El reto de construir una nueva familia
El pasado martes Paco y José pasaron unas horas en uno de los centros de acogida de menores adscritos a la Junta de Andalucía para encontrarse con un grupo de hermanos de entre 5 y 8 años. El objetivo de esta visita fue que vayan conociéndose, que tiendan puentes y tomen confianza para comprobar si dentro de unos meses Jose y Paco pueden convertirse en padres de ‘acogida permanente profesionalizada’ de estos menores. Algo que provoca lógicas incertidumbres: “No sabes como van a reaccionar ellos, como vas a reaccionar tu como persona, como pareja… Es un cambio muy grande, son muchas cosas, muchos miedos, muchas preguntas que te haces, y hasta cosas tontas…” explican.
La acogida permanente profesionalizada promovida por la Junta de Andalucía cuentan con una ayuda económica para las familias en torno a los 850 euros y requiere cierta formación “aunque si no la tienen, Aldaima los forma, eso no es impedimento”, explica Pilar Jiménez Robles, psicóloga de esta asociación encargada de la gestión del Programa de Acogimiento Familiar de Menores del Gobierno autonómico en Granada.
El perfil es el de niños y niñas, normalmente entre 7 y 12 años, que viven en centros de acogida y que no pueden volver con sus familias biológicas. Menores con necesidades especiales, problemas graves de conducta pero también grupos de tres o más hermanos y con más de 7 años. Estas edades, según explica Jiménez Robles implican “que se respete mucho la identidad de estos niños y su pasado, de dónde vienen, por qué sus padres biológicos no pueden tenerlos”, explica, “deben ser conscientes de la situación que han tenido”.
Técnicos de la asociación Aldaima. indegranada
Tanto es así que estos menores, aunque sean acogidos de forma permanente, continúan manteniendo una vez al mes encuentros con sus familias biológicas. Estas reuniones están supervisadas por técnicos de Aldaima y no hay contacto entre las familias biológicas y los padres y madres de acogida “y si no van bien o hubiera algún problema, existe la posibilidad de cancelarlas”, afirma la psicóloga de la asociación. Reconoce que este aspecto causa cierto rechazo a la hora de decidirse por esta modalidad de acogida, aunque aclara que “es raro que surjan problemas con estas visitas”.
No obstante, algunos como Jose y Paco coinciden en valorar como “positivo el enfoque de que el niño mantenga vínculos con la familia”. Así, no sólo lo aceptan sino que lo convierten en una de sus motivaciones para escoger este tipo de acogimiento. “Todos preferimos un bebé chiquitito y muy bonito, que lleve mis apellidos y todo esto, pero porque ya tenga tres años más no le podemos quitar el derecho a otra oportunidad” dice Jose, a lo que Paco añade “la alternativa de estos niños es la institucionalización y podemos ofrecer a un menor la posibilidad de un ambiente familiar, desarrollarse de otra forma, que tenga una vida más normalizada”. “Que viva en un hogar, una casa, una familia”, apostilla Jose.
Esta pareja, que vive en la capital granadina -y de la que no facilitamos sus apellidos para mantener su anonimato-, quería buscar la alternativa de la paternidad en una adopción o acogimiento y se acercaron a una de las reuniones informativas de Aldaima para conocer las posibilidades existentes. “El perfil de las familias es muy dispar, cada vez vienen más mujeres solas que quieren ayudar, ser madres, pero también hombres solos”, explica Jiménez Robles, características que se suman “a matrimonios y parejas de hecho, algunos con niños grandes de ocho o diez años que quieren ampliar la familia, así como parejas de chicos y parejas de chicas”. No obstante, no es tan usual encontrar personas que acepte la acogida de más de dos hermanos (“siempre se trata de no separarlos”, explican en Aldaima), como es el caso de Paco y Jose.
