tecnologías para aseverar que, “gracias a las nuevas tecnologías tenemos más datos que nunca, pero seguimos tan desinformados como siempre”, porque, “las noticias filtradas por el algoritmo poco tienen que ver con la realidad”.
Ello provoca, según la prestigiosa jurista, que sea predominante “una sociedad atontada e insegura” porque, en su opinión, “se ha perdido la capacidad de discernir entre la verdad y la mentira. No se busca en creer en una mentira sino en que no creamos en nada”.