Entrevista a Antonina Rodrigo
Antonina Rodrigo: "La Memoria está pendiente, tenemos derecho a conocer nuestra Historia"
Escritora, feminista, luchadora antifranquista y comprometida con la recuperación de la Memoria Democrática y el papel de las mujeres, Antonina Rodrigo será investida Doctora Honoris Causa por la Universidad de Granada este martes 14 de junio. Lo recibe como un "alto honor" que suma a lo mucho que considera le ha dado la ciudad en la que nació.
Gabinete Prensa Feria del Libro Granada 2022
Antonina Rodrigo en la lectura del pregón de la pasada Feria del Libro de Granada.
Conversar con Antonina Rodrigo es siempre gratificante, y enriquecedor. Sus palabras guardan la memoria de la posguerra, de las mujeres que lucharon y sobrevivieron a la guerra, las que sufrieron el exilio. Sus palabras son las de una escritora comprometida que defendió, exponiéndose, a Federico García Lorca, biógrafa de mujeres como Mariana Pineda. Defiende que ha estado siempre "donde tenía que estar" y recuerda un prólogo de la escritora y periodista Montserrat Roig para uno de sus libros, defendiendo y elogiando su valentía para dar voz a mujeres silenciadas o en la defensa del poeta de Fuente Vaqueros: Antonina Rodrigo "no se había callado nunca. No se calla nunca".
- ¿Qué significa para usted el nombramiento como Doctora Honoris Causa de la UGR?
Para mí es un honor. Un alto honor y el mayor reconocimiento a mi actividad y a mi profesión, porque soy autodidacta. No me lo esperaba, como no me esperaba la calle en el Albaicín, donde nací, tanto como Granada me ha dado, la vida a ese paraíso de luz, y también de dramas. Estoy muy orgullosa de mi tierra. Juan de Loxa me decía que era embajadora de Granada.
- Usted que ha dedicado tanto tiempo a recuperar la memoria de mujeres, Mariana Pineda y mujeres del exilio, ¿qué cree que nos queda por hacer?
Nos queda mucho. La posguerra en Granada fue durísima, con tantas mujeres encarceladas, violentadas. Siempre defiendo que la entrega de las mujeres a la defensa de la República fue uno de los hechos más épicos de la guerra civil. Se dice que la guerra fue cosa de hombres, en esta guerra nuestra fue cosa de mujeres también. Las médicas, las enfermeras que estuvieron en los frentes, en los hospitales de sangre, llevando a los niños a Francia o a Inglaterra fuera de las bombas, en el hambre de la posguerra...
El papel de la mujer es una cosa muy ponderada cuando hablas en Europa de nuestra guerra.
El franquismo fue un parón, un retroceso enorme para las mujeres
La República fue para las mujeres una luz encendida en todos los aspectos, como tener imagen de persona. Hasta 1837 la mujer no había podido ser lectora ni investigadora en la Biblioteca Nacional. Y eso lo lucharon mujeres. La mujer consiguió muchas cosas con las leyes tan avanzadas de la II República que la protegían. Luego viene la guerra y la dictadura y aquello fue un parón, un retroceso enorme para las mujeres, que tuvieron que disimular que habían sido activistas, que habían estado en mítines y sindicatos y volvieron a las cocinas, a parir cada año los hijos que Dios quisiera, que eso era el nacionalsindicalismo
El papel fue muy preponderante [prosigue en su reflexión]. La mujer, como los hombres, ha seguido en las cunetas, en las montañas y en los pozos. Ha sufrido las cárceles, quitarle a sus hijos y dándolos en adopción. Una sufridora increíble. Fue un retroceso total. Un retroceso de lo que habían conseguido con la II República, como el divorcio o tener un empleo.
"Las personas que van buscando que le abran fronteras y le den papeles fuimos nosotros en el 39"
Al ser preguntada por la irrupción en el panorama político europeo y español de la ultraderecha, que amenaza con retrocesos a las mujeres y cómo convencer de que esa amenaza es real. Responde con contundencia: "es un retroceso total".
