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28 DE DICIEMBRE

'Inocentadas de primera página'

Comunicación - Gabriel Pozo Felguera - Sábado, 28 de Diciembre de 2024
Gabriel Pozo Felguera nos ofrece, en este final del día 28 de diciembre, un repaso por las mejores inocentadas publicadas en el pasado por la prensa, en una tradición a la que hoy se sumó este diario, con un reportaje de gran difusión, y que por vuestros numerosos comentarios, os ha hecho sonreír, como era nuestro propósito.
Portada de Patria, del día de Inocentes de 1955, donde presentaba una torre de la Alhambra inclinada por los recalos.
Portada de Patria, del día de Inocentes de 1955, donde presentaba una torre de la Alhambra inclinada por los recalos.
  • El patrimonio histórico, el Granada C. F. y relativas al Ayuntamiento y sus políticos son los principales acaparadores de las bromas de los medios en este día

De las fiestas y bromas callejeras y en los centros de trabajo por el día de los Inocentes se pasó pronto a reflejarlas en los medios de comunicación. En 1880 aparecieron en la prensa granadina. Los editores gastaban pequeñas inocentadas, sobre todo de tipo político, a sus lectores. Buscarlas entre líneas cada 28 de diciembre se convirtió en un juego para los seguidores. Muchos no las detectaron y las creyeron a pies juntillas. La temática de esta tradición en el caso de Granada está muy relacionada con el patrimonio histórico, los deportes y el Ayuntamiento. Surgió una literatura “inocente” para este día, llena de asuntos que parecían inverosímiles, aunque apoyadas por montajes gráficos. Noticias que se hicieron un hueco en las primeras páginas de los diarios locales granadinos. Algunas movieron grandes números de personas que no querían perdérselas. Recordemos algunas de esas anécdotas.

Es costumbre muy española reírse un rato del vecino a costa de alguna broma. O cachondearse dos ratos de alguien. Tradición muy ancestral ligada a la festividad religiosa de los Inocentes. Aquellos niños mártires ordenados sacrificar por Herodes que buscaba al niño Jesús. La fiesta de los locos, el obispillo, las rifas y bailes de inocentes, arrojar cacharros viejos a los portales y huir, verter jabón a las fuentes (habitual en las Batallas e Isabel la Católica cada año), pedir prestado un dinerillo y que luego te lo paguen los inocentes, etc.

De las bromas entre vecinos de ciudades y pueblos, las inocentadas dieron el salto a la prensa en el último tercio del siglo XIX. Vivieron algo más de medio siglo de esplendor durante la Restauración borbónica y la II República

De las bromas entre vecinos de ciudades y pueblos, las inocentadas dieron el salto a la prensa en el último tercio del siglo XIX. Vivieron algo más de medio siglo de esplendor durante la Restauración borbónica y la II República. Pero con la guerra civil y el duro primer franquismo no hubo más remedio que desaparecer. Ya en los años cincuenta volvieron a aflorar tímidamente, muy ligadas a las páginas de deportes o a los monumentos. Nada de tocar a ningún político ni hacer chanza de las Administraciones.

Echar “tutú” a las fuentes de chorros, como ésta de Colón, fue inocentada recurrente muchos años. RAMÓN L. PÉREZ/INTERNET.

Se asociaba mayor libertad de expresión cuanto más y mejores fueron las inocentadas en el papel. Aunque no siempre las inocentadas fueron tan ídem ni las encajaron tan bien los gobernantes

Porque la vida política y la cosa pública bien que sufrieron el látigo de la crítica periodística durante los periodos de mayor libertad en los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII. Se asociaba mayor libertad de expresión cuanto más y mejores fueron las inocentadas en el papel. Aunque no siempre las inocentadas fueron tan ídem ni las encajaron tan bien los gobernantes. Más de uno y más de dos periódicos sufrieron cierres y sanciones por publicar algo que no gustó a quienes se sentaban en el Consejo de Ministros. Por ejemplo, el periódico riverista La Nación ya padeció en sus propias galeradas una multa por publicar en 1932 que Azaña había dimitido como presidente del Gobierno. La II República era muy permisiva, pero disponía de una Ley de Defensa de la República que funcionaba como uno de los mejores instrumentos de persecución de periodistas.

