Indignación en Cervantes con el gobierno local por desoír sus peticiones e imponer la reforma

Las vallas para comenzar la reforma de la Avenida de Cervantes quedaron este lunes instaladas en prácticamente toda la avenida. Con este paso comienzan una reforma que rechazan vecindario y comerciantes, que volvieron este lunes a reprochar al gobierno municipal que preside Marifrán Carazo que haya desoído las peticiones del barrio.
"Salvemos la Avenida de Cervantes. Sin amianto. Con árboles y vial". Eso resume las principales reivindicaciones de vecinos y comercios, que se han oído con fuerza al reunirse junto al colegio y recorrer después toda la avenida.
En sus declaraciones a los periodistas, los representantes vecinales han coincidido en lamentar la "falta de diálogo" por parte del equipo de gobierno y han expresado su "indignación" por no haber sido escuchados. Han preferido, han trasladado, "el ruido de las excavadoras y el polvo del amianto al diálogo".
La movilización de este lunes por la tarde ha tenido varias paradas, mientras algunos de los vecinos portaban un árbol de cartón construido a modo de símbolo. Porque, además de la desaparición del vial, que preocupa sobre todo a los comerciantes, la tala de ejemplares sigue adelante. Al respecto, desde Ecologistas en Acción han advertido de que no van a permitir que se toque ni un solo ejemplar y han expresado su intención, si es necesario, de acudir a la Fiscalía.
En los carteles y pancartas que llevaban y que han colocado en algunos locales de la avenida, se podía leer, entre otros mensajes: "vial integrado, barrio salvado"; "participación, imposición, no"; o "Sr. Catalina, el parquecito, en su oficina".
El recorrido ha finalizado junto a la glorieta en la intersección con Sancho Panza. Allí, además de construir un gran mensaje con las letras que portaba cada asistente -Salvemos la Avenida de Cervantes-, se ha leído esta poesía:
Ellos
no ven un árbol.
Nosotros vemos vida.
Nosotros vemos aire,
vemos nido, refugio, memoria.
Cada tronco caído
es un corazón que deja de latir
en la tierra.
Cada sierra que corta
rompe una historia milenaria.
Pero aún estamos aquí:
raíces en pie, ramas abiertas,
defendiendo lo que respira,
levantando el verde contra el ruido.
No hay futuro sin árboles,
no hay voz sin hoja,
no hay mañana sin raíz.
Por eso hoy cargamos un árbol,
no como quien lleva una cruz,
sino como quien levanta un hijo.
Lo llevamos en alto.
Para que todos lo vean,
para que el mundo recuerde
que la vida se defiende viva.
Fotos: IndeGranada

























