Una pintura independiente
Posee Ana Rivas Fernández una pincelada fresca, henchida de color, de cuyo trazo surgen una amplitud de temas tratados en sus piezas. No pretende esta pintora buscar registros innovadores en su trabajo plástico, sino que se centra en profundizar la esencia de los motivos que conforman su obra.
Sean paisajes, bodegones, juegos florales o escenas urbanas, la pintora elabora relatos descritos a través de gamas susurrantes, las cuales se abren en sus azules contenidos o verdes silenciosos
Juega con el color, siendo sus combinaciones, y acoplamientos, un ejercicio acompasado a un ritmo modulado de tonalidades, ajenas a saltos de intensidad, sujetas a cambios suaves de cromática topografía, logrando obtener composiciones de visualización tranquila, centradas en la impronta del color, duende que dota de significado a la realidad que cubre con su presencia. Sean paisajes, bodegones, juegos florales o escenas urbanas, la pintora elabora relatos descritos a través de gamas susurrantes, las cuales se abren en sus azules contenidos o verdes silenciosos. Hay escenas en las cuales la pintora introduce misterio sensitivo, que destacan de lo común expuesto, suponiendo chispazos creativos de las posibilidades que su oficio pictórico guarda.
Ana Rivas Fernández es una artista sincera, alejada de extrañas experiencias, cuyo objetivo es insistir en su técnica, mejorarla, olvidada la estructura del dibujo para adentrarse en la sinfonía cromática contenida en sus piezas, la cual discurre sin estridencias, en un tono suave, trasmitiendo sosiego a la mirada, belleza sencilla comunicada en la observación de su obra, reflejo de una alegría vital contagiada.
Interesante exposición la propuesta por esta pintora.