La Nación explicaba el motivo de su multa de 5.000 pesetas dos días más tarde. Acompañó la inocentada con una caricatura en la que auguraba la caída de parte del Gobierno. LA NACIÓN.

Durante aquellos tiempos republicanos se puso de moda que cada periódico afín a un bando político sorprendiera con inocentadas a los opuestos. Llegaron incluso a cruzarse esquelas de defunción

Durante aquellos tiempos republicanos se puso de moda que cada periódico afín a un bando político sorprendiera con inocentadas a los opuestos. Llegaron incluso a cruzarse esquelas de defunción. Serían el equivalente blando a las máquinas actuales difusoras de fango, fakes, barro y mierda con que nos sorprenden cada mañana las generaciones de políticos que padecemos. Y los respectivos medios alineados con cada uno de ellos. O sea, 365 días desayunándonos con inocentadas.

Surgió, por tanto, un verdadero estilo periodístico ligado a las inocentadas. Unos medios lo cultivaron como tal, a base de humor blanco que sólo perseguía entretener y sacar una sonrisa a los lectores; otros lo hacían con cierta inquina. Pero la mayoría rebosaban ingenio e imaginación.  Hasta que apareció el deporte con abundante espacio en los periódicos y empezó a acaparar protagonismo. Desde que las inocentadas arraigaron en las páginas deportivas prácticamente no han desaparecido de ellas; durante la guerra civil y el primer franquismo ─cuando el horno no estaba para bollos─ fue de los pocos rinconcillos donde anidaban estas bromas el día de los Inocentes.  Obviamente, hubo diarios que fueron muy proclives a las inocentadas y otros radicalmente opuestos.

Tanta importancia y fuerza tenían las inocentadas que el Gobierno de 1978 se vio obligado a publicar la actual Constitución Española un día más tarde de la fecha que correspondía para que no se pensara que hasta el BOE publicaba inocentadas. Debería haber salido el 28 de diciembre de 1978, pero se dejó para el siguiente. Así nadie podría llamarla 'La Inocente'

He hojeado recientemente un interesante libro sobre este tema. Se titula Se vende la Cibeles (2022), resultado de la tesis doctoral de Miguel Bejarano. Recoge y clasifica por temas casi mil inocentadas sacadas de los periódicos españoles desde 1880 hasta 2003. Es para reírse un rato, para no perdérselo. La mayoría de las anécdotas están extraídas de periódicos nacionales, las hay muy curiosas: la Cibeles en Venta a México, las Ventas ha ardido, el robo de los Leones del Congreso o la estatua de Carlos III en la Puerta del Sol, la obligación de circular por la izquierda sólo en Madrid, la venta de crecepelos para repoblar las calvas en una semana, ballenas avistadas en el lago de la Casa de Campo, etc. pero también los hundimientos de la Mezquita de Córdoba y el giraldillo de Sevilla.

Tanta importancia y fuerza tenían las inocentadas que el Gobierno de 1978 se vio obligado a publicar la actual Constitución Española un día más tarde de la fecha que correspondía para que no se pensara que hasta el BOE publicaba inocentadas. Debería haber salido el 28 de diciembre de 1978, pero se dejó para el siguiente. Así nadie podría llamarla La Inocente.

La Constitución fue sancionada por el Rey el 27 de diciembre de 1978. Debería haberse publicado el 28, día de los Inocentes, para que entrara en vigor. Pero fue retrasada un día porque por entonces había una eclosión de inocentadas en los medios, fomentada por el fin de la dictadura. Este BOE fue el último que llevó el escudo franquista en su cabecera. No quisieron que, como ocurrió con La Pepa, a ésta se la bautizase como La Inocente.

