José María García recoge el Premio de Periodismo Pedro Antonio de Alarcón
El Teatro Mira de Amescua de Guadix acogió este sábado la entrega de los Premios Nacionales de Periodismo Pedro Antonio de Alarcón y Ciudad de Guadix que han distinguido, por su trayectoria profesional, a José María García. El periodista ha dejado escrito en el libro de honor de la ciudad que este es "el premio más trascendente" de su carrera.
En su intervención de bienvenida a premiados, autoridades y público, la alcaldesa de Guadix, Inmaculada Olea, ha destacado la madurez de estos premios que ayudan a visibilizar una profesión que cada día se hace más necesaria. “El periodismo es el camino hacia la libertad de pensamiento. Necesitamos que haya profesionales que nos cuenten la realidad y que nos ayuden a tener criterio propio. Sobre todo en estos tiempos en los que la malentendida necesidad de la inmediatez y el ruido que a menudo nos llega a través de herramientas como las redes sociales nos llevan hacia la posibilidad de una desinformación nada recomendable. Hoy más que nunca los periodistas y los medios de comunicación son necesarios. Porque una sociedad informada es una sociedad libre”, ha reflexionado.
Reflexión también compartida por la diputada de Cultura y Memoria Histórica, Fátima Gómez Abad, desde la que se apoyan estos premios. La diputada ha destacado el papel del periodismo en la construcción de una sociedad más justa, más crítica y más viva. “La sociedad en su conjunto debe defender la dignidad de la profesión y su necesario compromiso con la verdad”, ha afirmado. Y ha agradecido a los premiados su ejemplo, asegurándoles que “os necesitamos más que nunca”.
José María García, distinguido por el jurado con el Premio Nacional de Periodismo Pedro Antonio de Alarcón, ha iniciado su intervención como lo haría en uno de sus programas radiofónicos. Y ha hecho, como hacía en ellos, una crítica de la sociedad actual, la profesión periodística, la situación de los medios y la política no exenta de afirmaciones polémicas, marca de la casa que siempre le ha identificado. Ha reconocido que las palabras del resto de premiados le han hecho reflexionar y ha asegurado que el periodismo es, sobre todo, una vocación. Admitiendo que toda generalización genera injusticia, ha lamentado la tendencia hacia la propaganda y el chismorreo. “No permitas que la realidad te estropee una noticia”, ha advertido. Y ha reivindicado una información que sea plural, independiente y libre, en la que discrepar se vea como algo “sano y que enriquece”.
Jesús Javier Pérez ha destacado la oportunidad de la publicación de este reportaje unos meses antes de la apertura de la torre de la Catedral para ser visitada y ha dedicado el premio al también fotógrafo de Ideal en Loja Jorge Martínez Maroto, Chapa, fallecido esta semana; así como a los periodistas que realizan su trabajo desde la precariedad. Torcuato Fandila García de los Reyes ha coincidido en destacar la apuesta de Ideal por este tipo de temas y ha celebrado el hecho de que la investigación realizada para este reportaje haya beneficiado a Guadix.
Mariano López ha afirmado que el periodismo de viajes también exige rigor y ha admitido que en el reportaje sobre el territorio del Geoparque publicado en su revista “Anabel nos contagió a todos con su pasión”. Una pasión que Anabel Rodríguez, hija adoptiva del norte de la provincia de Granada, ha señalado que debe de contagiarnos a todos por la enorme singularidad y el valor que tiene el territorio.
Por su parte, Arancha Bello ha afirmado que si existiera un premio a la hospitalidad con los periodistas “Guadix estaría cada año entre los finalistas”. Y ha destacado el carácter colectivo de este premio que ha dedicado, entre otros, a Antonio Aranda, accitano que se prestó a mostrar su vivienda en cueva y que falleció repentinamente hace unas semanas. También la alcaldesa ha dedicado unas palabras a Antonio y a su familia, que se encontraba entre el púbico y que ha recibido el calor del público con un sentido aplauso. En palabras de Arancha Bello, esta profesión es muy vocacional y consiste en contar historias, “buenas historias, a veces pequeñitas pero importantes. Porque un buen periodista no consigue noticias, las hace importantes”. Arancha ha terminado abogando por un periodismo libre y por esas pequeñas historias “que se hacen grandes y nos hacen mejores”.