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Los vecinos advierten: "esto es un barrio, no es el Centro", para rechazar los argumentos municipales

Concejal de Urbanismo: "El proyecto de Cervantes está adjudicado y se va a hacer"

Ciudadanía - M. Andrade - Miércoles, 1 de Octubre de 2025
Al grito de "¡vergüenza, vergüenza!" terminó este miércoles la reunión extraordinaria de la Junta de Distrito Genil en la que el vecindario trató, sin éxito, de que el gobierno local del PP aceptara los cambios que plantea para la reforma de la Avenida Cervantes.
Reunión extraordinaria de la Junta Municipal de Distrito Genil.
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Reunión extraordinaria de la Junta Municipal de Distrito Genil.

Tras prácticamente dos horas intensas y tensas de reunión de la Junta de Distrito Genil, convocada de manera extraordinaria a petición vecinal haciendo uso por primera vez de la normativa de gobierno abierto, el concejal de Urbanismo de Granada, Enrique Catalina, fue interpelado por un residente del barrio que le instó a que fuese claro y no siguiera repitiendo una y otra vez las características de la reforma proyectada en la Avenida de Cervantes. ¿La obra se va a parar para introducir los cambios que propone el vecindario? La respuesta, por si quedaban dudas tras la adjudicación del proyecto el viernes pasado, fue meridiana: "el proyecto está adjudicado y se va a hacer". En ese momento, la sala rompió en gritos: "¡vergüenza!, ¡vergüenza!" y finalizó la reunión. 

La sala del centro cívico Manuel Cano se llenó con alrededor de un centenar de personas que acudieron a la sesión extraordinaria de la Junta de Distrito. Además de la concejala Encarnación González, que ostenta la Presidencia de la Junta de Distrito, el concejal de Urbanismo, la concejala de Comercio, Elisa Campoy y la de Movilidad, Ana Agudo. No estuvo la alcaldesa, Marifrán Carazo, a la que también habían pedido que acudiera. Junto a ellos técnicos, entre los que se encontraba un representante de Emasagra para abordar otro de los aspectos que preocupa al barrio y que es la retirada de tuberías con amianto. 

En la reunión de este miércoles la voz cantante la llevó el vecindario, que no consintió que la presidenta de la Junta Municipal, la concejala Encarnación González, cambiara el orden del día de la reunión. Tanto la convocatoria como el orden del día fue fijado por los vecinos con un único objetivo: que el equipo de gobierno escuchara de una vez los planteamientos vecinales

El encuentro no fue fácil, por el enfado vecinal con el gobierno local, por promover una reforma sin consenso vecinal y no solo eso, sin participación. Por ese motivo, en la reunión de este miércoles la voz cantante la llevó el vecindario, que no consintió que la presidenta de la Junta Municipal, la concejala Encarnación González, cambiara el orden del día de la reunión. Tanto la convocatoria como el orden del día fue fijado por los vecinos con un único objetivo: que el equipo de gobierno escuchara de una vez los planteamientos vecinales, de los comerciantes y de los padres y madres del AMPA. 

El encargado de explicar lo que quería el barrio fue el secretario de la Asociación de Vecinos Nuestra Señora Montserrat, de la Barriada de Cevantes, Francisco Cuesta, que fue muy aplaudido por sus convecinos. Él dejó claro que el barrio quiere la reforma, pero no así; no sin haber contado con las inquietudes y propuestas de sus residentes. 

El edil de Urbanismo aseguró que antes de acudir a la reunión habían estudiado la propuesta y la consideró inviable. Finalmente quedó claro, como se ha indicado, que el equipo de gobierno no se va a mover ni un centímetro de su postura. Catalina garantizó que el proyecto adjudicado por el equipo de gobierno cumple con la legalidad y se ajusta a toda la normativa aplicable. 

