El sábado por la tarde invité a un par de amigos a ver el documental ¿Quién fue Juan Latino? No pude verlo cuando lo estrenaron en la Universidad el pasado año. Por eso me senté, todo ilusionado, ante La 2.

Los que mirábamos embobados la pantalla somos conocedores de la vida y obra de Juan Latino. Uno de mis televidentes quizás sea quien más lo ha estudiado. Del embobamiento y la ilusión fuimos derivando a la decepción, hasta llegar a un profundo fiasco

Esperaba visionar un documental al uso. Biográfico, más o menos documentado, un poco dramatizado con suerte. Como los que me empapo de arquitectura romana o los de Canal Historia. Pero no. Estuve una hora ansiando que entrara en materia. Y nunca entraba.

Los que mirábamos embobados la pantalla somos conocedores de la vida y obra de Juan Latino. Uno de mis televidentes quizás sea quien más lo ha estudiado. Del embobamiento y la ilusión fuimos derivando a la decepción, hasta llegar a un profundo fiasco. No voy a entrar en narrativa técnica ni a cuestionar la libertad de guionistas, directores y montadores de ofrecer el producto que deseen. Pero hay aspectos que un granadino con unos mínimos conocimientos de nuestra Historia no puede pasar por alto.

Cuando aparecen los créditos finales te asalta la duda de si lo que acabas de ver es una biografía de Juan Latino o un publirreportaje de la Universidad… de la UGR correspondiente equipo de gobierno que financió la obra en su momento. La grabación es un continuo cameo de cargos, carguillos y carguetes (incluidos dos rectores in tempo) que prácticamente nada aportan. También se cobra sus largas cuotas de pantalla el director del Instituto Cervantes, sin saber muy bien a qué viene tanta caja fuerte. A no ser que se le invitara en su condición de catedrático de literatura.

¿Dónde está la Granada del siglo XVI en que se desarrolló la vida de Juan Latino? Esa ciudad en tránsito de lo mudéjar a lo cristiano, en construcción, cochambrosa, llena de malos olores, de pobreza, con moriscos por todos los rincones, etc. La que se nos presenta es una sociedad idílica

¿Dónde está la Granada del siglo XVI en que se desarrolló la vida de Juan Latino? Esa ciudad en tránsito de lo mudéjar a lo cristiano, en construcción, cochambrosa, llena de malos olores, de pobreza, con moriscos por todos los rincones, etc. La que se nos presenta es una sociedad idílica. Con una ambientación y un vestuario salidos de Ya es primavera en el Corte Inglés, la revista Vogue o Ariel lava más blanco. Por supuesto, la única dramatización que se salva es la del grupo teatral.

El discurso de una hora lo han convertido en una cascada, un aluvión o totum revolutum por el que pululan descontextualizados flash backs desencajados, discos de Morente, los Lagartija, la agenda 2030, la maqueta-proyecto de la Azucarera, las facultades nuevas del PTS, el Metro, la Orquesta de la Universidad, el director de la biblioteca de Tombuctú, el Carmen de la Victoria, la Corrala de Santiago, etc. Insisto: más parece un documental de la UGR idealizada y para una campaña electoral que un recordatorio/homenaje al primer catedrático negro de Europa. Han obviado que estuvo más ligado y al servicio de la Iglesia que del Rey, que por entonces no se sabía dónde acababa una y empezaba el otro.

Que si Hospital Real por acá, que si Real Hospital por acullá. Todas las imágenes se afanan por dar a entender que este edificio que recorren Juan Latino, su amo Fernández de Córdoba y algunos alumnos asisten a clases de esa flamante Universidad Literaria.

Me pregunto por qué todas estas escenas que representan a la Universidad Literaria no se han grabado en su edificio original, la Curia ¿Acaso no se pidió colaboración al Arzobispado, se negó o se prescindió para no contar la realidad del XVI granadino?

Me pregunto por qué todas estas escenas que representan a la Universidad Literaria no se han grabado en su edificio original, la Curia ¿Acaso no se pidió colaboración al Arzobispado, se negó o se prescindió para no contar la realidad del XVI granadino? ¿Por qué no aparece ni por asomo el papel de la Iglesia, que fue realmente la protagonista y controladora de la Universidad en sus primeros siglos?

No vimos por ningún sitio la escuela de latines de la Catedral donde realmente se forjó y tuvo su mayor protagonista Juan Latino. Por supuesto, de su obra y sus libros no se dice prácticamente nada.

Pero, en fin, todo esto son liberalidades de sus creadores que debemos respetar. Aunque no las compartamos. Seguro que hubiesen mejorado su contenido, y mucho, si el guion se lo hubieran consultado antes al gran biógrafo de Juan Latino (el catedrático de Latín José Antonio Sánchez Marín). Este emérito universitario ha publicado más de veinte investigaciones sobre el personaje.

Yo, que me he leído muchas de ellas, no puedo pasar por alto algunas imprecisiones, muy gordas, que se vierten en este documental

Yo, que me he leído muchas de ellas, no puedo pasar por alto algunas imprecisiones, muy gordas, que se vierten en este documental. Y las voy a enumerar para poner en sobre aviso a quien lo vea en las siguientes reposiciones:

1. Juan de Sessa dejó bien claro, por escrito, que nació en Etiopía (África negra) hacia 1518. Los Fernández de Córdoba compraron a él y a su madre en un mercado de esclavos, quizás de Sevilla o Córdoba. Los trasladaron unos años después al servicio de los descendientes del Gran Capitán en Granada. Por tanto, es absolutamente inventado que fuese hermanastro de Fernández de Córdoba, a quien acompañaba como paje.

En el documental se afirma dos veces que se debe a Juan de Sessa el hecho de que los Reyes Católicos eligieran Granada como panteón real. Los RR CC tomaron solitos esa decisión tres décadas antes de que naciera el literato

2. En el documental se afirma dos veces que se debe a Juan de Sessa el hecho de que los Reyes Católicos eligieran Granada como panteón real. Los RR CC tomaron solitos esa decisión tres décadas antes de que naciera el literato. Llevaban varios años enterrados cuando el niño llegó a Granada.

3. Tan pronto se dice que tuvo 5 como 4 hijos. Quizás una errata.

4. Da a entender que trató a Cervantes en su efímera visita de horas a Granada como cobrador de impuestos y que conoció El Quijote. La asincronía es total, ya que Juan de Sessa murió al menos una década antes de que fuese publicado en 1605. El Quijote sí le menciona en un verso.

El Hospital Real nunca fue lugar universitario, siempre fue hospital de locos, enfermos, inclusa y ancianos

5. El Hospital Real nunca fue lugar universitario, siempre fue hospital de locos, enfermos, inclusa y ancianos. Es una grave falta de racord hacer pasear, repetidamente, a Juan Latino por sus instalaciones y asociar el edificio a la Universidad del XVI.

6. Aparece una lápida con la supuesta inscripción de su tumba en la cripta de la parroquia de Santa Ana. Esa lápida está desaparecida desde el siglo XIX; por eso, en las excavaciones de 2018 no hubo forma de identificar sus huesos.

Visto lo visto, ojalá no hubiese molestado a los amigos que invité a ver el documental. Después de tanto babear, me quedé frustrado

Visto lo visto, ojalá no hubiese molestado a los amigos que invité a ver el documental. Después de tanto babear, me quedé frustrado. El documental sicodélico no es lo que yo esperaba.

Mis amigos se fueron tan fríos de mi casa como yo salí de la suya con el 7-0 del Gerona al Granada.

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