'¡Ay, Felipe de mi vida!'
Tras el paréntesis veraniego y el merecido descanso después de los largos meses de precampaña y campaña, con dos convocatorias electorales, ha arrancado el llamado curso político con algunas curiosidades derivadas de los resultados en las elecciones generales y de cómo algunos quieren que los interpretemos a su conveniencia.
Merecido rechazo por su alianza estrecha con la ultraderecha, inédita en el contexto europeo, y por su oposición sistemática a los avances sociales y económicos con su estrategia del “cuánto peor, mejor”
Todo empezó con la confusión, la misma noche del 23J, sobre quién era el vencedor de las elecciones. En nuestra Constitución está meridianamente claro que gana las elecciones quien puede formar gobierno, quien es capaz de vertebrar una alternativa que cuente con el respaldo mayoritario del Congreso de los Diputados. Al constituirse la llamada Cámara Baja y elegirse la Mesa ya se vio que el Partido Popular no era capaz de llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas (en este punto ni siquiera lo logró con Vox, a los que han convertido sin pudor en sus socios naturales). A pesar del guantazo recibido por la formación ultraderechista esta es la única fuerza de apoyo con la que cuenta el Partido Popular, quitados los dos anecdóticos diputados aislados de Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro. Merecido rechazo por su alianza estrecha con la ultraderecha, inédita en el contexto europeo, y por su oposición sistemática a los avances sociales y económicos con su estrategia del “cuánto peor, mejor”.
Es curioso ver cómo se empecina Feijóo en querer aplicar la regla del más votado cuando se la han pasado por el forro en las pasadas elecciones autonómicas y locales, con ejemplos a lo largo de toda la geografía española
Es curioso ver cómo se empecina Feijóo en querer aplicar la regla del más votado cuando se la han pasado por el forro en las pasadas elecciones autonómicas y locales, con ejemplos a lo largo de toda la geografía española, cuando no les ha convenido y resulta insultante que le pidan a los socialistas, y al mismo Pedro Sánchez, que se abstengan en la investidura. No predicó con el ejemplo en 2018 el Partido Popular y hubo que repetir elecciones cuando la lista más votada era la del PSOE. Más ridículo resulta todavía que quieran aferrarse a esta teoría y quieran darle carácter de norma presidentes autonómicos como Moreno Bonilla o la propia Ayuso que llegaron a la presidencia ‘perdiendo’ las elecciones en el lenguaje que ellos utilizan ahora. Como siempre la derecha acude al socorro de la ley del del embudo y a la muy hipócrita cantinela de “hacer lo que yo diga, pero no lo que yo haga”.
Aparte de las matemáticas parlamentarias, hasta ahora expresadas en la composición de la Mesa del Congreso de los Diputados’, lo que nos puede servir de indicador de por dónde van los tiros, yo soy más de aplicar el ‘informe carita’. Me fijo en las expresiones faciales de los líderes electorales para saber quién ganó las elecciones y quien tiene escasas (por no decir ningunas) posibilidades de conformar una mayoría parlamentaria que permita la investidura.
Lo que ha ocurrido en las últimas semanas es que Feijóo y su cohorte mediática han creado una ficción apoyados en la teoría anterior y han forzado que sea nominado por el rey Felipe VI para que intente la investidura, como estamos viendo, más con el objetivo de ganar tiempo para salvar su culo internamente que pensando en los intereses de la ‘España’ de la que se llenan la boca
Lo que ha ocurrido en las últimas semanas es que Feijóo y su cohorte mediática han creado una ficción apoyados en la teoría anterior y han forzado que sea nominado por el rey Felipe VI para que intente la investidura, como estamos viendo, más con el objetivo de ganar tiempo para salvar su culo internamente que pensando en los intereses de la ‘España’ de la que se llenan la boca. Es un intento de parar la frustración en sus filas por los resultados obtenidos, provocada en gran parte por haber vendido la piel del oso antes de cazarlo y por haber aparentado que iban a conseguir una mayoría aplastante, lo que contribuyó a movilizar a un importante sector de la sociedad, renuente a acudir a las urnas. Los que ‘invirtieron’ mucho (y no es una metáfora sino una expresión literal) con la operación de ‘derogar el sanchismo’ ahora se han arrastrado en una primera fase para ‘rogar al sanchismo’ que se abstengan.
Es penoso ver cómo el PP está utilizando las instituciones y los procedimientos democráticos para salvar sus cuitas internas y evitar, o aplazar al menos, la lucha por la sucesión de un líder que llegó con una aureola de moderado y capaz y se ha mostrado insolvente y acomplejado, comprando el discurso de los ultras.
El caso es que estamos en el momento en el que Feijóo debería estar ofreciendo qué propone para la investidura, a las fuerzas parlamentarias y al país, pero vemos que está consumiendo el tiempo en oponerse a una eventual investidura de Pedro Sánchez dando él mismo por finiquitadas sus opciones expandiendo un relato de nuevo con que ‘se rompe España’ para lo que no duda en recurrir a bulos, fakes y mentiras. Poca confianza tiene en sí mismo, o poco confían en él los suyos. O más bien forma parte de la estrategia para que haya nuevas elecciones e intentar mantener prietas las filas y a su electorado más fiel muy movilizado.
y siento un gran repelús teniendo en cuenta los antecedentes de tamayazos y adaneros y sabiendo que son capaces de cualquier cosa por recuperar el gobierno al que creen que tienen un derecho natural
Cuando me desayuno todos los días con que el aspirante oficial actual a la investidura está dejando pasar el tiempo sin ninguna iniciativa en ese sentido, me pregunto para qué quería tanto tiempo Feijóo, y siento un gran repelús teniendo en cuenta los antecedentes de tamayazos y adaneros y sabiendo que son capaces de cualquier cosa por recuperar el gobierno al que creen que tienen un derecho natural.