Tipos de acogimiento:
Acogimiento en familia ajena: Acogimiento familiar permanente: Se promueve cuando no existe previsión de reinserción del menor en su familia biológica y se aconseja la integración de un menor en otra familia sin creación de vínculos de filiación. Por lo general niños y niñas de más de 7 años. Puede ser remunerado dependiendo de la situación económica de la familia acogedora.
Acogimiento familiar simple: Carácter transitorio que se promueve cuando se produce una situación de crisis en la familia del menor pero se prevé su reinserción a corto plazo en la misma o se acuerdan otras medidas de protección más estables. Generalmente para menores entre 0 y 6 años. Puede ser remunerado dependiendo de la situación económica familia acogedora
Acogimiento familiar de urgencia: Los acogedores están disponibles para proporcionar a los menores un hogar de forma inmediata. Generalmente dirigida a edades inferiores a los siete años. La duración máxima es de 6 meses y 3 prorrogables. Remunerada en todos los casos.
Acogimiento permanente profesionalizado: El acogimiento profesionalizado va dirigido a los y las menores que superan los siete años o que tienen una discapacidad física, intelectual o sensorial, o que padecen una enfermedad crónica o que son portadores del VIH o que son un grupo de hermanos y, por tanto tienen que ser acogidos conjuntamente. Las familias acogedoras profesionalizadas además de cumplir los requisitos propios de idoneidad para un acogimiento familiar, también deben disponer de formación o experiencia cualificada para atender las necesidades especiales que requieren la situación de estos menores. Dicha formación puede estar relacionada con alguna de las siguientes áreas: cuidado infantil, educación, atención social, sanitaria, discapacidad, entre otras. Remunerada en todos los casos.
Acogimiento en familia extensa: Cuando los padres no pueden hacerse cargo de sus hijos, la primera opción siempre que sea posible es que sus familiares se hagan cargo de ellos. De este modo los menores pueden permanecer en su propio contexto familiar. La familia extensa puede recibir una ayuda económica.
Fuente: Asociación Andaluza de Apoyo a la Infancia (Aldaima)
Al interesarse por la acogida entraron en el proceso que esta asociación marca para la adopción o acogimientos: “Primero se informa a los interesados de las posibilidades que existen, después damos una formación específica, se realizan una serie de entrevistas para declarar aptos a los interesados y se les da la ‘idoneidad’ en un proceso que suele llevar unos 3 ó 4 meses aproximadamente”, explican desde Aldaima. Fue seis meses después de este proceso cuando la asociación le propuso a Jose y Paco la adopción permanente profesionalizada para no separar a un grupo de hermanos, algo que aceptaron aunque “en principio estábamos pensando en un acogimiento permanente de dos”.
Antes de que se haga oficial, Jose y Paco deben pasar lo que denominan “periodo de acoplamiento”, un proceso con “mucha incertidumbre, no sabes qué te vas a encontrar”. Los que están inmersos en este proceso van conociendo a los niños, programan salidas con ellos y paulatinamente van quedándose alguna noche en sus casas hasta decidir si se puede formalizar el acogimiento. “Un proceso que sigue Aldaima, algo que también nos da tranquilidad y seguridad y te da pistas de cómo puede salir la cosa”, señala Paco.
No obstante, el inicio de este proceso y la inminencia de una posible acogida lleva a Jose a confesar, entre risas, estar “cagao”. “Lo paso mal. Estoy estudiando y trabajando y si nos sale bien la propuesta es un cambiazo de vida y es estresante” apunta, aunque con la perspectiva clara de que “seguramente un padre y su mujer embarazada también estarán cagaos…”
La pareja afronta con ilusión el proyecto, aunque es consciente de las dificultades
A pesar de la ilusión con la que afrontan este proyecto, ambos son conscientes de que puede salir mal y mantienen las ideas claras en este sentido. “Puede ser que en la primera visita cualquiera de los dos diga que no, o uno diga que no y ya está. Y no nos vamos a sentir mal ni culpables. Si sale mal sale mal, no podemos forzar una cosa que si no va bien al final va a ser peor”, explica Jose, mientras Paco añade que “tiene que haber un encaje. Si no hay un encaje bueno no se puede forzar la máquina”. Algo que corroboran desde Aldaima que reconocen que “siempre se presentan dificultades durante el acoplamiento”, aunque señalan que “hay muy pocos fracasos, porque nosotros hacemos un estudio exhaustivo para encontrar perfiles de familia y menores que encajen y hay un seguimiento y contacto permanente”.
