El Ayuntamiento de Granada está llevando a cabo un plan para la eliminación de bolardos de la ciudad que prevé retirar antes de final de año 200 de estos elementos “que son un serio obstáculo para los peatones”. Se trata de una intervención que, con una inversión de 9.000 euros, pretende mejorar la accesibilidad en Granada “en beneficio del peatón”, a la vez que da cumplimiento a la normativa nacional, autonómica y local en materia de eliminación de barreras arquitectónicas, según informa el Ayuntamiento.

El portavoz del equipo de gobierno y concejal de Mantenimiento, Medio Ambiente, Jacobo Calvo, ha recordado, durante la presentación este miércoles del nuevo plan, que el gobierno municipal ya se comprometió en el pasado mandato a retirar de la vía este tipo de elementos que dificultan la movilidad en la ciudad, “y que  ahora continuamos con un nuevo plan por el que ya hemos retirado 120 bolardos en distintos puntos de Granada”. 

Según ha informado, la actuación, llevada a cabo por la empresa adjudicataria del contrato de mantenimiento ACS, se va a extender por toda la ciudad, donde se han retirardo ya 27 bolardos de la calle Azacallas; 26, en Duende; 25, en calle Javier Tortosa; 8, en Baden Powell, y cuatro en la avenida Emperador Carlos V; mientras que contempla también quitar dos tanto en las calles Alhamar, Estepona y Cuesta Escoriaza como en la plaza de la Trinidad y en la avenida Fernando de los Ríos.

Las calles San Isidro, San Juan de Dios, San Jerónimo y la calle Piedra Santa, donde se están eliminando 15 de los bolardos existentes en esta vía, completan las calles que se van a ver beneficiadas por esta nueva fase del plan anti bolardos, “que se enmarcan dentro de las pequeñas grandes cosas que se hacen en beneficio del viandante. Cuando hablamos de peatonalizar y de mejorar la calidad del aire también hablamos de favorecer que sea más agradable y fácil el paseo por la ciudad”, ha dicho. 

Criterio para quitarlos

Calvo Ramos ha indicado que los bolardos a retirar son “aquellos que incumplen la altura de 90 centímetros recogida por la normativa y que al ser más bajos provocan accidentes y aquellos que son innecesarios por encontrarse en calles peatonales, donde está restringido el paso de vehículos”, ha dicho, para a continuación subrayar que la intervención va a continuar hasta final de año con la retirada de 80 más.

Jacobo Calvo ha indicado que con esta medida el Ayuntamiento de Granada además da cumplimiento a las normativas tanto estatal, como autonómica y local en materia de accesibilidad en la ciudad, a la vez que soluciona un “serio problema” que plantea la instalación “indiscriminada” de estos elementos tanto a las personas con movilidad reducida como para “atender casos de emergencia, ya que en muchos casos entorpecen y dificultan el acceso de vehículos de emergencias, como bomberos o ambulancias”.

El edil ha subrayado que “el gobierno municipal continuará el próximo año con nuevas actuaciones en otras partes de la ciudad que se irán definiendo según los criterios del servicio de infraestructuras”, ha explicado, a la vez que ha apelado a la colaboración ciudadana “ya que este tipo de elementos se instaló para evitar el estacionamiento de vehículos en las vías”, ha recordado.

La intervención ha sido posible, según ha dicho, “gracias a la modificación presupuestaria que hicimos con el apoyo de Izquierda Unida-Podemos para dar respuesta a la demanda realizada por los colectivos de personas con movilidad reducida y atender también la normativa en materia de accesibilidad”.