Sierra Nevada, Ahora y siempre.

'A JuanMa se le está poniendo cara de Ayuso'

Blog - Sacando punta - Ignacio Henares - Lunes, 20 de Febrero de 2023
Moreno y Ayuso, en el último Congreso del PP-A, celebrado en Granada.
E.P.
Moreno y Ayuso, en el último Congreso del PP-A, celebrado en Granada.

Aunque las formas, las palabras, (el ‘discurso y el perfil’ que se dice ahora), del presidente de la Junta de Andalucía y de la presidenta de  la Comunidad de Madrid, son muy distintas, conforme avanza esta segunda legislatura del cambio, las políticas que realizan, se van pareciendo cada vez más entre ambos.

La anterior apreciación me ha llevado a pensar a que en el fondo no son tan distintos, políticamente hablando, se parecen, más de lo que las apariencias nos quieren mostrar, y las diferencias son fruto más bien de la mercadotecnia y de la adaptación de camuflaje a los diferentes entornos sociales y políticos en los que se desenvuelven cada uno

La anterior apreciación me ha llevado a pensar a que en el fondo no son tan distintos, políticamente hablando, se parecen, más de lo que las apariencias nos quieren mostrar, y las diferencias son fruto más bien de la mercadotecnia y de la adaptación de camuflaje a los diferentes entornos sociales y políticos en los que se desenvuelven cada uno. Vamos que son intercambiables en el fondo.

La semana pasada fue especialmente reveladora en este sentido de fusión/confusión entre estos dos polos aparentes del inventado por el PP centro-ultraderecha español. Conforme pasaban los días parecía que una aplicación de esas de móvil iba confiriendo la cara de Ayuso a Moreno Bonilla.

Arrancamos con la aprobación el martes pasado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía de la presentación de un recurso de inconstitucionalidad contra el nuevo ‘Impuesto Temporal de Solidaridad de Grandes Fortunas’ que fue aprobado en diciembre del año pasado por el Gobierno de España, que iba acompañado de la petición de su suspensión cautelar, mientras el Tribunal Constitucional resuelve el recurso. Este tributo conocido como 'impuesto a los ricos', que ya fue presentado dos semanas antes por el gobierno regional madrileño de la IDA, afecta en Andalucía apenas al 0,2% de los residentes andaluces, los que tienen patrimonios superiores a los 3 millones de euros. Por más que pregunto a mi alrededor, entre vecinos, compañeros de trabajo o familiares, si alguien se ve ‘perjudicado’ por este gravamen no hay nadie que levante la mano por lo que diremos que estoy rodeado de ‘tiesos’.

El aparato propagandístico de San Telmo ha querido vestir este asunto como una defensa de la autonomía y habrá muchos que lo crean a fuerza de ser repetido machaconamente. Cada vez cuela menos el truco de la bajada de impuestos ya que vemos a los bolsillos de quiénes van destinadas estas rebajas.

Curiosamente, por comparar, ese mismo día el gobierno de España aprobó la subida del SMI que beneficia a 450.000 personas en Andalucía, colocándolo en 1.080 euros y alcanzando ya en estos últimos cuatro años una subida del 47%. Esta medida cuenta con el apoyo de los sindicatos mayoritarios y la oposición de ‘la patronal’ cuyo líder Garamendi ve un peligro esta subida, pero ve normal ponerse un sueldo monstruoso de 300.000 euros mientras pide moderación salarial.

Pero la gota que ha colmado el vaso en este tema ha sido la salida a la luz de una Orden de la Consejería de Salud que ha hecho saltar todas las alarmas a todos los defensores de una sanidad pública de calidad

El segundo asunto que está ‘ayusando’ a Moreno Bonilla es la derivación de pacientes a la sanidad privada, tanto en intervenciones quirúrgicas como en diagnósticos y pruebas médicas. El presupuesto que se inyecta a la privada se incrementa cada año un 50% y además esta semana se ha sabido, a pesar del oscurantismo con el que se mueve en estas cuestiones el gobierno andaluz, que en el ejercicio 2022 se gastaron 111 millones de euros más de lo presupuestado o, como publicaba ayer mismo este medio, que la Junta de Andalucía derivó a la sanidad privada en tan solo cuatro meses a más pacientes de lo que había presupuestado para todo un año, según datos oficiales de la Consejería de Salud, recogidos en el Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía (BOPA).

Pero la gota que ha colmado el vaso en este tema ha sido la salida a la luz de una Orden de la Consejería de Salud que ha hecho saltar todas las alarmas a todos los defensores de una sanidad pública de calidad. Esta norma inició su tramitación en septiembre, y fue denunciada por el grupo parlamentario socialista, aunque el gobierno andaluz pudo entonces ‘anestesiar’ el debate público, y ha rebrotado la alerta ahora con la denuncia de ‘Por Andalucía’ y de los sindicatos médicos al unísono que han acusado de privatización encubierta las intenciones del SAS.

