'Granada, el AVE como quimera. Nos quitan el tren'
El ferrocarril público atraviesa un momento complicado y tras años de falta de inversiones, de un deterioro intencionado, de sustitución por un transporte elitista, ahora se empieza a cuestionar incluso su carácter de servicio público, qué objetivos debe perseguir y que necesidades debe satisfacer.
Todo esto viene marcado por la política de transporte de la Unión Europa, que define la movilidad “como un derecho de los intereses económicos” más que como un derecho social y en ese derecho mal conceptuado están las mercancías, las personas, trabajadores y los beneficios económicos, sobre todo.
Granada está pasando un auténtico calvario, el sueño entre telarañas, la quimera de la Alta Velocidad, la espera después de veinticinco años de un sueño. Granada espera
Entre varales de pasión, Granada está pasando un auténtico calvario, el sueño entre telarañas, la quimera de la Alta Velocidad, la espera después de veinticinco años de un sueño. Granada espera.
Al tren en la provincia de Granada, como transporte público, social, integrador, sostenible justo y accesible, lo están finiquitando, aquellos que con palabras altisonantes, como progreso, desarrollo y otras, están gestionando la Alta Velocidad como la panacea del transporte, mientras deterioran trayectos ferroviarios, vías, trenes y servicios, desmantelando en silencio poco a poco nuestro ferrocarril de siempre.
Pero Granada ya no está dormida, se está dando cuenta de que hay que seguir el camino de la movilización para conseguir que la denuncia pública cree la conciencia necesaria para parar estos atropellos que los gestores y los políticos utilizan para su promoción personal
Los trayectos Granada-Madrid y Granada-Barcelona por Linares-Baeza y Moreda han sido desmantelados por la vía de los hechos consumados, pero esto no es todo, pues las cercanías con Sevilla, Algeciras, Loja, Córdoba, Jaén, Almería, se “liquidan” amparados en decisiones ministeriales que condenan a nuestra provincia a un futuro ferroviario de segunda categoría, abortando cualquier atisbo de progreso y de desarrollo para el ámbito comarcal y basando toda la comunicación regional en una plataforma de AVE que necesariamente ha de pasar por Antequera.
Por otro lado nada se dice de que va a pasar con el Corredor Mediterráneo, otro puntal para el futuro de nuestra provincia y que se aleja cada vez mas de las promesas y de los proyectos europeos para conseguir que Granada y provincia entren en esos trayectos tan necesarios para nuestro desarrollo. Si no se construye doble vía en los proyectos actuales, no se ponen las bases para que ese Corredor transcurra por nuestra provincia. Otro despropósito más.
A Granada este “premio” le ha tocado en pleno, una provincia aislada por ferrocarril mas de dos años, sin visos de reconexión y con la falta de transparencia e información de que hace gala el Ministerio de Fomento, sin saber cuando se resolverá esta situación.
Existen, pues unos elementos muy tramados como son
- El megaproyecto de la Alta Velocidad como única salida y fuente de actividad principal ferroviaria (falso pues no se cumplen los parámetros para esa alta velocidad ya que no hay doble vía, velocidad mínima en los túneles de Loja etc.) mientras desmantelan el ferrocarril convencional , que no interesa para una futura privatización.
- Preparan una ciudadanía sumisa, conformista y engañada, habituada a plegarse a las consignas de algunos políticos locales muy bien entrenados (los conseguidores de sueños incumplidos) y que solo piensan en terrenos, plusvalías y contratos, no en los ciudadanos de Granada.
Ante semejante apuesta, ¿seguimos jugando? ¡Granada no!
Pero Granada ya no está dormida, se está dando cuenta de que hay que seguir el camino de la movilización para conseguir que la denuncia pública cree la conciencia necesaria para parar estos atropellos que los gestores y los políticos utilizan para su promoción personal.