Lo que se ha puesto en evidencia en la rentrée es que Núñez Feijóo manda en el PP menos que follatabiques. Los capítulos más destacados han sido los protagonizados por Isabel Díaz Ayuso, calificando de bisoño al candidato a la presidencia, en su propia cara, y la reaparición de Jose María Aznar marcándole la agenda. Me hace gracia esta irrupción protagonista del expresidente más nefasto de nuestra historia reciente que piensa que no nos acordamos, de que fue con sus gobiernos cuando los nacionalistas catalanes consiguieron una gran cesión de competencias como la retirada de la guardia civil de tráfico, eliminación de los gobernadores civiles o el mismo Instituto Nacional de Empleo. Con el pacto del Majestic el corrupto Pujol, (se entendían bien entre ellos en este asunto), dijo que había conseguido en cuatro años más con el PP que en trece con el PSOE de Felipe, incluido que Aznar hablara catalán en la intimidad. Eso por no citar otros capítulos negros de su legado (guerra de Irak del trío de las Azores o las mentiras del 11M).
Es doloroso ver al expresidente (me refiero ahora a González) avalando el relato de los que lo machacaron y utilizaron todos los resortes, legales e ilegales, contra su gobierno
Es doloroso ver al expresidente (me refiero ahora a González) avalando el relato de los que lo machacaron y utilizaron todos los resortes, legales e ilegales, contra su gobierno. Nadie mejor que él sabe que esos que ahora le regalan portadas, esos a los que ahora se presta a su juego, son los que le/nos acusaron de asesinos, torturadores y de mil infamias más. En un momento en el que lo que se sustancia es si somos capaces de renovar un acuerdo de progreso basado en la convivencia y en la diversidad o nos entregamos al desmantelamiento del Estado del Bienestar y al recorte de derechos y conquistas sociales, su actitud legitimando a los que siempre han querido destruir al PSOE, es una deslealtad con los que entregamos nuestras vidas a apoyarlo a él, en momentos y circunstancias muy difíciles en algunas ocasiones. Y es una falta de responsabilidad que alienta y alimenta toda la mierda que sobre su propio legado y el de los socialistas vierten los que ahora le hacen la ola.
Igual que han querido hacer con la división entre españoles de bien y malos españoles, ahora quieren hacer la distinción de buenos socialistas (los que favorecen sus intereses) y socialistas malos, los que quieren revalidar una mayoría progresista
Las derechas están volcando sus esfuerzos en intentar provocar el desconcierto y la división en las filas progresistas, animando los forcejeos dentro de la coalición Sumar, entre Sumar y el PSOE y, sobre todo, y en la que más empeño han puesto y más daño pueden hacer, entre los socialistas. Ya que no se rompe España vamos a ver si rompemos al PSOE parece que es la confabulación de los ‘poderes oscuros’. Igual que han querido hacer con la división entre españoles de bien y malos españoles, ahora quieren hacer la distinción de buenos socialistas (los que favorecen sus intereses) y socialistas malos, los que quieren revalidar una mayoría progresista.
A los destacados dirigentes que se expresan ahora a favor de que gobierne el PP les pediría lo que ellos nos pedían cuando llevaban las riendas: lealtad y compromiso
No estoy yo por acallar voces sino porque se expresen con libertad… y con responsabilidad. Pero debe exigirse a los militantes de una organización un plus de disciplina y una mijilla de inteligencia para ser útiles al Partido en lugar de dejarse utilizar por los enemigos del Partido. A los destacados dirigentes que se expresan ahora a favor de que gobierne el PP les pediría lo que ellos nos pedían cuando llevaban las riendas: lealtad y compromiso. Y si no quieren echar una mano, contra la derecha que tanto les/nos atacó, (como de manera ejemplar está haciendo Zapatero), que al menos que nos la quiten de encima.
En todo caso quizás lo que consigan, y lo siento enormemente, es que cambiemos nuestra apreciación sobre dirigentes históricos que han tenido un importante papel en la historia del PSOE y del país
Por mi parte diré como muchos socialistas que no vamos a dejar de apoyar a Sánchez para que, dentro de la Constitución y mediante el diálogo, (como hemos demostrado en los últimos años en los que no se ha roto España, pero si se ha ido restañando la convivencia en y con Cataluña), intente vertebrar un gobierno que permita seguir avanzando hacia una sociedad más justa, igualitaria y solidaria, feminista y ecologista. En todo caso quizás lo que consigan, y lo siento enormemente, es que cambiemos nuestra apreciación sobre dirigentes históricos que han tenido un importante papel en la historia del PSOE y del país.
Concluyo diciendo que, dado que Feijóo está haciendo una buena oposición a la investidura todavía no planteada de ‘Perro Sanxe’, debería tener el premio de continuar haciendo eso que se le da tan bien, aunque me temo que tiene todas las papeletas para que le hagan un ‘Fra-Casado’. Porque como hombre de Estado, aspirante a gobernar un país, el oficialmente líder del PP está cada vez más desinflado y es que no tiene empaque que decía mi madre y su candidatura a presidente es un bluf que se ha pinchado por su insolvencia, bandazos y falta de carisma y liderazgo, a pesar de todas las alianzas de poderes mediáticos, económicos y judiciales con los que ha contado. No tiene las cualidades ni características del presidente que necesita España en unas circunstancias tan difíciles como las que vivimos.