Artículo de Opinión por Amanda Rodríguez Camarero, Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos

'Granada y Londres y el AVE que parece volar'

Ciudadanía - Amanda Rodríguez Camarero - Sábado, 7 de Abril de 2018
Amanda Rodríguez Camarero, Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos, firma este artículo de Opinión en el que nos ofrece una curiosa comparación entre Londres y Granada con los tres años sin tres de fondo. Recomendado.
P.V.M.

Llevo un tiempo dándole vueltas a lo dispares y a la vez parecidas que pueden llegar a ser algunas ciudades. En concreto he pensado en Granada (como buena granadina que soy) y Londres y ahora entenderéis a qué me refiero.

Ambas ciudades tienen un potencial turístico indiscutible pero a simple vista parecen incomparables y es que en Londres viven 9 millones de personas mientras que Granada no llega al cuarto de millón. Si a esto le sumamos nuestros orígenes, Londres fue ciudad romana, como también lo fue la antigua Florentia Iliberritana, hoy Granada, y otros muchos siglos capital del reino nazarí. Londinium como era llamada antiguamente la capital de Reino Unido cuenta con una típica arquitectura inglesa reflejada en edificios notables como el Parlamento o el Big Ben y un urbanismo envidiable con enormes parques como Hyde Park donde disfrutar del purificante entorno y dar de comer a las ardillas. Pero Granada no se queda atrás. Cuenta con maravillas del mundo como La Alhambra y los Jardines del Generalife, el Albaycín, sus monumentos renacentistas y su enorme patrimonio natural liderado por la fastuosa Sierra Nevada, espacios todos ellos cuya simple contemplación suscita un gozo inolvidable.

Aludiendo al clima, indiscutiblemente me quedo con Granada ya que Londres suele tener inviernos más gélidos y noches muy largas que le dan, aún si cabe, un aspecto de ciudad más fría. Y en lo referente al buen comer, Londres tiene que envidiar (y mucho) a Granada y sus famosas tapas aunque si hablamos de cerveza he de decir que no siendo una de mis bebidas habituales, en Londres probé una típica pinta de cerveza que para mí ha sido la más sabrosa de toda mi vida (a pesar de nuestras famosas Alhambras 1925).  

Desde mi perspectiva como ingeniera y apasionada viajera tengo que hablar por deformación profesional de una de las cosas que me apasiona, fascina y envidio a la vez de Londres y es el sistema de transportes que tiene. Esta ciudad cuenta con seis aeropuertos, una red de autobuses que funciona 24 horas, una red de tranvías, un sistema de bicicletas (¡que marcha de maravilla!) y un gran puerto. Además tiene conexión por carretera y tren con Europa y a poco más de dos horas se puede llegar a ciudades como París o Bruselas. En esto, Granada ya difiere y mucho.                                                                                                      

No, no me he vuelto loca. Tengo una razón para estar comparando Londres con Granada.

¿Sabéis que el Metro de esta gran urbe es el más antiguo del mundo con más de 150 años? Curiosamente los mismos 150 años que han cumplido nuestras vías de tren en Granada. Vías que, muchos granadinos hemos tenido que atravesar mirando a un lado y a otro cada vez que queríamos cruzar barrios cuando éramos niños. Unas vías que parten Granada en dos y que están viendo brotar en sus zonas aledañas, dos muros gigantescos como si de los molinos fantasmagóricos de El Quijote se tratasen. Pero esta vez no es un espejismo.

Si esto no fuese poco ya, en Granada no podemos coger un tren desde hace 3 años. Si queremos viajar por placer, trabajo (o quién sabe), tenemos que subirnos a un autobús que por cierto, nos cuesta 9.000 euros diarios para ir a Antequera, lo que equivale en un año a la construcción de un Centro de Salud (¡con la necesidad que tiene Granada de mejorar su sistema sanitario!) y una vez llegados a Santa Ana, montarnos en un AVE que nos llevará a nuestro destino.

Me he permitido hacer este análisis para llegar a la conclusión de que la verdadera relación que tienen Granada y Londres en estos tiempos de crisis ferroviaria es que en Londres se encuentra el famoso andén 9 y ¾ cuyo muro mágico hay que cruzar para que un tren nos transporte a Hogwarts como si fuésemos Harry Potter.

En Granada también tenemos el muro y el tren fantasma que quizás, si nos dejamos llevar por la fantasía de este AVE que parece volar pero no termina de salir del nido, algún día veremos llegar a nuestra ciudad cual jinete viejo entre molinos, sin aportarnos nada nuevo más que lo ya conocido. La historia interminable parece los ya 1.096 días sin tren. Pero esta vez no hablo de películas. Esta vez se trata de la vida real.
Amanda Rodríguez Camarero es Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos