'Silencios y soledades'

Es una exposición cuya visualización transcurre sencilla, ligera y apacible. Esta impresión es debida a la conjunción del color conseguida por la autora, que con sus tonalidades modula la contemplación, consiguiendo adentrar al espectador en el espíritu del paisaje plasmado en sus piezas.
Cristina Cassy Tibón es una pintora mexicana asentada desde hace muchos años en Granada. En esta ocasión describe en su obra los paisajes alpujarreños, dura campiña de serranía agreste, encerrada en sí misma, lugar en el que perviven aún las raíces ancestrales de la cultura tradicional. Es el paisaje el que imprime el carácter, la impronta de sus habitantes y forma de vida, por lo que basta su contemplación para comprender el genio de sus moradores.
Es el paisaje el que imprime el carácter, la impronta de sus habitantes y forma de vida, por lo que basta su contemplación para comprender el genio de sus moradores
La obra de esta artista fluye sujeta al cromatismo definidor de la escena, conseguido gracias al orden armonioso de las manchas de color, que con su mayor o menor intensidad, definen la fuerza de la impresión suscitada, en la contemplación de la escena reflejada en sus composiciones. Esta sensación marca la definición de la imagen evocada, siendo su intención primera no recoger fielmente la realidad física percibida, sino el choque emocional producido en su encuentro, que la artista transcribe en sensaciones de calma serena ante la plenitud observada, vivida, impregnación poderosa que el ambiente ejerce en la persona, atrapa y la introduce en su cosmos íntimo.
Esta es la cualidad percibida en la obra de Cristina Cassy. En su obra los campos, y rincones de pueblos, encierran un halo de misterio, que se mezcla con el esplendor luminoso. Ese algo enigmático en el ambiente es plasmado con liviandad, delicado juego de claridades y formas descarnadas, soledades y profundos silencios insinuados, que consiguen dar un impulso sensitivo en la contemplación de su obra.






















