Han pasado 14 años desde que se firmó el protocolo para crear el edificio
El Centro Lorca al fin cumple su cometido y expone parte del legado
Con 'Una habitación propia', la exposición que se inaugura este mediodía, Granada recibe los primeros fondos del tan ansiado legado de Federico García Lorca.
P.V.M.
Tras la inauguración oficial este mediodía, el Centro Lorca abrirá sus puertas a la ciudadanía para mostrar por primera vez el legado.
Catorce años y un mes después de que Junta, Gobierno central, Diputación Provincial, Ayuntamiento, Residencia de Estudiantes y Fundación García Lorca, representada entonces por Manuel Fernández-Montesinos -fallecido en 2013-, firmaran el protocolo general de colaboración para impulsar el Centro Lorca y albergar en el edificio el legado del poeta, al fin se hace una realidad y este comienza a cumplir su cometido.
De ese tiempo transcurrido, los ya casi tres últimos años ha estado abierto pero vacío de contenido, pese a los esfuerzos por programar actividades culturales e instalar exposiciones de cierto calado, como la de Arroyo, que ha precedido a 'Una habitación propia', la muestra que se inaugura este viernes en un acto oficial con la presencia de varios consejeros de la Junta y las principales autoridades locales.
Con su instalación, Granada recibe una primera parte del legado que tanto anhela y que debe quedar depositado en su totalidad para el 30 de junio. Así lo establece el acuerdo alcanzado en diciembre del pasado año por Laura García Lorca y las administraciones. Queda trabajo por hacer y letra pequeña por resolver para conseguir que todos los fondos se custodien en la magnífica cámara acorazada que constituye el corazón del edificio levantado en la Plaza de la Romanilla, un espacio urbano tomado ahora por los establecimientos de hostelería.
El Centro Lorca cobra sentido tras un tortuoso camino y 20 millones de euros de inversión. En ese camino se han registrado todo tipo de problemas económicos y desatinos en la gestión durante la construcción; desencuentros insalvables entre las administraciones y la Fundación que preside Laura García Lorca, una entidad que ha estado en el centro de la polémica en los últimos años; y finalmente, un acercamiento imposible de imaginar cuando las instituciones reprendían a la Fundación exigiéndole incluso la devolución de cantidades millonarias.
Despejado ahora, la ciudad pone de nuevo el contador en marcha para completar el traslado.
Y después, una nueva prueba para poner en marcha la fundación pública que asumirá esos fondos. Tres años se dan de plazo las partes para conseguirlo. Durante ese tiempo, el legado queda en usufructo, la fórmula elegida para cuadrar las cuentas entre Fundación y administraciones.
Al margen de la negociación y los aspectos administrativos para garantizar su correcto funcionamiento -se debe dotar de plantilla y presupuesto, elegir a su gerente y concretar el papel de Laura García Lorca-, el Centro Lorca afronta otro reto mayor: responder a las expectativas y convertirse, como se viene anunciando desde el primero de los protocolos firmados en 2004, en un referente internacional para el estudio y la proyección de la figura, ya universal, de Federico.
Todo ello además con la transparencia que exige un espacio cultural de esta magnitud y que hasta ahora ha sido uno de los puntos más débiles del proceso. Primero por discreción para no dinamitar las negociaciones y, después, para tratar de zanjar y dar por cerrada una situación molesta.
Poesía y música
Para dar la bienvenida a la primera parte del legado, este jueves por la tarde, en el teatro del Centro Lorca se celebró una lectura de poemas de Lorca. Ciudadanía anónima, representantes políticos y del mundo de la cultura se sumaron a un acto con momentos intensos y que cerró Niños Mutantes, la banda que ha dedicado en su último trabajo una canción a Granada y Federico: 'FGL'.
Lectura de poemas de Lorca, este jueves, en el teatro del Centro Federico García Lorca. p.v.m.
Y este viernes, después de la inauguración oficial, el Centro Lorca abrirá sus puertas para mostrar, por primera vez y aunque sea solo en parte, el legado de Federico.