Y tampoco son ajenos a las complicaciones futuras aunque todo fuera bien durante el periodo de acoplamiento como el “cambio conceptual para ellos y para nosotros, nueva familia, colegio, casa…” señala esta pareja. “Que luego pueden surgir problemas, claro, seguro… infinidad de problemas”, comenta Paco, que debido a su profesión está habituado a trabajar con menores en exclusión o riesgo de exclusión: “Sabes que vienen de una historia dura y no sabes hasta que punto se puede reflejar esto en la personalidad del niño. Pero muchos niños son resilientes, se crecen ante la adversidad y generan mecanismos de defensa y no todos los niños en situación problemática tienen que tener algún problema o ser problemáticos”.
Y entre estas dificultades también se encuentra la de constituir una pareja de hombres: “siempre hay un poco de miedo al rechazo pero yo creo que el miedo al rechazo lo tendría también una pareja heterosexual… A lo mejor nosotros lo podemos enfocar más hacia una orientación sexual, pero al final es miedo al rechazo” explica Jose que, pensativo, matiza: “Me da más miedo al rechazo más que de los niños de la familia”, “que puedan transmitirlo a los niños”, añade Paco. “Que puedan transmitirlo a los niños, eso es…” continua Jose, “porque yo creo que los niños a priori… Los niños son más básicos, menos cargados de prejuicios y etiquetas y toda esta historia”.
Si todo va bien dentro de unos meses saldrán unos cuantos menores “de la lista de 35 o 36 (número que el servicio de Menores de la Junta reduce a 23) que aún están esperando familias permanentes en Granada”, indica la psicóloga de Aldaima, que invita a todo el mundo a informarse de este mundo por medio de la página de Facebook de la asociación o mediante la próxima charla informativa que tendrá lugar el 14 de septiembre a las 17.00 horas en su sede. Si todo va bien, Jose, con la amplia sonrisa con la que se plantea esta nueva etapa de su vida y de la de Paco, ya invita “a hacer un reportaje de cómo ha ido dentro de un año”.
Evolución de resoluciones de desamparo
Años |
2011 |
2012 |
2013 |
2014 |
2015* |
Resoluciones |
128 |
202 |
194 |
162 |
96 |
*A 31 de mayo
Evolución tutelas de la Junta
Años |
2011 |
2012 |
2013 |
2014 |
2015* |
Tutelas |
710 |
705 |
692 |
698 |
685 |
*A 31 de mayo
Evolución menores con acogimiento en familias
Años |
2011 |
2012 |
2013 |
2014 |
2015* |
Menores |
378 |
408 |
387 |
369 |
432** |
*A 31 de mayo
**Un total de 279 familias
Evolución de menores en centros de la Junta o concertados
Años |
2011 |
2012 |
2013 |
2014 |
2015* |
Menores |
358 |
302 |
331 |
338 |
331 |
*A 31 de mayo
Número de adopciones
Años |
2011 |
2012 |
2013 |
2014 |
2015* |
Propuestas |
71 |
97 |
90 |
80 |
95 |
Constituidas |
17 |
4 |
24 |
14 |
14 |
*A 31 de mayo
Evolución del número de acogimientos
Tipo acogimiento |
Acogimiento simple |
A. Permanente |
Preadoptivo |
Año 2013 |
10 |
48 |
17 |
Año 2014 |
29 |
17 |
11 |
En estos momentos hay 2 familias disponibles para acogimiento simple; 5 para acogimiento permanente y 80 para adopción nacional.