Las lluvias alivian ríos y embalses, pero el año sigue siendo más seco de lo normal
Cauce del río Seco, en Almuñécar, el viernes. Ayto. Almuñécar
Las lluvias de los últimos días, que seguirán en las próximas jornadas, han sentado de maravilla a la provincia. Han llenado cauces de ríos tradicionalmente secos, como el Dílar; han hecho brotar a borbotones el nacimiento del Darro en la Sierra de Huétor, han recargado el manto blanco de Sierra Nevada y también han causado problemas en la costa.
En los tres primeros días de marzo ha llovido más que lo que suele hacerlo de media es todo el mes, unos 55 litros por metro cuadrado en el Aeropuerto (el promedio histórico de marzo es de 32 l/m2), con zonas de la costa por encima de los 100 litros.
Pero si ampliamos la perspectiva, hay que seguir preocupándose, porque el año hidrológico sigue siendo más seco lo normal y lo que ha llovido desde octubre solo ha servido para no agravar la situación y ganar tiempo a la espera de que la primavera sea lo suficientemente lluviosa, aunque, según la predicción estacional de la Agencia Estatal de Meteorología, en los próximos meses hay más probabilidades de que las precipitaciones estén algo por debajo de una primavera normal en esta zona de la península.
Aeropuerto | Loja | Baza | Motril |
53,7 | 69,6 | 29,0 | 91,9 |
Fuente: Agencia Estatal de Meteorología
Como se ve en la tabla, la lluvia ha sido abundante en la provincia en este inicio de marzo, especialmente en la costa y menos en zonas como Baza. El viernes, día 2, se concentró la mayor parte de las precipitaciones, con 35,5 litros en el Aeropuerto y 58,7 en Motril. Las lluvias seguirán en los próximos días, por lo que marzo ya va a ser un mes con precipitaciones muy por encima del promedio de ese mes.
Pero no ha sido así en los meses anteriores, a excepción de noviembre. Desde que empezó el año hidrológico (va a de octubre a octubre), en octubre, diciembre, enero y febrero llovió por debajo de la media histórica de esos meses.
Periodo | Año 2017/2018 | Promedio 1981-2010 |
Octubre | 35,9 | 40 |
Noviembre | 78,6 | 54 |
Diciembre | 32,7 | 56 |
Enero | 23,4 | 42 |
Febrero | 15,5 | 38 |
Total octubre-febrero | 186,1 | 230 |
Fuente: Aemet y datosclima.es. Datos medidos en el Aeropuerto de Granada
Octubre fue un mes con lluvias cerca de lo normal en ese mes, aunque hay que recordar que fue extremadamente caluroso. Noviembre sí que estuvo por encima del promedio, pero a partir de ahí las precipitaciones han estado por debajo de la media, especialmente enero y febrero.
Marzo ayudará a recuperar algo de lluvia perdida, pero, a no ser que llueva muchísimo hasta final de mes, la mitad del año hidrológico se cerrará algo por debajo del promedio histórico. Insuficiente después de cuatro años seguidos secos y con la perspectiva de una primavera algo menos lluviosa de lo normal y de un verano que, por la experiencia de años anteriores y de los evidentes efectos del calentamiento global, promete ser de nuevo totalmente seco y muy caluroso.
Al menos los embalses de la provincia han recuperado algunos puntos de porcentaje de llenado. Ahora mismo el total de pantanos que dependen de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (todos los de la provincia menos Rules y Béznar), están al 36%, según los datos que ofrecía este sábado la CHG. Al inicio del año hidrólógico (octubre) estaban al 30,7%, por lo que han recuperado algo más de 5 puntos. Pero hace justo un año superaban el 45% de media, por lo que la situación sigue siendo inquietante y precisa de mucha más lluvia porque hay que recuperar el déficit de cuatro años secos seguidos.
El cuadro recoge la situación de los embalses de la CHG en Granada, según los datos de este sábado a las 18.00 horas (datos a tiempo real sin contrastar, adiverte el organismo). Canales, el principal que abastece a la capital y área metropolitana, está al 31,5% y ha recuperado varios puntos desde que comenzó el año hidrológico al 27%. Su nivel sigue siendo muy bajo, aunque en los próximos meses se beneficiará del deshielo de Sierra Nevada.
El que presenta más llenado es el de Cubillas, con casi el 74% de su capacidad, y el peor el de San Clemente, que no llega al 10%.
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