En cristiano, que se se abre la puerta, de par en par, a la privatización de la Atención Primaria

La excusa esgrimida en este caso ha sido la necesidad de “actualización” de los precios que el Ejecutivo andaluz paga a la sanidad privada por servicios derivados, pero se han incluido de tapadillo en la Orden dos nuevas ‘em-prestaciones’ para la sanidad privada: por un lado, se habilita jurídicamente que los profesionales de clínicas privadas atiendan a pacientes en hospitales públicos y realicen pruebas concertadas por la Junta; por otra parte, se incluyen, por primera vez, los servicios de médicos y pediatras dentro de los derivados a la sanidad. En cristiano, que se se abre la puerta, de par en par, a la privatización de la Atención Primaria.

Para reforzar el embuste han deslizado que era una medida de los anteriores gobiernos y que se aplica ya en otras comunidades autónomas, no siendo cierto ni lo primero ni lo segundo

El gobierno andaluz al ser pillado en la OMD, (maniobra orquestal en la oscuridad, para el que no esté familiarizado con el acrónimo), ha inventado una respuesta también en este asunto para disimular y con la que pretenden salir silbando como si nada. Los voceros del Partido Popular han repartido argumentarios en los que se escudan diciendo que se trata de una previsión para casos de ‘catástrofes o pandemias’ y se han quedado más anchos que panchos. Para reforzar el embuste han deslizado que era una medida de los anteriores gobiernos y que se aplica ya en otras comunidades autónomas, no siendo cierto ni lo primero ni lo segundo.

Sí ya sé que habrán leído y escuchado decir hasta la saciedad a Bonilla, igual que a Ayuso, que en Andalucía se ha incrementado el gasto en Salud, a lo que cabe decir que ello se debe a una mayor financiación por parte del gobierno de Pedro Sánchez, cuestión que se elude citar o se tiene mala memoria selectiva

Donde sí van por estos derroteros es en Madrid y ya vemos el resultado. Así que vamos directos al modelo sanitario que se ha ido gestando durante años en la CAM y que Ayuso está llevando hasta el límite. Ya nos parecemos por estar entre las comunidades autónomas que menos gastan en Sanidad por habitante. Sí ya sé que habrán leído y escuchado decir hasta la saciedad a Bonilla, igual que a Ayuso, que en Andalucía se ha incrementado el gasto en Salud, a lo que cabe decir que ello se debe a una mayor financiación por parte del gobierno de Pedro Sánchez, cuestión que se elude citar o se tiene mala memoria selectiva; y que si se dedica más presupuesto ahora y la sanidad pública se deteriora paulatinamente es porque se gestiona mal y porque se deriva financiación a la privada.

Para completar el rondín de ayusadas de JuanMa, hemos contado con el nuevo paso dado para la creación de dos nuevas universidades privadas andaluzas. Ya lo intentaron en la anterior legislatura pero contaron con la oposición generalizada de los equipos de gobierno de las universidades públicas, incluido el ahora consejero de Universidades, ex rector de la Universidad de Córdoba, que más que caerse del caballo y ver la luz, ha cambiado de camino y de vehículo dejando en la estacada a aquellos de los que ejercía como portavoz “hace cuatro días”. Ahora vuelven al ataque los promotores alegando que han revisado la propuesta, abonándose al concepto de “eliminación de los aspectos más nocivos” que tanto critican en otro ámbito. Pero en esta nueva embestida tampoco han convencido a los máximos representantes universitarios que nada más conocer la aprobación de los anteproyectos han emitido un comunicado, (que estos/as excelentísimos/ magníficos/as rectores/as no son de poner “el grito en el cielo”), en el que se reafirman en su rechazo basado en que no cumplen los criterios de calidad y racionalidad de la oferta universitaria y en la ausencia de un modelo de financiación digna y suficiente del sistema andaluz de universidades.

Como decíamos, que se le está poniendo una cara de Ayuso a Juanma Moreno que sólo le falta la peluca…

 

 

 

 

Imagen de Ignacio Henares

Ignacio Henares Civantos es biólogo de bata, de bota, y de gabinete. Máster (de los de verdad) en Gestión del Medio Ambiente y del Agua por la Universidad de Granada. Desde 1989 es funcionario, técnico del cuerpo superior facultativo de la Junta de Andalucía donde ha desempeñado varias tareas en las Consejerías de Agricultura y Pesca y de Medio Ambiente. Durante quince años ha sido el conservador del parque nacional y natural de Sierra Nevada. En la actualidad trabaja como asesor técnico en el departamento de Sanidad Vegetal.

Escritor de numerosos artículos sobre medio ambiente y conferenciante incansable, en los últimos años ha concentrado su tarea de divulgador en Sierra Nevada, siendo coautor de tres interesantes libros divulgativos sobre Sierra Nevada: “Sierra Nevada, una gran montaña, un pequeño continente”, “Las Aves de Sierra Nevada” y “Mariposas diurnas de Sierra Nevada”. Fue colaborador de “La Voz de Granada” con un programa semanal titulado “El hombre y la Sierra” y lo has sido del periódico Granada Hoy desde el año 2014 con más de 150 reportajes dedicado a Sierra Nevada agrupados en diferentes series: “Sierra Nevada, Paraíso de Biodiversidad”, “La Huella del Cambio Global” , “Sierra Nevada, Montaña de Oportunidades” y la última que estuvo dedicada a “Sierra Nevada, Paisaje y Paisanaje”, una aproximación al parque nacional y natural de Sierra Nevada a través de ‘nombres propios’.