La planta de Cervezas Alhambra en Granada aumentó su producción un 9,98 por ciento en 2017, un ejercicio en el que todos los indicadores ambientales del centro experimentaron una mejora, disminuyendo su consumo unitario de agua, el de energía y sus emisiones de CO2.

Concretamente, la planta redujo el consumo unitario de agua en un 11,98 por ciento a través de la optimización de los equipos y de los procesos. Un dato que supone el ahorro de 16.818 metros cúbicos, lo que equivale a casi siete piscinas olímpicas, y que es especialmente significativo si se tiene en cuenta que este recurso constituye la principal materia prima con la que la cervecera elabora sus productos.

Respecto al rendimiento energético, las instalaciones de Granada disminuyeron su consumo unitario en un 2,40 por ciento el año anterior, evitando el uso de 363 megavatio-hora (MWh) o, lo que es lo mismo, la energía empleada por más de 36 de hogares españoles durante un año. La reducción ha sido posible gracias a la implantación de medidas de eficiencia y el 100 por cien de la energía eléctrica consumida ya procede de fuentes renovables.

La planta también está encarando una reducción progresiva de sus emisiones de CO2, que en 2017 experimentaron un descenso del 2,41 por ciento. Ello implica que el año pasado se evitó la emisión a la atmósfera de 56 toneladas, que es el equivalente a lo expulsado por un vehículo que cubriese la distancia que separa Granada y Madrid durante más de 1.165 trayectos.