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'Muertos a manos de un Salvador'

Blog - El ojo distraído - Jesús Toral - Viernes, 27 de Mayo de 2022
El autor de la matanza de Uvalde, la masacre más grave de la última década en EEUU.
La Sexta
El autor de la matanza de Uvalde, la masacre más grave de la última década en EEUU.

De nuevo nos hallamos conmovidos por una tragedia absurda, de esas que los norteamericanos viven más a menudo de lo que les gustaría y que les obliga a cuestionarse la famosa Segunda Enmienda, aprobada en 1791, según la cual los norteamericanos tienen derecho a portar y poseer armas, hasta que la ola de furia pasa y no se llevan a cabo medidas que faciliten el cambio.

El trascurso de los hechos es tan descorazonador como inquietante: Salvador Ramos, un joven introvertido que residía en la localidad tejana de Uvalde, de 16.000 habitantes, a 170 kilómetros de San Antonio, tomó una drástica decisión durante la mañana del miércoles

El trascurso de los hechos es tan descorazonador como inquietante: Salvador Ramos, un joven introvertido que residía en la localidad tejana de Uvalde, de 16.000 habitantes, a 170 kilómetros de San Antonio, tomó una drástica decisión durante la mañana del miércoles. Tras una trayectoria educativa con dificultades de pronunciación que se tradujeron en abuso por parte de sus compañeros de clase, abandonó la escuela secundaria de Uvalde para buscar empleo. Su carácter uraño solo le permitió trabajar en puestos de baja cualificación, el último de los cuales fue en la cadena rápida Wendy´s. La tensa relación con sus progenitores le animó también a abandonar el hogar familiar para residir con sus abuelos. Seis días antes de celebrar su 18 cumpleaños, alcanzó uno de sus sueños: comprar varios rifles AR-15, un arma deportiva semiautomática con la peculiaridad de que dispara un tiro con cada presión del gatillo y es la preferida para masacres en Estados Unidos. Y como un joven más de su tiempo, cada decisión que tomaba la compartía en redes sociales, como la compra de las armas, a través de una fotografía, aunque la ocultara a sus propios abuelos. El miércoles por la mañana envió un mensaje privado de Facebook con un texto alarmante: «Voy a disparar a mi abuela». Media hora después completó la información: «Ya disparé a mi abuela». Dejándola herida de gravedad, el chico se dirigió a la Escuela Elemental de Uvalde y en el camino disparó a la cara a una mujer de 66 años que, sin embargo, pudo llamar a la policía para avisar de que un joven se dirigía hacia el centro escolar. Ajeno a ello, el cazador todavía tuvo cordura para enviar un mensaje privado más a través de Facebook: «Voy a disparar en una escuela primaria». Minutos después, estampaba su coche contra el colegio, entraba con un chaleco antibalas, un rifle y una pistola y se atrincheraba en una clase apretando el gatillo a diestro y siniestro hasta que fue abatido por la policía. Dejó un rastro de muerte de diecinueve niños de entre diez y once años y dos profesoras.

Podría parecer una atrocidad monumental aislada, pero ya sabemos que en lo que va de año se han producido nada menos que 212 tiroteos masivos en Estados Unidos y dos grandes masacres

Podría parecer una atrocidad monumental aislada, pero ya sabemos que en lo que va de año se han producido nada menos que 212 tiroteos masivos en Estados Unidos y dos grandes masacres: una en un supermercado de Búfalo, con diez muertos y tres heridos, hace menos de quince días, y esta de Uvalde.

Quizás lo ocurrido en Estados Unidos nos resulta tan lejano que no lo consideramos un asunto interno de nuestro país, pero si tenemos en cuenta la subida de votos que se le presupone a la parte de la derecha más conservadora, deberíamos recordar lo que su líder político decía a una revista de armas sobre este mismo tema: «Hace falta un cambio radical urgente en la ley, no solo para que los españoles sin antecedentes y en pleno uso de sus facultades mentales puedan disponer de un arma en su casa, sino para que puedan usarla en situaciones de amenaza real para su vida sin tener que enfrentarse a  un infierno judicial, a penas de cárcel o incluso a indemnizaciones a los familiares de los delincuentes que les asaltaron».

Y esto debería de ponernos en alerta en nuestro país, a sabiendas de que hay agrupaciones políticas que están de acuerdo con que a personas como Salvador Ramos, ese con un pasado convulso y problemas sociales pero sin antecedentes penales ni una enfermedad mental diagnosticada, el que será recordado como verdugo pese a su nombre, se le vendiera sin problema un par de armas que han supuesto el fin de la vida de veintiún ángeles: diecinueve niños y dos adultos

Teniendo en cuenta que la de Uvalde es la masacre más grave de la última década y que las elecciones andaluzas están a la vuelta de la esquina, aquellos que defendieron el derecho a portar y utilizar armas en España como en Estados Unidos ahora callan, sabedores de que los vientos no discurren a su favor, pero lo cierto es que hay cuatro millones de personas en Norteamérica que forman parte de la casposa Asociación Nacional del Rifle, algunos incluso personalidades conocidas que se comportan como un lobby imposible de franquear para cambiar la ley allí. Es decir, que una asociación a la que se dio alas para ir creciendo se ha transformado en un poder fáctico tan intocable que ni siquiera los políticos que están en contra de las armas pueden interceder en el tema. Y esto debería de ponernos en alerta en nuestro país, a sabiendas de que hay agrupaciones políticas que están de acuerdo con que a personas como Salvador Ramos, ese con un pasado convulso y problemas sociales pero sin antecedentes penales ni una enfermedad mental diagnosticada, el que será recordado como verdugo pese a su nombre, se le vendiera sin problema un par de armas que han supuesto el fin de la vida de veintiún ángeles: diecinueve niños y dos adultos.

No tengo ninguna duda de que aquí todos son víctimas, incluso el joven de dieciocho años que empuñó las armas, aunque el rastro de dolor que deja entre las familias de los abatidos difícilmente será soportable para ellos en las próximas semanas, meses o incluso años. Aquí aún estamos a tiempo para recular, para que esas formaciones que aplaudieron la extensión de la legalización de las armas entiendan las consecuencias que podría acarrear y rectifiquen. No tiene sentido permitir que cada uno pueda ser juez en su entorno con un arma en la mano, porque incluso el implicado acabará arrepintiéndose de sus actos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen de Jesús Toral

Nací en Ordizia (Guipúzcoa) porque allí emigraron mis padres desde Andalucía y después de colaborar con periódicos, radios y agencias vascas, me marché a la aventura, a Madrid. Estuve vinculado a revistas de informática y economía antes de aceptar el reto de ser redactor de informativos de Telecinco Granada. Pasé por Tesis y La Odisea del voluntariado, en Canal 2 Andalucía, volví a la capital de la Alhambra para trabajar en Mira Televisión, antes de regresar a Canal Sur Televisión (Andalucía Directo, Tiene arreglo, La Mañana tiene arreglo y A Diario).