El proyecto de la Alcazaba de Baza propone la conservación y restauración de los restos emergentes y la adecuación de los espacios públicos
El proyecto de recuperación de la Alcazaba de Baza propone la conservación y rehabilitación de los restos emergentes y la adecuación de los espacios públicos para uso y disfrute de la ciudadanía bastetana y de los visitantes que acudan a este importante entorno monumental considerado BIC.
Los detalles de la intervención se han presentado en un encuentro celebrado en el Auditorio del Museo de Baza.
Según la información difundida por el Ayuntamiento, los Presupuestos Generales del Estado recogen una partida, del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, de 700.000 euros, que con carácter plurianual irá sumando más cantidades hasta alcanzar el importe total del proyecto, cercano a los dos millones de euros, un coste que asume íntegramente el Gobierno de España. "Aunque la demolición la ha asumido el Ayuntamiento, está claro que la rehabilitación y puesta en valor de espacios como este es algo muy difícil de poder hacer si no contamos con el apoyo de otras administraciones, como sucede en este caso”, ha apuntado el alcalde de la ciudad, Manuel Gavilán.
En la presentación han intervenido el propio alcalde, la concejala de Urbanismo y Patrimonio, Gemma Pérez, y dos de las integrantes del equipo redactor del proyecto que dirige Isabel Bestué: las arquitectas Rosario Carmona y Carmen Cañones, a quienes Gavilán ha felicitado por el resultado de este proyecto que recupera los espacios de la Alcazaba nueva y de la vieja de una forma muy didáctica con la que se permite comprender todo el entorno y, al mismo tiempo, ponerlo a disposición de la ciudadanía.
Una vez finalizada la demolición de la estructura y restos del mirador, se plantea como solución más urgente el recalce de la muralla y la contención del terreno con unos muros que combinan hormigón y madera para integrarlos en el paisaje
Una vez finalizada la demolición de la estructura y restos del mirador, se plantea como solución más urgente el recalce de la muralla y la contención del terreno con unos muros que combinan hormigón y madera para integrarlos en el paisaje y, al mismo tiempo, reforzar la sujeción de los restos. Los muros se van a retranquear con respecto a la línea de muralla, de manera que se acota y se visibiliza el límite. Siempre partiendo de la compatibilidad de materiales y de la consolidación de los restos. Se prevé además habilitar una plaza con una imagen en consonancia con la de la Cava Alta, la intervención en la parte central que separa la Alcazaba nueva de la antigua y el acondicionamiento del resto de espacios públicos. Para diferenciar la zona antigua de la nueva se propone un pavimento con diferentes tonalidades y de tipo blando para poder hacer nuevas excavaciones en el futuro.
El proyecto contempla además actuar en la acequia con un tratamiento integrador, un trabajo en torno a la vegetación con árboles y plantas bajas que no impidan la visión de los restos, así como la restauración del pórtico de San Francisco que, según ha detallado la concejala de Urbanismo y Patrimonio, en un futuro tratará de colocarse en otro espacio de la ciudad para contextualizarlo mejor.
Esta primera intervención de demolición y consolidación de toda la esquina sureste ha permitido "eliminar cualquier situación de riesgo, aunque ahora se hace preciso consolidar los restos; se ha posibilitado además constatar cuáles son los lienzos de muralla existentes, localizar nuevos restos (más de los que se esperaban) y determinar en qué estado se encuentran".
El proyecto presentado este lunes en detalle muestra cómo será la intervención total tanto en los restos como en los espacios públicos y, en un futuro, se estudiará qué hacer con las partes que se encuentran en casas privadas. El documento se ha remitido este lunes tanto al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana como a la consejería de Cultura para su visto bueno y posterior licitación.
La redacción del proyecto lleva realizándose desde 2020 por un equipo multidisciplinar de expertos en patrimonio histórico compuesto por arquitectos, arqueólogos, historiadores, ingenieros de caminos, topógrafos y restauradores. Muchos de ellos de Baza y dirigidos por la arquitecta Isabel Bestué. Una vez se cuente con la aprobación de Cultura, será el Ministerio, con las partidas incluidas para la Alcazaba de Baza, quien se encargue de la licitación de la obra.