Granada, inocentadas con tradición

Algunos periódicos de la Granada decimonónica y del primer tercio del XX también cultivaron las inocentadas, casi siempre relacionadas con ceses y dimisiones de políticos. Parecía que primaba más el deseo de los editores de que ocurrieran que los visos de que se hicieran realidad los cambios de gobierno. Y eso que entonces los alcaldes y gobernadores civiles no solían eternizarse tanto en sus cargos como ocurre ahora. En 1921 publicó la prensa local que había dimitido el alcalde José Gómez Jiménez; la consecuencia fue una concentración a las puertas del Ayuntamiento, unos para aplaudir y otros para quejarse.

El problema se amplificó porque varios periódicos de Madrid copiaron la noticia como cierta y el Gobierno se quejó por no haberlo sabido de primera mano

El 28 de diciembre de 1883 ya publicó El Defensor de Granada algo parecido; el alcalde, Mariano de Zayas, había dimitido. Hasta ahí todo normal, solía ocurrir por esa fecha. El problema se amplificó porque varios periódicos de Madrid copiaron la noticia como cierta y el Gobierno se quejó por no haberlo sabido de primera mano.

En 1932, con el incipiente Club Recreativo de Fútbol en marcha, ya se publicó que había comprado jugadores de primera división nacional y estarían entrenando en el campo de Las Tablas. Y para allá que se fueron los aficionados en masa a ver a las primeras estrellas de Madrid, Barcelona y Bilbao que supuestamente acababan de llegar. Un periódico de Málaga publicó que el Recreativo se retiraba de la competición y dejaba líder al Malacitano. Evidentemente, el deseo de los boquerones no se cumplió, el conjunto granadino ascendió a la categoría nacional.

Primera inocentada del famoso periodista deportivo Martinenc al Recreativo C. F., en 1932. Fichaba a jugadores del Madrid y del Athlétic para el Recreativo C. F. Y la aclaración del día siguiente. EL DEFENSOR.

El Granada C. F. y su entorno ha sido la principal diana a la que se han lanzado los dardos de las inocentadas en su siglo escaso de vida. Raro era el año en que los periodistas deportivos no se inventaban algún nuevo fichaje...

El Granada C. F. y su entorno ha sido la principal diana a la que se han lanzado los dardos de las inocentadas en su siglo escaso de vida. Raro era el año en que los periodistas deportivos no se inventaban algún nuevo fichaje, la marcha de Uiliam al un equipo japonés (1977), el nuevo estadio de Los Cármenes en el abandonado campo de fútbol de la Abadía del Sacromonte (1974), el regalo de entradas a los nacidos en el mes de diciembre (1976, para ver el Granada C.F. contra el Real Jaén, con altercado incluido); el Ayuntamiento permitía al Granada 74 jugar su liga regional en el Estadio de los Cármenes (2007); etc.

Lo gracioso en la mayoría de casos es que también las emisoras de radio locales caían en la inocentada. Daban la noticia como suya y acaban convirtiéndose en cómplices involuntarios y caja de resonancia. Incluso una emisora con unidad móvil corrió para retransmitir en directo desde una excavación arqueológica (la que cuento más adelante en el Salón).

Los monumentos o el avejentado patrimonio granadino han sido los segundos objetos más utilizados para montar inocentadas a los incautos lectores. Y, en tercer lugar, el Ayuntamiento como lugar físico al que enviar gente embaucada por la broma.

Por primera vez saltó como noticia a una portada el hecho de que la torre del Homenaje se había inclinado como de Pisa; la consecuencia eran las humedades y recalos recientes. Y para arriba que subieron aquel día decenas de granadinos a verla antes de que cayera por completo

Una de las inocentadas relativas al patrimonio, concretamente a la Alhambra, que más impacto y seguimiento creó fue la ofrecida por Patria en diciembre de 1955. Daba una noticia que en realidad no solía estar muy alejada de la realidad de aquellos años, con el monumento muy deteriorado. Por primera vez saltó como noticia a una portada el hecho de que la torre del Homenaje se había inclinado como la de Pisa; la consecuencia eran las humedades y recalos recientes. Y para arriba que subieron aquel día decenas de granadinos a verla antes de que cayera por completo.

