El Ayuntamiento ha plantado en los últimos días 65 árboles en los jardines del Paseo del Salón junto al Genil, tras recibir numerosas críticas por permitir la tala de una cifra similar de ejemplares en la zona de La Rosaleda. La plantación se enmarca en las labores de conservación de espacios verdes y arbolado de la ciudad que lleva a cabo el área de Mantenimiento. 

Según explica el Ayuntamiento, las distintas especies ya plantadas cuentan con guías para favorecer su correcto crecimiento y desarrollo. Entre las ellas estçán carpes, castaños de indias, casuarinas, fresnos, grevillea robusta o liriodendro. Además, esta campaña correspondiente a 2021-2021 también incluye manzanos en flor, naranjo, pyrus, plátanos, cedros, morus alba y robinias.

La concejal Eva Martín recuerda la importancia de "mantener la configuración de bosque de este espacio con una alta densidad de pies y frondosidad pero manteniendo las que han formado parte de nuestros jardines históricos".

En este sentido, la edil ha destacado la "renovación paulatina que se va ejecutando año tras año de las alineaciones de plátanos existentes en el Paseo del Salón "cuyo estado de deterioro en la mayoría de los pies es evidente, causado fundamentalmente por los daños sufridos tras podas reiteradas desde sus orígenes, o modificaciones del terreno. Esto ha supuesto, según indica Martín, que "actualmente sufran defoliaciones e incluso seca de algunos ejemplares". No obstante, y con el objetivo de conservar la imagen histórica de este espacio, se siguen reponiendo por lo que, en esta campaña se han plantado otros seis.

Por otra parte, Martín ha recordado otra actuación realizada en estos bellos jardines durante el último año. "Se trata de la colocación de una placa como homenaje a un enorme árbol que, debido a su mal estado, no pudimos salvar. Desde el área de Mantenimiento se hizo todo lo posible pero, finalmente hubo que cortarlo por lo que decidimos dedicarle un epitafio: 'Este cedro dio sombra y refugio a los habitantes de Granada durante casi un siglo. Es justo que sea recordado por ello' se puede leer en la inscripción".

Para Martín, "lo más bonito de esta historia es que son muchas las personas que se acercan al tronco del árbol, que leen con curiosidad la inscripción o niños que intentan contar sus años a través de los anillos".