Sierra Nevada, Ahora y siempre.

'El voto feminista'

Blog - Punto de fuga - Cristina Prieto - Jueves, 16 de Junio de 2022
Cristina Molina Conde, una joven feminista que va en la lista de Coalición Republicana Socialista por Andalucía.
IndeGranada
Cristina Molina Conde, una joven feminista que va en la lista de Coalición Republicana Socialista por Andalucía.

El próximo domingo, la ciudadanía andaluza está llamada a las urnas para la elección de un nuevo Parlamento que dirigirá la política en la comunidad autónoma durante los próximos cuatro años. A través de los medios de comunicación, sólo es posible escuchar de manera reiterada las propuestas de algunas formaciones pero, más allá de las siglas conocidas y respaldadas por una amplia mayoría de votantes, otras opciones se asoman a las urnas con programas electorales muy centrados en algunos sectores.

El feminismo lleva meses advirtiendo que los grandes partidos se han alejado de su agenda a pesar de que, en las últimas semanas y atisbando el horizonte de las urnas, algunos temas parecen hacer registrado un sorprendente impulso

El feminismo lleva meses advirtiendo que los grandes partidos se han alejado de su agenda a pesar de que, en las últimas semanas y atisbando el horizonte de las urnas, algunos temas parecen hacer registrado un sorprendente impulso.  Ahí tenemos el Proyecto de Ley Orgánica de garantía Integral de la libertad sexual –conocida como Ley del si es si-  aprobada en el Congreso de los Diputados y remitida al Senado el pasado 3 de junio cuyo plazo para la presentación de enmiendas y propuestas de veto concluyó ayer. Este proyecto, que no ha contado con los votos afirmativos de PP y Vox ha recibido además una fuerte contestación desde el feminismo por la retirada en el último momento –forzada por el Ministerio de Igualdad dirigido por Unidas Podemos- de la enmienda presentada por el PSOE para incluir penas más duras contra la tercería locativa (lucro de quienes proporcionan un lugar destinado a la prostitución).  La contestación del PSOE ha sido la presentación de una proposición de ley para perseguir el proxenetismo.

Estos movimientos no tienen otro objetivo que volver a atraer los votos feministas que la izquierda ha ido perdiendo entre un electorado –principalmente formado por mujeres- a quien ha traicionado una y otra vez en los últimos años

Estos movimientos no tienen otro objetivo que volver a atraer los votos feministas que la izquierda ha ido perdiendo entre un electorado –principalmente formado por mujeres- a quien ha traicionado una y otra vez en los últimos años. Nada se habla de dejar sin efecto la instrucción del año 2010 por la que se permite registrar bebés comprados fuera de nuestras fronteras a través de la aberrante práctica de los vientres de alquiler ni de la abolición de la prostitución – el Ministerio de Igualdad y el Presidente del Gobierno se niegan a recibir a la Plataforma Abolición Prostitución para estudiar la propuesta elaborada para terminar con esta práctica violenta- ni del fin de la pornografía online a la que acceden los menores cada vez a edades más tempranas. Y, a todo ello hay que sumar la intención de acabar con la realidad jurídica de las mujeres para convertir en féminas a todo aquel varón que diga serlo.

Los grandes partidos llevan demasiado tiempo traicionando al feminismo que ya no va a votar con la nariz tapada el próximo domingo en Andalucía. Ni a izquierda ni, mucho menos, a la derecha se encuentran soluciones para los atropellos cometidos contra las mujeres que, ahora, son nombradas como ‘personas menstruantes’ o ‘cuerpos gestantes’. Basta ya.

Sin embargo, en Granada, Cádiz, Jaén y Málaga existe una alternativa con la Coalición Republicana Socialista por Andalucía (CRSxA) que se presenta con un auténtico programa feminista

Sin embargo, en Granada, Cádiz, Jaén y Málaga existe una alternativa con la Coalición Republicana Socialista por Andalucía (CRSxA) que se presenta con un auténtico programa feminista. La reconocida activista María Martín encabeza esta candidatura en la que se integran mujeres jóvenes que trabajan intensamente contra las violencias machistas, los vientres de alquiler, la prostitución y la pornografía. Mar Chambó y Tessa Contreras, madre y hermana de Mar Contreras –la joven de 21 años asesinada por su novio en 2018- forman parte de la lista electoral de CRxA. Ellas saben lo que es sufrir  y quieren trabajar para conocer el destino del dinero del Pacto de Estado contra la violencia machista porque los servicios que atienden a las mujeres están privatizados y las situaciones en las que viven con sus hijos en las casas de acogida dejan al descubierto una gestión muy deficiente. La traductora Cristina Molina es otra de las jóvenes feministas que integran la lista de esta coalición que ha desarrollado una intensa campaña electoral con escasos medios y mucho esfuerzo personal. Un programa andalucista y de izquierdas que tiene como objetivo luchar contra la pobreza en todas sus manifestaciones, la defensa de los servicios públicos y la decidida apuesta por una educación laica y de calidad, entre otras propuestas.

La Coalición Republicana Socialista por Andalucía (CRSxA) es una opción para quienes se sienten traicionados por una izquierda que no escucha a las mujeres, una derecha que siempre ha sido sorda a sus demandas y extrema derecha que incluso niega la violencia machista. El feminismo sentenció hace meses que ya no volvería a votar misoginia. Y, en eso está.  

Un reportaje de Cristina Prieto que te recomendamos:

Si no has tenido la oportunidad de leerlos y quieres volver a hacerlo, estos son otros artículos de Cristina Prieto en este blog, 'Punto de Fuga':

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen de Cristina Prieto

Madrileña afincada en Andalucía desde 1987, primero en Almería y posteriormente en Granada donde he desarrollado mi carrera profesional como periodista. Me licencié en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, cursé mi suficiencia investigadora en la Universidad de Granada dentro del programa Estudios de la Mujer y leí mi tesis doctoral en la Universidad de Málaga.