Por entonces el otro periódico local, Ideal, no era muy propenso a inocentadas. Estas bromas se circunscribían a las páginas de deportes comentadas anteriormente. Pero a partir de la llegada de Melchor Sáiz-Pardo a la dirección (1972) empezaron a consolidarse y adquirir carta de naturaleza literaria, cuasi obligada por finales de diciembre. Hubo años en que se llegaron a repartir tres inocentadas en el mismo ejemplar; por ejemplo, en 1977 se diseñó una en primera página en la que daba cuenta de un importante hallazgo arqueológico en el Paseo del Salón; otra devolviendo el monumento de Isabel la Católica precisamente a su punto original del Salón; y la tercera del jugador Uiliam “exportado” a Japón ante el disgusto de sus forofos.

El hallazgo del Salón iba como faldón en primera página. IDEAL.

Para dar mayor credibilidad a todas estas patrañas se recurrió al trucaje de fotos o a reforzar el relato con declaraciones de afectados. En algunos casos se les avisaba, pero en la mayoría de las veces se sorprendían los implicados al verse reflejados en tinta por la mañana de Inocentes. A algunos les gustaba, lo entendían, pero también hubo otros que tomaron grandes berrinches.

La presencia de las inocentadas bien armadas en las primeras páginas de los diarios locales ha sido ya prácticamente constante desde entonces

La presencia de las inocentadas bien armadas en las primeras páginas de los diarios locales ha sido ya prácticamente constante desde entonces. Voy a referirme a algunas que recuerdo a vuelapluma de mis tiempos como plumilla activo en prensa escrita:

1986. Fue una de las que mayor repercusión tuvieron. El director decidió que, a falta de noticia de impacto más importante, la inocentada sería la noticia principal de la edición de ese día, tanto en primera página como toda la página 5. Se decía que se había abierto una grieta en la zona del Carmen de los Mártires, se estaba hundiendo el palacete y se desprendería la ladera de la Antequeruela. Se enmarcó aquella inocentada en el trajín que había tras la compra de los Mártires por el Ayuntamiento, tras una década de destrozos para hacer un hotel. Se justificó con una foto no trucada de una zanja de agua que aparentaba una grieta. Se implicó al alcalde, que estaba de vacaciones, y al ministro de Cultura. Sorprendió tanto que varios concejales y el jefe de bomberos subieron corriendo a comprobar los daños. Allí se arremolinaba gente queriendo entrar a ver el destrozo. Hubo llamadas al decano de la Facultad de Ciencias de varios corresponsales de prensa para que les explicara los problemas de filtraciones.

La inocentada del Carmen de los Mártires se convirtió en la noticia más importante de portada del 28 de diciembre de 1986. IDEAL.
Una inocentada convertida en la más importante de aquel día de 1988. IDEAL.

1987. Se abría el proceso selectivo para contratar gente trabajadora en la futura Alhambra Televisión. La elección la dirigían las estrellas televisivas José María Íñigo y Alfredo Amestoy. Y para el Ayuntamiento se presentó gente a ponerse en la lista.

Algo similar se convocó otro año, buscando gente para participar como actores en una película. Había que ir ataviados con trajes típicos locales. Más de uno picó.

Inocentada “respaldada” por la personalidad del presentador Amestoy. IDEAL

1988. Polémica por un futuro impuesto de animales. Las tasas municipales por tenencia de mascotas serían perdonadas a quienes acudieran aquella mañana al Ayuntamiento. Se les condonarían a los que inscribieran sus perros y gatos antes del día 1 de enero en que se empezaría a cobrar 3.000 pesetas por animal que pisara la calle. Bastante gente se paseó con sus animalitos con correa hasta la Plaza del Carmen.

La emisora local habituada a leer sin citar se pasó toda la mañana comentando que la inocentada de 'Ideal' era la visita del presidente

En esta ocasión, los rastreadores de inocentadas creyeron que era una foto del presidente François Mitterrand paseando por las calles de Granada. Pero no, el político galo estaba de vacaciones por aquí. La emisora local habituada a leer sin citar se pasó toda la mañana comentando que la inocentada de Ideal era la visita del presidente.

