Ya no queda otro cine igual en España y, probablemente, sean pocas las salas del mundo como el Madrigal.

No solo por ser la única que aún proyecta las películas en analógico de 35 milímetros, con su Galaxi 140, la última que queda activa en todo el país. Artesanía pura.

Es por todo eso por lo que hace del Madrigal un cine único, y lo convierte en el último Cinema Paradiso, reconociendo en su alma el espíritu de homenaje al celuloide de la inolvidable película de Giuseppe Tornatore

Ni por un recinto clásico, en el centro de una capital, como es Granada, con la madera y el color rojo del tapizado como protagonistas, con su platea superior, que recuerda a los antiguos cines que ya solo se pueden ver en antiguas cintas cinematográficas.

Ni por resistir en pleno siglo XXI a la brutal competencia de las modernas salas alojadas en centros comerciales. No es por ofrecer la mejor cartelera, a un precio tan reducido. Ni por el esmero con el que cuida y trata al público la familia Torres-Molina.

Es por todo eso por lo que hace del Madrigal un cine único, y lo convierte en el último Cinema Paradiso, reconociendo en su alma el espíritu de homenaje al celuloide de la inolvidable película de Giuseppe Tornatore.

En la Granada que desaparece a lo largo de los años, aún pervive el Madrigal, como patrimonio de una cultura, poco apoyada y cada vez más abandonada, que merece el reconocimiento de las instituciones granadinas. Solo hasta el momento le ha rendido tributo el festival Cines del Sur.

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60 años de buen cine y de historia de Granada, España y el mundo a través de las películas. P.V.M.

60 años es un aniversario muy especial, que el Madrigal lo celebra con humildad, con un cartel que le da gracias a Granada en su fachada por "su cariño y compañía" en estos años.. Y es Granada la que debe darle las gracias por resistir y ofrecernos más que un cine, una filmoteca, con películas de actualidad que sin esta sala nunca se podrían admirar en la gran pantalla.

Fue un 24 de septiembre de 1960 cuando abrió el cine Madrigal con la proyección Un trono para Cristy, de Luis César Amadori, coincidiendo aquel día con la salida de la procesión de la Virgen de las Angustias. Desde entonces, la historia del Madrigal ha sido la historia de Granada, de España, del mundo, a través de las películas

Fue un 24 de septiembre de 1960 cuando abrió el cine Madrigal con la proyección Un trono para Cristy, de Luis César Amadori, coincidiendo aquel día con la salida de la procesión de la Virgen de las Angustias. Desde entonces, la historia del Madrigal ha sido la historia de Granada, de España, del mundo, a través de las películas.

El viernes lo celebró la sala con el estreno de una de las películas revelaciones del año, 'Las niñas', triunfadora del Festival de Málaga y Premio Dunia Ayaso que concede la SGAE en el marco del 68 Festival de cine de San Sebastián, con la asistencia de su directora, Pilar Palomero, que participó en un coloquio de lo más animado.

Su fundadora, la pediatra Ana María González Martínez, fallecida hace dos años, seguirá estando orgullosa por la continuidad de la sala, como alma y defensora infatigable del cine que fue y que abrió junto a su marido, Juan Torres-Molina Díaz, fotógrafo de Granada, desaparecido en 1984. La dueña del Madrigal se hizo cargo de los negocios familiares -incluido el cine- cuando su marido falleció y nunca pensó en cerrarlo pese a los reveses. Sus hijos siguen con la lucha para mantener una sala única.

Gracias Madrigal. Más cine, por favor.