Desde el año 1999 en cada mes de julio renuevo mi compromiso de abonado con el Granada CF. En este mes caluroso la afición rojiblanca peregrinábamos hasta la famosa calle Recogidas para hacer cola con el fin de subir a la histórica sede del club en el número 35.

Las campañas de abonados impregnaban el diseño de estos carnets: “El diablo de Carmelo” (aquel fatídico intento de crear una mascota para el Granada), “Un sentimiento”, “Billete hacia las Estrellas”, “Lo llevo en los genes”, “Tengo una corazonada”, “Complícate la vida” (con divertidísimos spots publicitarios), “Sobran las palabras” y ahora el último lema “No es casualidad, es el Granada” son algunas de aquellas campañas de captación de abonadas y abonados que trataban de sacar el ADN de nuestra historia

Del carnet con foto y plastificado y escrito a máquina, el cual debían ticar con una máquina de hacer agujeros a la entrada del estadio, pasamos a los que se leían con código de barras o a los más modernos con código QR.

Las campañas de abonados impregnaban el diseño de estos carnets: “El diablo de Carmelo” (aquel fatídico intento de crear una mascota para el Granada), “Un sentimiento”, “Billete hacia las Estrellas”, “Lo llevo en los genes”, “Tengo una corazonada”, “Complícate la vida” (con divertidísimos spots publicitarios), “Sobran las palabras” y ahora el último lema “No es casualidad, es el Granada” son algunas de aquellas campañas de captación de abonadas y abonados que trataban de sacar el ADN de nuestra historia.

Pero no solo sigo a nuestro histórico club de rayas rojiblancas horizontales. El CD Huétor Vega también es el equipo con el que también renuevo mi vinculación como abonado.

Pues bien, cuando se renueva el carnet, siempre se cae en la tentación de mirar el número de socio que ocupas en la entidad. Cuantos más años llevas de socio el número es menor, hecho que usábamos años atrás como motivo de orgullo. “He bajado 200 puestos”, “ya estoy por debajo de los 4000”, “cada año tengo un número más pequeño de socio”… eran algunas de las frases que se escuchaban en los círculos más cercanos de amistades futboleras.

Pero no solo sigo a nuestro histórico club de rayas rojiblancas horizontales. El CD Huétor Vega también es el equipo con el que también renuevo mi vinculación como abonado

Pero con el paso del tiempo te das cuenta que cuando este número desciende no es por nada bueno. Puede ser porque el socio haya decidido no renovar el abono (por desconfianza en el proyecto o porque no tenga dinero para llevarlo a cabo) o, peor aún, porque haya fallecido.

Es por ello por lo que al mirar esa cifra en la actualidad me viene a la mente la posibilidad de que numerosas personas no estarán de nuevo en el estadio al habernos dejado.

Y es, en ese momento, cuando me acuerdo de personas como Chemari Fernández, Pepe Tilín o Mariano Molina socios del CD Huétor Vega que seguirán animando al Huétor allá donde estén o de tantas socias y socios del Granada que fallecieron y no podrán acudir al campo situado en Pintor Maldonado

Y es, en ese momento, cuando me acuerdo de personas como Chemari Fernández, Pepe Tilín o Mariano Molina socios del CD Huétor Vega que seguirán animando al Huétor allá donde estén o de tantas socias y socios del Granada que fallecieron y no podrán acudir al campo situado en Pintor Maldonado.

Solo con el paso del tiempo te das cuenta que lo importante no es que el número de socio descienda sino el simple hecho de poder seguir viéndolo in situ puesto que, por desgracia, hay socias y socios que siguen a nuestro equipo desde el cuarto anillo. Seguid disfrutando de nuestro equipo allá donde estéis, se os echa de menos.