Suspensas en la Escuela Oficial de Idiomas de Granada por ser sordas
Ángela González y Carmen Villanueva son dos estudiantes de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Granada que no han podido aprobar el curso en el que se matricularon por ser personas sordas.
Pasaron satisfactoriamente las pruebas de comprensión lectora y escrita pero no pudieron realizar las pruebas habladas y de escucha -Speaking y Listening- al ser sordas profundas -discapacidad auditiva superior al 65%-, pese a solicitar repetidas veces por escrito la adaptación de esas pruebas a su discapacidad o la exención de esos exámenes.
Así lo han denunciado a El Independiente de Granada, "desesperadas" al comprobar que no pueden acceder a la formación educativa a la que tienen derecho en igualdad de condiciones que el resto de personas, incluidas, por ejemplo, las personas ciegas, "a las que se les adaptan las pruebas al braille", afirma Ángela.
Las dos mujeres -docentes funcionarias que ejercen en centros públicos de integración de alumnado sordo- se matricularon el año pasado en el curso A1 de inglés de la EOI de Granada, no sin dificultades. "Ya al formalizar la matrícula nos pusieron muchos impedimentos por ser sordas", aseguran, aunque finalmente lograron aportar toda la documentación que les requirieron sobre su discapadidad.
Al formalizar la matrícula solicitaron en Secretaría un intérprete de lengua de signos para las pruebas y la adaptación de los exámenes de escucha (listening) y hablado (speaking) o la exención de hacerlos.
Aptas en comprensión lectora y expresión escrita
Tras llevar a cabo el curso 'That's English!' Nivel A1 de manera 'online', solicitaron de nuevo por escrito un intérprete de lengua de signos y la adaptación de las pruebas a su discapacidad auditiva, y aunque no obtuvieron respuesta, acudieron a hacer las pruebas de comprensión lectora y expresión escrita, para las que no necesitaban adaptación, y resultaron aptas en ambas pruebas. "El tutor nos dijo que habíamos hecho un buen trabajo", cuentan.
Pero no pudieron realizar los exámenes de listening y speaking al no estar adaptados a su discapacidad, pese a que "la jefa de estudios de la EOI aseguró que había remitido la solicitud al equipo provincial de Orientación Educativa y Profesional de la Delegación de Educación".
Una vez superadas las dos pruebas de A1, se matricularon en el siguiente nivel de inglés, el A2, en la modalidad 'online', y sucedió exactamente igual que en el anterior. Resultaron aptas en las dos pruebas de comprensión oral y escrita pero, tras varios aplazamientos por el estado de alarma, no pudieron hacer las de listening y speaking "al no estar adaptadas a nuestra discapacidad ni considerar que estemos exentas de hacerlas", afirman.
Suspensas en la nota final
De esta forma, en el listado de notas del curso "aparecen las pruebas para las que solicitamos la adaptación como no superadas, sin siquiera haber dado la opción a realizarlas en igualdad de condiciones que el resto de alumnado", según explican las dos mujeres en un escrito remitido a mitad de septiembre a la Escuela Oficial de Idiomas. "Y, claro, al hacernos las medias entre las pruebas superadas y las que figuran como no presentadas del A1 y A2, pues nos sale suspenso", se quejan.
A ese escrito de septiembre le siguió otro remitido el 23 de octubre, también sin respuesta de la EOI o de la Delegación de Educación. En ese segundo escrito, Ángela reclama que le den respuesta "sobre la posibilidad de contar con adaptaciones para el material de estas clases y de las pruebas de evaluación Speaking y Listening del A1 y A2 como: adaptación de los videos con subtítulos, sustituir la producción lingüística por transcripción (u otras medidas que pudiera estimar la EOI) y asimismo contar con intérprete de lengua de signos española en el momento del examen para las instrucciones de las pruebas y otro tipo de información. Dicho intérprete hemos tenido que costear de nuestro bolsillo en exámenes anteriores otra compañera alumna sorda y yo", explica.
Y solicitan que "se tomen todas las medidas necesarias de adaptación de los exámenes a su discapacidad, de manera urgente la realización de los exámenes pendientes de los cursos de Ingles A1 y A2 en los que están matriculadas y de este modo puedan obtener los títulos de superación de ambos cursos, en igualdad de oportunidades y condiciones que el resto del alumnado".
"En caso de que esa adaptación no sea posible", continúa su reclamación, piden que se les reconozca "la exención de los exámenes de Listening y Speaking" y que en el listado de notas de los cursos "se rectifique de manera inmediata y aparezcan esas pruebas como pendientes de realizar" al no haberles dado la opción de poderlas llevar a cabo.
Carmen Villanueva, con los escritos pidiendo la adaptación o exención de las pruebas de speaking y listening.
Las dos mujeres, que agradecen el apoyo de asociaciones de personas sordas como Asogra (Granada) y Unasord (a nivel andaluz) explican que hay precedentes de adaptación de las pruebas en otras provincias, como Málaga, y no entienden por qué no se atienden sus reclamaciones, pese a que la normativa regula, en teoría, las necesidades especiales del alumnado con discapacidad en este tipo de enseñanzas.
Y la Orden de 12 de diciembre de 2011, por la que se regula la elaboración y la organización de las pruebas específicas de certificación en las enseñanzas de idiomas de régimen especial, indica en su artículo 12: "Las escuelas oficiales de idiomas y los centros donde se realicen las pruebas velarán por el cumplimiento de lo establecido en el artículo 11.4 del Decreto 239/2007, de 4 de septiembre, en lo referente al diseño, administración y evaluación de las pruebas de certificación para el alumnado con discapacidad".
Y sigue: "Los alumnos y alumnas que necesiten adaptaciones o condiciones especiales para realizar las pruebas deberán justificarlo en el momento de la matriculación, mediante certificación oficial del grado y tipo de minusvalía. Para la determinación de las adaptaciones o condiciones especiales, el centro podrá contar con el asesoramiento del Equipo de Orientación Educativa de la zona".
"Se lavan las manos"
Pero Ángela y Carmen consideran que "entre la EOI y la Delegación de Educación se pasan la patata caliente, se lavan la manos y nos dicen que le ley no les obliga a hacer nada en concreto". "En el caso de alumnado sordo hipoacúsico suben el volumen de las pruebas de escucha, pero en sordera profunda como la nuestra eso no sirve y la ley no nos ampara", se lamentan.
Aseguran que no son las únicas que se sienten "discriminadas" en la enseñanza de idiomas por ser sordas, que también ocurre a nivel universitario, y estiman que "en pleno siglo XXI es increíble que no nos puedan dar una solución", cuando las Administraciones llevan ya mucho tiempo presumiendo de hacer políticas educativas inclusivas.
Una inclusividad que ya viene recogida, con el léxico de entonces, en la propia Constitución española: "Los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestarán la atención especializada que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los derechos que este Título otorga a todos los ciudadanos".
Pero el caso es que Ángela y Carmen siguen, a día de hoy, suspensas de sus cursos de inglés por ser sordas.