Isabel Jiménez y Carolina Prada: "La música une a gente de todas las ideologías, de todas las clases sociales, de cualquier raza y religión"
Las periodistas Isabel Jiménez Moya y Carolina Prada, Isa y Caro, como firman, son las autoras del libro más necesario para estos tiempos: ‘Canciones de buen rollo’ (ed Silex). Una selección reducida y comentada del espacio digital del mismo nombre en el que cuentan sus relaciones con cada una de las casi 150 canciones citadas, tanto su historia personal como la biográfica de cada pieza, entrelazando las vivencias con la documentación más exhaustiva. El libro incluye la correspondiente ‘playlist’ para su audición paralela a mayor disfrute, que es de lo que se trata. Este sábado, las autoras lo presentan en la disquería Marcapasos (12h), amenizando, de buen rollo, por los grupos Eva y Adán y las Clara’s.
– Cuando me dijeron el título de su libro… se me escapó una sonrisa. ¿De eso se trata?
– En esencia, sí. Lo que reivindicamos en ‘Canciones de buen rollo’ es ese poder que tiene la música para rescatarnos, para hacernos sentir mejor cuando vienen mal dadas. A veces se trata de sonreír, otras de relajarse, de bailar o incluso de llorar, si ese llanto es liberador.
– Imagino que como su prologuista «todo lo importante sucede (a ratos) en las canciones» ¿no?
– Como narra muy bien Fernando Navarro en su novela, las canciones hablan muchas veces de los temas más relevantes de la vida: el amor y el desamor, el sexo, la vida y la muerte, la soledad, el sistema socioeconómico que te asfixia… Por eso la conexión que establecemos con la música es muy intensa y emocional, porque sentimos que nos habla directamente a nosotros, que ha sido escrita para nosotros.
– ¿Cómo pensaron en hacer un blog con estas intenciones primero, y luego prensarlo?
"En 2011 ocurrieron cosas que nos impulsaron a refugiarnos en la música y en la escritura, en contar cómo las canciones nos aliviaban y en compartirlo con más gente a la que le pasaba lo mismo"
– El blog surge de una catarsis vital. En 2011 ocurrieron cosas que nos impulsaron a refugiarnos en la música y en la escritura, en contar cómo las canciones nos aliviaban y en compartirlo con más gente a la que le pasaba lo mismo. ‘Canciones de Buen Rollo’ primero fue un foro de intercambio de temazos en el albor de las redes sociales. Lo del libro fue idea del editor: Ramiro Domínguez, de Sílex, nos lo propuso en plena pandemia y por supuesto dijimos que sí. Entonces pensamos que sería más sencillo de lo que luego fue, sobre todo el proceso de selección: teníamos más de 500 canciones y nos hemos quedado con 137.
– ¡Y lo que se han ahorrado en psicólogos!
– ¡Sin duda! La música tiene un gran poder sobre el ánimo para bien y para mal. Nuestra recopilación tiene como denominador común generar buen rollo (en un sentido muy amplio), pero anda que no hay canciones bajonetis con las que lloras aun en el día más soleado.
– Parece un contenido muy apropiado para estos tiempos ¿no?
– ¿Y para cuándo no? Aunque desde luego, si hay algo capaz de neutralizar la polarización en la que vivimos, eso es la música. Une a gente de todas las ideologías, de todas las clases sociales, de cualquier raza y religión… al menos la buenrollera.
– Se cuenta que en los años sesenta algunas canciones ayudaron a parar la guerra de Vietnam, ¿una canción puede tener tantos superpoderes?
"Ojalá fuera tan fácil frenar las barbaridades y los sinsentidos del mundo. No somos tan ingenuas, pero sí creemos que la música (el arte en general) propicia la reflexión, la sensibilidad y el entendimiento mutuo, que es algo que nos hace mucha falta"
– Ojalá fuera tan fácil frenar las barbaridades y los sinsentidos del mundo. No somos tan ingenuas, pero sí creemos que la música (el arte en general) propicia la reflexión, la sensibilidad y el entendimiento mutuo, que es algo que nos hace mucha falta. ¿Recuerda la Orquesta West-Eastern Divan? La fundaron el director de orquesta argentino-israelí Daniel Barenboim y el intelectual palestino Edward Said para promover valores de tolerancia a través de la música entre jóvenes israelíes y árabes. Ojalá más música y menos ruido…
– Lo que sí es alegrarnos el día…
– ¡Cómo mínimo! Aunque suene a topicazo, la música nos ha salvado la vida más de una vez. Nos ha ayudado a sobreponernos de golpes duros (enfermedades, pérdidas, despidos, rupturas…) y sacarnos la sonrisa en los momentos más inesperados.
– Su libro tiene también su punto ¿de autoayuda? ¡Con un capítulo para cada necesidad anímica!...
– No nos gusta considerarlo de “autoayuda”, porque es un término un poco denostado. Te hace pensar en esos libros donde algún gurú te dice que si deseas algo muy fuerte, lo conseguirás. Aunque escuchar música sí es una forma de autoayudarse, de hacerse bien a uno mismo. En cada capítulo del libro hay canciones que nos han reconfortado en momentos determinados de nuestra vida y creemos que es una sensación que muchos lectores pueden compartir con nosotras.
– Me llama la atención que siendo ustedes de la cosecha del 75, miren hacia atrás ‘sin ira’, algo raro en tiempos tan ‘presentistas’ como estos ¿consideran la música, como la cultura en general, un continuo longitudinal entre generaciones?
"No habría rock si antes no hubiera existido el blues, ni existiría el trap sin el hip-hop, por ejemplo"
– Aunque cuando somos jóvenes creemos que todo lo hemos inventado nosotros, lo cierto es que todo viene de alguna parte. No habría rock si antes no hubiera existido el blues, ni existiría el trap sin el hip-hop, por ejemplo. Ya desde el punto de vista personal, la herencia musical es tremendamente importante. En nuestro caso, nuestros padres han tenido muchísima influencia en nuestros gustos, como es evidente en la selección de canciones del libro. Aunque a veces ocurre lo contrario, que tus padres son fans de Rosendo, por ejemplo, y tú decides escuchar pop cristiano solo por fastidiar ;-)
– Y sin prejuicios sonoros (también valor escaso) ¡Todo vale si la dicha es buena!
– Efectivamente, el eclecticismo es una de nuestras premisas fundamentales y no por decisión razonada, sino por puro instinto –como debe ser tratándose de música–. Tenemos gustos muy dispares cada una y entre nosotras. Dicen que en la variedad está el gusto, pero ya considerarlo valor… es lo que es, a nosotras nos encaja y seguro que a más gente también.
– Me han filtrado que su libro lo van a recetar en la Seguridad Social, ¿qué hay de eso?
– Con que se prestara más atención a la salud mental nos conformaríamos. Pero si van a recetar un libro para hacernos más felices, ¡mejor que sean las obras completas de Francisco Ibáñez!