Relato de un verano gozoso
Posee una impronta poderosa la obra de David Conde Ayala, gracias a la definición precisa y rotunda del dibujo, la limpieza de sus trazos y el color incorporado, el cual es atractivo y familiar a la mirada del espectador, extraído del entorno cotidiano de la ilustración de la publicidad que nos rodea. Es un cromatismo que se expande ligero y fugaz, cuando es cálido y suave al tacto perceptivo, grávido y denso si quiere mostrar zonas de umbrías como profundidades en su observación.
En esta serie de piezas, David Conde premia en su plasmación aquellas gamas luminosas, cargadas de tonalidades naranjas, verdosas, doradas, azulados evanescentes, con una claridad difuminada, que lo invade todo
Pero en esta serie de piezas, David Conde premia en su plasmación aquellas gamas luminosas, cargadas de tonalidades naranjas, verdosas, doradas, azulados evanescentes, con una claridad difuminada, que lo invade todo. Sensación de brillo solar, alegría, libertad en la acción, peso del calor que agobia a veces el momento del día. Mas todo el conjunto tonal invita al desenfado. Crea un afecto de existencia feliz, enmarcada dentro de un escenario sublimado de la realidad, casi esquematizado, en la frontera de la ilustración, soporte del entramado de colores añadidos en la pieza, consiguiendo trasformar la representación original concebida, en un ensueño festivo de los momentos luminosos de los meses caniculares. Alegría de vivir, de permanecer en las soledades de las frescas estancias, tras la ventana de la habitación, viendo como trascurren las horas perezosas de la siesta estival, diluyéndose las espesas claridades en las horas triunfantes de la mañana, o tornando a la aventura callejera en la densidad cromática del frescor vespertino.
Todo esto es expresado en la obra de David Conde Ayala, vitalidad, luz exultante, encajada en un ritmo lineal que no rompe el sereno recuerdo de los instantes gozosos, que se quieren rescatar de la memoria.
El pintor logra construir este relato con pulcritud narrativa, estructura concisa de las figuras, equilibrio en la paleta utilizada, ritmo monocorde del recuerdo feliz impreso en sus piezas. Brillante propuesta plástica es la mostrada por David Conde Ayala.