La integración de una perspectiva de género en todos los niveles de la política es solo un aspecto más de una mejora eficaz de la igualdad entre hombres y mujeres. 

 

Para combatir la discriminación y promover esta igualdad se necesitan ayuntamientos en los que las políticas de género sean visibles, con alcaldes promoviendo activamente dichas iniciativas. Pues bien, desgraciadamente este no es el caso del regidor de nuestra ciudad, José Torres Hurtado, que utiliza frases tan sexistas como la que le hizo tristemente famoso en toda España (“Las mujeres, cuanto más desnudas, más elegantes”). Esa cita, pronunciada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento durante una  recepción a estudiantes de la ciudad, fue objeto de un intento de reprobación por parte de casi todos los grupos de la oposición en el pleno del pasado 27 de julio. Pero no prosperó. Y no lo hizo porque Ciudadanos no quiso que lo hiciera. 

 

La frase no es sólo un hecho reprobable en sí, sino que además evidencia un síntoma innato en la derecha patria; el machismo y el patriarcado están tan interiorizados que a poco que alguno de sus representantes se relaja, salen a flote. Es más, esa interiorización les impide comprender que su sexismo nos parezca intolerable al resto de la sociedad. 

 

La famosa cita del alcalde, además nos ha permitido poner otro dato sobre la mesa que nos parece fundamental señalar: el PP no está solo en ese machismo. Al parecer, el socio de Gobierno de Torres Hurtado no considera importante que se insulte a la mujer y prefiere mirar para otro lado en estos casos; al parecer, Ciudadanos minusvalora a sus ciudadanas. Efectivamente, pocas son las mujeres empoderadas en el partido del señor Rivera, quizás solo Inés Arrimadas en Cataluña. Lo demás en el partido naranja es muy varonil en el peor sentido de la expresión. Y ahí están, sumándose al carro del estereotipo soez, jugando a promover la ocultación de la mujer. A estas alturas no entenderíamos necesario explicar la importancia de nombrar a las mujeres, de reflejar a la mujer en el lenguaje, porque eso implica denunciar los esfuerzos que el machismo histórico ha brindado a esconder a la mujer de todos los compartimentos de la Historia. La mujer es una protagonista social en las mismas condiciones que el hombre. 

 

En el ideario de Ciudadanos, la Igualdad no merece mención, no exige esfuerzo intelectual alguno que les separe de la derecha de siempre, la misma que ha considerado a la mujer una 'cosa' sometida siempre a los dictados del varón.  En los famosos 50 puntos del pacto bipartito entre PP y la formación de Rivera, la Igualdad ni está ni se la espera. Las mujeres de Granada, su brecha salarial, su discriminación social, su desempleo, mucho mayor que el de los hombres, la imposibilidad de conciliación, son paredes invisibles para los naranjas. Sirva de recordatorio que Ciudadanos Granada ni siquiera ha respetado los criterios de paridad en su lista (4 concejales, tres hombres y una mujer). Ellos que dicen haber cambiado la política en 30 días, perpetúan con sus acciones males seculares en la sociedad, como el machismo, el sexismo y el patriarcado. Imaginamos que por eso, en la votación de la reprobación prefirieron abstenerse (también su única concejala) diciendo que el alcalde ya se había disculpado y que “pelillos a la mar”. Es lo que tiene no exigir la Igualdad entre las prioridades de Gobierno. 

 

En ese contexto no es de extrañar que Ciudadanos llevara hasta hace poco en sus listas para la Asamblea de Madrid al señor Alfredo Perdiguero, subinspector de la Policía Nacional, que aseguró que muchas mujeres ponen denuncias falsas, bajo la recomendación de abogadas progresistas que lo que buscan es una subvención. Algo que ya dijo otro de los fichajes estrella y recientes de este partido, Toni Cantó. Este mensaje discriminatorio es sexismo social, además de un insulto lamentable a las miles de mujeres que sufren violencia de género en cualquiera de sus formas. 

 

La derecha en Granada, representada por Ciudadanos y el PP, ha formado un conciliábulo perverso en el que sólo valen los criterios sectarios de un simple reparto de poder. Y ya sabemos por experiencia que, cuando el machismo se reparte el poder, la mujer sobra, molesta, se convierte en un incordio porque es un ser inferior al que hay que tratar con rudeza para que no saque la cabeza. Esa ha sido la finalidad de las políticas del PP nacional estos últimos 4 años, y esta es la realidad en la ciudad de Granada, ahora avalada por los chicos de naranja. 

Está claro que en el PSOE no vamos a dar un sólo paso atrás en ninguna de las políticas que marcan nuestro ADN, y la Igualdad quizás sea la más importante, mucho más ahora que esa Igualdad cuenta con más enemigos que avalan lo de siempre disfrazados de nueva política.