Y en su reflexión, habla de la guerra de Ucrania, la violencia que están sufriendo las mujeres y el éxodo que han protagonizado junto a sus hijos e hijas. "Esas colas que veis de personas que van buscando que le abran fronteras, que le den papeles y que le den un sitio, fuimos nosotros en el 39. Nos rechazaron y nos metieron en campos de concentración al lado del mar en los que la mujer paría y se le morían los hijos porque no había ni algodón. Esas fuimos nosotras", recuerda para rechazar el discurso del odio de quien alerta, sobre las personas que huyen de esas situaciones o de la pobreza, con mensajes como "vienen a comerse nuestro pan o a quitarnos nuestro trabajo". "Fuimos ellas", insiste para recordar que el exilio español fue "abundante, triste y largo".
Un recuerdo sobre el exilio que le lleva también a recordar la dureza que encontraron, en su huida a Francia, muchos españoles. Y cómo lucharon con valentía para defender a ese país del horror nazi. Y recuerda a 'La Nueve', que liberó París.
Al ser preguntada por la irrupción en el panorama político europeo y español de la ultraderecha, que amenaza con retrocesos a las mujeres y cómo convencer de que esa amenaza es real. Responde con contundencia: "es un retroceso total".
Y en su reflexión, habla de la guerra de Ucrania, la violencia que están sufriendo las mujeres y el éxodo que han protagonizado junto a sus hijos e hijas. "Esas colas que veis de personas que van buscando que le abran fronteras, que le den papeles y que le den un sitio, fuimos nosotros en el 39. Nos rechazaron y nos metieron en campos de concentración al lado del mar en los que la mujer paría y se le morían los hijos porque no había ni algodón. Esas fuimos nosotras", recuerda para rechazar el discurso del odio de quien alerta, sobre las personas que huyen de esas situaciones o de la pobreza, con mensajes como "vienen a comerse nuestro pan o a quitarnos nuestro trabajo". "Fuimos ellas", insiste para recordar que el exilio español fue "abundante, triste y largo".
Un recuerdo sobre el exilio que le lleva también a recordar la dureza que encontraron, en su huida a Francia, muchos españoles. Y cómo lucharon con valentía para defender a ese país del horror nazi. Y recuerda a 'La Nueve', que liberó París.
Antonina Rodrigo, el pasado año en unas jornadas de Memoria en Granada. vjr granada
- ¿Qué siente cuando visita lugares lorquianos?
Mucha emoción. Federico fue una cosa inmensa. Lo he estudiado mucho. Fui la única mujer en el primer '5 a las 5'. De los 33 miembros del homenaje la única mujer era yo. También ese año, en la entrega del Premio Espejo de España -de la editorial Planeta- a José Luis Vila-San Juan, por el libro 'García Lorca asesinado toda la verdad', sentí la necesidad de advertir que eludían la responsabilidad del régimen franquista en el asesinato del poeta. Me ficharon. Allí había mucha gente importante en el terreno lorquista y nadie levantó la voz.
Siempre he estado donde tenía que estar, en la lucha donde ha hecho falta, donde creía que debía estar.
En el caso de Lorca, defendiéndolo y exponiéndonos, con mucho gusto.
- ¿Es la Memoria Histórica la gran asignatura pendiente de este país?
Muy pendiente. Hemos perdido mucho tiempo. Fui de las primeras que me fui con mi máquina de cintas a Sudamérica, Francia e Italia recuperando las voces nuestras que estaban en el exilio. Como tardamos mucho, perdimos muchas cosas.
Los 40 años del franquismo fueron fatales. La gente tenía mucho miedo, con causa.