El presidente de Francia se paseó por la calle Oficios. Un locutor de radio se pasó la mañana comentando esta supuesta inocentada. IDEAL.

1989. El Ayuntamiento perdonaría las multas de coches mal aparcados ese día. Además, se permitiría aparcar coches en la Plaza del Carmen a quienes fuesen a pagar multas pendientes o hacer alguna gestión. Los policías locales tuvieron que fajarse para hacer comprender a los infractores que era todo fruto de la inocentada de turno.

Aquel 28 de diciembre el Ayuntamiento solicitaba veinte duros de donativo a los ciudadanos generosos para que no le cortaran el fluido

1992. Era noticia diaria lo mal que estaban las arcas municipales. La compañía Sevillana amenazaba constantemente con cortar la luz al Ayuntamiento. Aquel 28 de diciembre el Ayuntamiento solicitaba veinte duros de donativo a los ciudadanos generosos para que no le cortaran el fluido. Hubo algunos que acudieron a dar sus cien pesetas.

1997. Las campanadas de fin de año fueron retransmitidas por Telecinco aquel año desde la Plaza del Carmen. Desde el periódico fueron convocados los inocentes a acudir como extras y figurantes. Vestidos para la ocasión. El premio sería una radio y una videoconsola. Pues los hubo a puñados rondando por allí.

El humorista Guillermo Soria se hizo eco de la gente que picaba en la inocentada y acudía a puesto de guardia del Ayuntamiento. IDEAL

2009. El habitual atasco para acceder a la Estación de Esquí ha sido siempre objeto de crítica. Por entonces la situación estaba aún peor en los accesos. Se publicó que Cetursa pondría un helicóptero, gratis, para subir y bajar gente. La parada se fijaba junto al Palacio de Congresos. Un fotomontaje daba crédito a la noticia. Hubo algunos que se plantaron ataviados y con los esquíes a cuestas.

Porque resulta evidente que la inocentada publicada en papel, leída en radio y en televisión no busca más que un instante de divertimento

Ya me he olvidado de los varios malafollás que lanzaron todo tipo de sapos y escupitajos por sus bocas cuando se vieron afectados o se sintieron ridiculizados. A pesar de no ir dirigidas las inocentadas contra nadie en concreto. Porque resulta evidente que la inocentada publicada en papel, leída en radio y en televisión no busca más que un instante de divertimento. No obstante, recuerdo a algún talibán que dictó guerra eterna contra quien osó incluirlo a él o a su institución en una inocentada: fue el caso de la extinta emisora Telenieve (2006). Sus redactores tuvieron la ocurrencia de hacer un fotomontaje sobre el robo de la Virgen de las Angustias. La reacción de su Hermandad fue desmedida. Rezaron para que desapareciera pronto la emisora. Y pidieron la excomunión de su dueño.

LA INOCENTADA DE EL INDEPENDIENTE DE GRANADA

Esperemos que no nos excomulguen a nosotros por nuestra inocentada. El reportaje sobre el monumento en la Plaza de las Pasiegas a Carlos V, con alcaldesa incluida, es la contribución de este digital a la tradición de las inocentadas en medios. Ni existe tal proyecto de monumento ni nada que se le parezca. Todo es fruto de una recreación literaria nuestra. Ninguna de las personas mencionadas, instituciones, colectivos o empresas ha estado en el ajo de este asunto. Pedimos disculpas por haber utilizado sus nombres para dar credibilidad al montaje. Esperemos no vernos en los juzgados ni ser excomulgados per sécula. Los dibujos de Ramiro Megías son en realidad del profesor de Bellas Artes Luis Ruiz Rodríguez. Lo demás, imaginación nuestra (sin ninguna colaboración de la IA ni de chatgpt. Ni falta que hace). PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN. Y quedamos citados para el año próximo.