Lo que cuestionan residentes y comerciantes es que se suprima el vial lateral de la Avenida de Cervantes. Proponen que sea un vial compartido, para que sigan circulando vehículos y peatones, un uso mixto como ocurre en otras zonas de la ciudad, como la Magdalena, pero esto lo rechaza Urbanismo. Según Catalina, es "peligroso" y, dado que se trata de una avenida "amplia", es posible "separar" a coches y viandantes. 

También se pone en cuestión la tala de árboles. Los asistentes a la Junta de Distrito reprocharon a Urbanismo que vaya cambiando el número de árboles que debe talarse. Sobre los árboles, el edil insistió en que hay ejemplares secos y que se deben retirar, salvo que, como ocurre con un plátano de sombra de 40 años, "se quiera tener ahí un tótem en homenaje a que una vez existió un árbol". Otros árboles, añadió, "jamás van a dar sombra", por su escaso diámetro. Estas palabras dan una idea de la tensión que se vivió en la sesión. No solo con los concejales y concejalas del equipo de gobierno, también entre los asistentes, porque el PP se aseguró que hubiera simpatizantes en el público. 

La voz de los comerciantes también sonó enfadada; de nada sirvió que la concejala del ramo, Elisa Campoy, defendiera alzando la voz que la peatonalización beneficia al comercio, como según dijo ella está ocurriendo en San Antón, en plena reforma y donde se están abriendo establecimientos. 

"La alcaldesa tenía que haber estado aquí. Se lo hemos pedido y no ha venido"

Hay un aspecto central del proyecto que suscita una gran polémica y que centró buena parte del encuentro: la retirada del amianto. Preocupa especialmente las condiciones en las que se retiran las tuberías de fibrocemento, una tarea que el representante de Emasagra defendió. Nos dedicamos a esto y lo hacemos desde hace muchos años, vino a decir. Los asistentes pusieron como ejemplo lo que se está haciendo en Emperatriz Eugenia y no convence, porque los técnicos que retiraban esas tuberías llevaban EPI mientras niños caminaban junto a ellas, no. "Tenemos vídeos", advirtieron para señalar también que, tras la movilización por la manera en la que se estaban retirando, dejándolas al aire libre, se cubrieron con arena. "Si no nos movemos, no hacen nada". 

Y, junto a todo ello, la contaminación lumínica. Para todo hubo tiempo por parte de los vecinos, que no querían volver a escuchar los mismos planteamientos del equipo de gobierno. Lo que buscaban es empatía y escuchar que se tendrían en cuenta sus reivindicaciones, que habría acercamiento. 

Pero en ningún caso fue así. Y los concejales que habían asistido al encuentro, que salvo Encarnación González, con algo más de mano izquierda, estaban muy incómodos dando la cara ante un auditorio tan crítico, tuvieron que escuchar que el barrio vota al PP y que se sentían defraudados por el compromiso de Carazo de escucharles. "La alcaldesa tenía que haber estado aquí. Se lo hemos pedido y no ha venido", lamentaron. 

"Esto es un barrio, no es el Centro", claman vecinos y comerciantes

Lo que defienden es que en la Avenida de Cervantes no se puede proceder como en calles céntricas. "Esto es un barrio, no es el Centro", advirtieron para expresar su enfado porque consideraban que el gobierno local se estaba "burlando" del vecindario". 

Un vecindario que se siente "amenazado". Así lo expresaron varias de las asistentes. "Algunos comerciantes están siendo amenazados", denunciaron en alusión a que están recibiendo inspecciones municipales y mensajes para que no se posicionen en contra de la reforma. También lo dijeron madres de la AMPA involucrada en las reivindicaciones.

De la reunión de este miércoles quedó claro que la alcaldesa se enfrenta al malestar de un barrio que se siente defraudado con el equipo de gobierno. Y, en el lado contrario, algo muy positivo, que la participación ciudadana es siempre enriquecedora y debe fomentarse. No solo para que los vecinos y vecinos hablen, sino para que los gobiernos locales escuchen.