"Soy una persona de la posguerra. Me acuerdo de la Granada de la posguerra, fue espantoso"
Soy una persona de la posguerra. Me acuerdo de la Granada de la posguerra, fue espantoso. Venían personas pidiendo por las casas. Recuerdo una mujer vestida de negro con el niño en brazos. Se sentó a la mesa a comer con nosotros, que éramos siete hermanos. Algunos recuerdos son tremendos. Un día llegó una mujer con el niño muerto. Iba pidiendo para comprarle unos zapatos. Si el niño está muerto, para qué los quiere, le pregunté a mi madre. Ese niño nunca había tenido unos zapatos nuevos... O llegar una madre en esos inviernos granadinos tan malos, llamar a la puerta y pedir una limosna o comida; hacerla pasar mi madre y pedir a mi hermano Luis o Augusto que le dieran unos zapatos. Fue una pedagogía familiar muy importante.
Los niños se morían, no había medicación. Siempre elogio al cuñado de Federico, alcalde socialsita y un médico humanista, médico de pobres, que es el título más grande que todos los catedráticos del mundo. Iba al Albaicín y metía monedas bajo la almohada [del enfermo] para que pudiera comprar los preparados Y a su mujer Concha le pidió en una ocasión -me lo contaron sus familiares que llevaran unas sábanas a una casa para que una persona muriera con dignidad. A él lo mataron.
En una Granada tan peligrosa no se podía hablar. Federico estaba prohibido.
Mi madre me hablaba de Federica Montseny, y en el colegio una compañera me dijo que, como la Pasionaria, eran demonios con rabo y cuernos
Mi madre me explicó [evoca una anécdota sobre esa situación de peligro y silencio] que Federica Montseny llenaba plazas de toros. Y yo ingenuamente creía que era una torera. Pero un día en el colegio, una compañera me dijo que Federica Montseny y la Pasionaria eran dos demonios, con rabo y cuernos. Enseguida se lo dije a mi madre. Que Federica Montseny además de ser torera era una demonia. Y entonces me explicó que no, Federica hablaba al mundo obrero y para que los niños estuvieran escolarizados Pero que eso no se lo contara a nadie. Porque era un peligro.
Y cuando la conocí [a Federica Montseny], ella ya sabía la anécdota. Y me pedía que le contara lo de la torera. Se moría de risa. Era maravillosa, la llamaban la Leona por la fuerza con la que hablaba, pero era dulce.
Así aprendíamos los niños la Historia. Porque en los púlpitos y en las escuelas no nos decían nada de nada.
Los alemanes en sus escuelas están enseñando lo que hicieron los nazis. Saber lo que hicieron los suyos, eso es magnífico, aquí no. No sabemos lo que es la República. Nunca se llegaba a la II República en la Historia Contemporánea.
La Memoria Histórica ha estado escondida, no se podía hablar. No la alentaron para nada, explicar de manera sencilla lo que pasó: aquí hubo un golpe militar, de militares que habían jurado la Constitución, tan prolífica para todos y sobre todo para las mujeres.
Tenemos un vacío, el "hondón negro" de la Historia de España, como lo llamó Vázquez Montalbán.
Las nuevas generaciones no saben lo que fue el horror de la España franquista. Todo era pecado, no había libertad para nada.
Antonina Rodrigo, en la lectura del pregón de la pasada Feria del Libro de Granada. tom leif eggert
En los archivos, los documentos de la República estuvieron en 'los infiernos', no se podía consultar. Tardamos mucho en consultarlo, como los archivos de los militares. Hay un vacío muy grande.
En mi caso, sobreviví un poco a esta situación porque mi madre nos contaba cosas, pero siempre nos advertía que era mejor que no dijéramos nada.
Los jóvenes no os podéis imaginar lo que era aquella España, era horrorosa
Las jóvenes no os podéis imaginar lo que era aquella España, era horrorosa. Los niños en el colegio con sus camisas blancas y un brazalete negro en el brazo porque habían asesinado a sus padres.
Esa memoria tenemos que conocerla. Tenemos derecho a saber lo que ha pasado en nuestro país. Tenemos derecho a conocer nuestra Historia. Ya es hora.
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Fotos de portada: Gabinete de prensa de la Feria del Libro de Granada 2022, de la galería fotográfica de Karen Reca y Carmen Ríos.
