Nuestro amigo José Luis Entrala Fernández se nos ha ido. Precisamente cuando menos lo esperábamos. Con 91 años, era el decano de los periodistas granadinos. Su salud venía resentida desde tiempo atrás, pero había conseguido enderezarse los últimos meses. Incluso viajó no hace mucho a América a pasar unos días con su hijo, director de hotel. De allí regresó un tanto desmejorado. Pero me contaba que su Granada y ver mirar la nieve de la Sierra le rejuvenecían.

Me cuenta su esposa que ayer se sintió mal de repente. Los servicios de urgencia acudieron rápido. Nada se pudo hacer ya por recuperar su maltrecho corazón. Está siendo velado en su domicilio de la calle Moraima; la incineración está fijada esta tarde, a las 20 horas, en el tanatorio Fermín Criado de Pulianas.

José Luis era el decano de los periodistas, pero no un jubilado total y absoluto. Tenía una mente y una memoria envidiables

José Luis era el decano de los periodistas, pero no un jubilado total y absoluto. Tenía una mente y una memoria envidiables. No hace más de un año, en una de nuestras conversaciones para consultarle algo, le pregunté si no estaba preparando alguno más de sus libros. No tenía ganas de meterse en faenas profundas. Pero sí de revivir el gusanillo del periodismo tranquilo. Quizás alguna colaboración en prensa o revistas. Lo de redes e internet le quedaba muy lejos.

Le propuse gestionar una colaboración en la revista bimestral y cultural Alhóndiga. Donde su directora Ana Sánchez nos tiene abiertas las puertas a todos los que estamos jubilados laboralmente, pero seguimos dando guerra como aficionados juntaletras. José Luis se emocionó, rejuveneció, cuando le respondió positivamente la editora de Alhóndiga. Le iba a publicar una colaboración en cada revista. Así lo ha venido haciendo en los últimos números. ¿Pero de qué voy a escribir yo? -preguntó-. De lo mucho que sabes de la intrahistoria de Granada, sobre todo del turismo, de política y del deporte que tanto has cultivado. Porque José Luis era la memoria de Granada.

Me contaba que había nacido en el edificio que construyó su abuelo médico en la Gran Vía, 36-38, un día de 1933. Por la ventana de la calle lateral intercambiaba pelotas y aviones de papel con Paco Galindo, que vivía en el bloque de enfrente. Y que su abuelo había construido el edificio de Adriática (Costales) en Puerta Real y que fue empresario de la plaza de toros de Almería allá por la República. Y miles y miles de historias más.

Ha sido para mí un faro y guía de la historia oral de Granada. Tanto, que cuando yo publiqué mi primer libro sobre la Gran Vía (1997), aportó un capítulo con sus recuerdos de niñez y juventud como habitante de esa calle principal de Granada

Ha sido para mí un faro y guía de la historia oral de Granada. Tanto, que cuando yo publiqué mi primer libro sobre la Gran Vía (1997), aportó un capítulo con sus recuerdos de niñez y juventud como habitante de esa calle principal de Granada. Para entonces, José Luis llevaba unos cuantos años colaborando conmigo en la redacción de Ideal: me enviaba crónicas de turismo (él fue el fundador de la Academia de Turismo Alhamar), de deportes, de temáticas histórica. Incluso un día me propuso hacer una historia de los alcaldes granadinos del siglo XX. Y ahí está publicada y nos sirve como guía a todos los que amamos las cosas de Granada. No escribía tirando de archivo, sino acudiendo a las personas que hicieron historia de Granada. Se lo podía permitir porque él también había vivido y conocido a aquellas personas.

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Con último libro “Granada un siglo de anécdotas”.

Esa sabiduría suya y su buen hacer le han llevado a dejarnos varios libros, algunos de ellos de obligada consulta: Los años locos de la aviación (1979), La milenaria historia de las Olimpiadas (1979), La enigmática historia de Cristóbal Colón (1980), Manual del dirigente deportivo (1983), Hicieron historia en el deporte (1991), Granada sitiada: 1936-1939 (1996), Granada deportiva: un siglo de historia (2006), Historia del Granada C.F. (2009) y Granada: un siglo de anécdotas (1890-1990) (2014).

Ha sido merecedor de numerosos premios a su trayectoria profesional, tanto por su ayuda al fomento del deporte y el turismo como por su labor periodística

Dice su ficha en la editorial Comares, que también fue jefe de la Oficina de Turismo de Granada, responsable de prensa de la Delegación de Información y Turismo de Granada, jefe de publicaciones de la Corporación de Turismo de Venezuela, subdirector de la Feria de Muestras de Armilla-Granada, jefe de prensa del Patronato Provincial de Turismo de Granada. Ha sido merecedor de numerosos premios a su trayectoria profesional, tanto por su ayuda al fomento del deporte y el turismo como por su labor periodística.

José Luis Entrala no sólo ha sido periodista y escrito en Granada y de Granada. Fue muchos años emigrante en otros lugares, especialmente en Venezuela. También ha escrito crónicas y reportajes sobre temas turísticos e históricos en publicaciones como la revista Preferente de Mallorca, diario El Universal de Caracas, revista Viajes de Caracas o Diario del Caribe de Isla Margarita, etc.

José Luis era el primero en comentar cada semana mis artículos en www.elindependientedegranada.es, mis libros o llamarme para hablar de mis actividades. El primero en enviarme un correo preguntando por mis ausencias si fallaba alguna semana con mis crónicas de aficionado a la historia.

Hace pocos días (21 de abril), tras un percance mío de ojo, me escribía por echar en falta mis artículos. Preocupado por si me pasaba algo. Le contesté lo siguiente: “Muchas gracias por echarme de menos, me halaga, más viniendo del decano de los periodistas granadinos. (Algún día habrá que escribir sobre ti y tu trayectoria, ten una biografía básica preparada para ello). Espero que tu salud vaya más o menos bien, aunque con los lógicos achaques de tu edad. Un fortísimo abrazo.”

El pedirle que preparase una autobiografía tenía su justificación: sería una sorpresa que deseaba darle la editora Ana Sánchez para su revista Alhóndiga. Quería dedicarle una extensa semblanza personal y profesional para el número de julio o septiembre próximos. Y quizás la foto de portada.

Pero te has ido antes de que llegara el momento, José Luis. Al menos, nos has dejado adelantadas dos crónicas históricas más que ya no habrá más remedio publicar en tu ausencia. Con la foto de tu sombrero de Panamá que tanto te atraía para esconder esa calva que no te gustaba. Tan coqueto como siempre. No te preocupes, ya cumplo yo tu encargo de avisar a todos los periodistas y hosteleros granadinos de que se nos ha ido el maestro. Especialmente a Ramón Ramos, a quien tanto querías y deseabas no se olvidara de ti.

Descansa en paz, Amigo.