Son de paz
No en vano, si hay un Nobel eminentemente femenino es el de la Paz. Dieciséis son las mujeres que pueden presumir de haberlo conseguido. La primera, ya en 1905, antes incluso de las Contiendas Mundiales, la checa Bertha Von Suttner, inspiradora, quizá del pacifismo moderno. Así y todo, a quien suscribe estas palabras, 16 mujeres le parecen pocas. Sobre todo si una tiene la suerte de disfrutar del apasionado y humilde discurso de expertas en género y paz como Purificación Ubric, doctora e investigadora de la Universidad de Granada en el Instituto de Paz y Conflictos de la UGR. Aunque no abunda en el continente europeo la literatura de género y paz, las referencias y aportaciones del mundo anglosajón son amplias y destacadas. En España, son cada vez más los especialistas, hombres y mujeres, que ofrecen su visión sobre esta relación, siquiera casual, entre feminismo y paz. Sobre género y pacifismo.
'La Universidad de Granada, con el Instituto de Paz y Conflictos, es pionera en esta disciplina'
“En el caso de la Universidad de Granada, el Instituto de Paz y Conflictos es pionero en esta disciplina. En concreto, en el máster de Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos –y habría que remontarse a los orígenes del Instituto- se imparte una asignatura sobre Género y Paz. Cada vez más son las voces académicas y tesis doctorales que aportan su visión a este conocimiento”, afirma Ubric. La heterogeneidad disciplinar desde la que se aborda un conocimiento, históricamente relegado al olvido, aporta valor y multitud de puntos de vista. Por eso, no es raro que el lector escuche hablar de feminismos y ecofeminismos varios. La perspectiva de género y paz, afortunadamente, es diversa.
Libros sobre mujer y Cultura de la Paz. Raquel Marín
Hasta ahora, poco se ha sabido de la aportación de las mujeres en la construcción de los procesos de paz. De las paces. A quien suscribe estas líneas, le parece que este silencio es cosa del discurso homogéneo del patriarcado
Hasta ahora, poco se ha sabido de la aportación de las mujeres en la construcción de los procesos de paz. De las paces. A quien suscribe estas líneas, le parece que este silencio es cosa del discurso homogéneo del patriarcado. Desde el punto de vista de Purificación Ubric, “la perspectiva de género que resulta de gran utilidad y aplicación en los estudios de paz y conflictos, permite analizar los roles que a lo largo de la historia se han asignado a hombres y mujeres en estos ámbitos. En casi todas las sociedades y épocas históricas los hombres han sido vinculados a los ejércitos, a la violencia y la guerra, mientras que las mujeres han estado más ligadas a prácticas relacionadas con el sustento de la vida, el cuidado, la compasión y la mediación, lo que hace que sus experiencias sean profundamente valiosas para la construcción de una cultura de paz”.
Tampoco es extraño que no abunden los ensayos ni estudios sobre las mujeres y la paz; y es que tristemente las mujeres, como los niños, son las grandes víctimas de la desazón de la guerra. Mujeres que, en contienda, sufren todo tipo de vejaciones y abusos. Mujeres, víctimas, a las que, con justicia, cuesta trabajo no prestar atención. El papel de las mujeres en los procesos de pacificación, el discurso en positivo, ha sido, pues, relegado a un segundo plano.
El papel de las mujeres en los procesos de pacificación, el discurso en positivo, ha sido, pues, relegado a un segundo plano.
Por fortuna, las voces del pacifismo, de los feminismos y los ecofeminismos, y ¿cómo no? de las nuevas masculinidades (que también fueron y son muchos hombres privados de su femineidad) empiezan a sonar… y con fuerza. Y es que el discurso de los feminismos no puede ni debe ser entendido, ni mucho menos defendido desde la violencia. Bastante tiempo hemos tenido las mujeres para aprender de nuestra propia historia, escrita en infinitas ocasiones, a fuerza de golpes y vejaciones. Las voces de los feminismos claman también por la paz planetaria, que es una paz sin fronteras; y es una paz para la madre Tierra. Cuántos conflictos no son fruto precisamente de la lucha por una pretendida escasez de recursos… Cuánto daño infligido a la madre Tierra en aras de una industrialización y un crecimiento abanderados por la ciencia y la tecnología sin límites. Y cuánta necesidad de prosperar y crecer hoy, como si no hubiera un mañana, como si las generaciones venideras debieran pagar por nuestros excesos…
La investigadora Purificación Ubric. Raquel Marín
Desde el rigor académico, la investigadora Purificación Ubric, circunscribe los ecofeminismos, término acuñado en 1974 por la pensadora libertaria francesa Françoise d’Eaubonne, al punto exacto que “nos hace tomar conciencia de cómo los seres humanos nos hemos creído superiores a la Naturaleza y la hemos explotado a nuestro antojo, como si fuera un recurso inagotable a nuestro servicio, sin tener en cuenta la unidad, la interconexión, la originalidad y el valor de la Vida y de todos los seres que habitamos el Planeta. Los ecofeminismos nos invitan –afirma- a respetar y a vivir en equilibrio con los ciclos naturales y a enriquecernos con los aportes de todas las cosmovisiones y saberes, no solo de los procedentes del paradigma científico-racional”. Feminismo, pacifismo y ecología, ahí es nada.
Algunas voces indispensables para la conciencia y el desarrollo y la paz del Planeta:
Vandana Shiva
Yael Deckelbaum / Prayer of the Mothers
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