El Kanka: "Todo lo que tenga que ver con el postureo lo tengo que hacer con un chupito, porque me da mucha vergüenza"

─ Nació aquí solo, y vuelve solo… ¿por qué ahora?
─ En realidad siempre he hecho concierto a guitarra y voz, como que el germen de mi vida está ahí. Yo creo que voy a seguir haciéndolo así porque es muy divertido cambiar de formato, lo que me permite hacer cosas distintas. Como espectador también me gustaría ver a otros así.
─ Solo le recordamos en la Tertulia o en J&J y ahora viene al Palacio… ¡Multiplicando por 100 la audiencia!
─ (risas) No sé cómo ha pasado, pero bienvenido sea. Me parece muy increíble que haya tanta gente que quiera escucharme, y el palacio es un sitio muy chulo. Al público granadino lo considero muy cercano, porque he viajado mucho allí y mis primeros amigos musicales, y mi primera noviecita los conocí en Granada.
─ ¿No será que después de lo del festival de cine ¿le ha cogido el gusto a los Palacios y las alfombras rojas?
─ (carcajada) No que va, para nada (risas), es un trámite que se lo toma uno con sentido de humor y la máxima elegancia posible, pero no es un lugar donde me encuentre muy cómodo. Todo lo que tenga que ver con el postureo lo tengo que hacer con un chupito, porque me da mucha vergüenza (risas).
─ Por cierto ¿son los músicos de Málaga ya un lobby, o no se llega a tanto?
─ Si lo son me han excluido (risas), no me han dado ni un toque; pero es versad que hay rollo, tanto en el underground como en el mainstream hay buena cosecha… ¡Algo tendrán los espetos, yo que sé (risas)!
─ En capítulos anteriores hablamos de sus conciertos con repentistas ¿le ha enseñado Alexis Pimienta los secretos de la improvisación?
Las veces que me junto con él es casi imposible no aprender algo, es muy ingenioso y te contagia su energía
– Pues no…El Pimienta es un genio, no solo por su capacidad extraterrestre para la improvisación, porque tiene, no sé, lo menos cincuenta libros publicados entre prosa poesía y metodología de la improvisación. Las veces que me junto con él es casi imposible no aprender algo, es muy ingenioso y te contagia su energía, con él tuve la sensación de que se me había estirado el cerebro (risas).
─ Que un hada cancionista como Amaia cantase sus canciones fue…
Fue un regalo, pero algo tan normal como cualquier otra cosa. Ella se puso a cantar canciones mías sin ningún tipo de pretensión
─ Fue un regalo, pero algo tan normal como cualquier otra cosa. Ella se puso a cantar canciones mías sin ningún tipo de pretensión. Creo que me vino muy bien porque mucha gente que me desconocía hasta ese día. Luego estuvimos juntos, incluso cantando, y encima es una tía tan superentrañable y bonica como lo parece. Lo que me hizo fue una gran publicidad por amor al arte, fue una historia muy bonita.
─ Usted se recorre América de norte a sur… ¿Qué se ha traído de allí, y no me refiero a los imanes de la nevera?
─ (carcajada) ¡La tengo llena! ¡Mi hija me pide siempre imanes! (risas)…Pues muchas amistades. Cuando has ido varias veces compartes mucho con gente… He ampliado el círculo de amigos. Con ellos compartimos el mismo idioma con lo que nos entendemos perfectamente, aunque vivan en países con inercias distintas, y por tanto hay mucha riqueza para compartir. Y luego... ¡comida y música a rabiar (risas)!
─ En un momento dado decidió parar, y no ha sido el único músico que lo ha hecho por salud mental, un tema que antes era tabú…
─ Sí, el tema de la salud mental está muy presente. Antes te llamaban loco si ibas al psicólogo y ahora te lo llaman si no estás en terapia (risas). Pero me alegra que algo tan importante sea habitual por fin. Nos centramos mucho en como formarnos a nivel productivo, pero detrás de cualquier organización e ideología hay personas, con sus problemas e inseguridades o miedos, y cuanto antes se ponga eso en valor y aprendamos a gestionarlo, pues mejor, mejor para todos.
─ No me creo lo de que va a estar en su mismidad absoluta ¿no va a invitar a El Jose o Pedro Chillón… Dos amigos del lugar?
─ Pues mira, con Jose no he hablado. No pongo la mano en el fuego porque cantar ‘Solo corazón’ con él es una preciosidad, y le invito a cantar ‘su’ canción, no las mías, solo que en este concierto llevo una puesta en escena muy particular y de momento no he tenido colaboraciones… ¡a lo mejor le invito a tomarnos unas cervecitas (risas). Y con Pedro… Es que vive en Madrid; la semana pasada estuvimos en casa en casa cantando y haciendo cosas, cosas malas sobre todo (risas).
─ Grabar estas canciones a pelo y guitarra ¿es como enseñarlas como nacieron?
Quería conseguir ese punto de cuando tengo una canción nueva y se la enseño a mi novia o a mis mejores amigos, con timidez, la canción y yo
─ Pues prácticamente, hay muy poca diferencias. Mi intención es grabarlas así con un mínimo de calidad, porque en internet hay muchas cosas mías parecidas, pero muy espontáneas e imperfectas. Quería conseguir ese punto de cuando tengo una canción nueva y se la enseño a mi novia o a mis mejores amigos, con timidez, la canción y yo. Algunas, las más antiguas, han evolucionado levemente, pero no soy como Dylan (risas) que lo cambia todo y no lo reconoce nadie; este oficio puede ser muy repetitivo, pero yo cuando voy a ver a Serrat quiero que me cante ‘Mediterráneo’, que lleva sesenta años haciéndola todas las noches, tal y como yo la he conocido. Es un acto de generosidad hacia el público.
─ Y qué cuesta más ¿vestirlas o desnudarlas?
─ A ver… En mi caso me cuesta más vestirla, yo me siento más creativo en el parto, inventado una canción que se personal y tenga algo que decir, en la medida de los posible, porque con la de canciones que hay por ahí (risas)… Pero una vez que está desnuda, mi pedraílla en la cabeza es intentar que lo que se le añada no la estropee mucho, no disfrazarla demasiado, y es superdifícil, porque empezamos a meter cosas y hay veces en las que al final la canción es otra, y me ha pasado que se pierde la intención por el camino. Me gusta vestirlas, que no pasen frío, pero que no sean otras
─ Y ya por último ¿qué tal se lleva Juan Gómez con el Kanka ese?
─ (carcajada) Pues por ahora se llevan medio bien. Juan Gómez es bastante tímido y el Kanka le obliga a ponerse delante de la gente o a hacerse una foto con alguien que no conoce de nada. Aparte de eso, el personaje no está muy lejos de la persona. Existe el personaje, es obvio, todos nos ponemos una caretilla de vez en cuando, pero la que uso se parece mucho a la mía, está al ladito (risas).