Reverdecer los alcorques aumenta la biodiversidad, pues las plantas y sus flores atraen a insectos polinizadores y también a otros que pueden controlar las plagas que sufren los árboles; contribuye a la formación de corredores verdes que conectan el interior de la ciudad con el entorno natural que la rodea; mejora la permeabilidad y calidad del suelo favoreciendo el desarrollo del árbol; absorbe el ruido, disminuye la contaminación, refresca el ambiente; aumenta la naturaleza en nuestras calles que tiene un  efecto beneficioso para nuestra salud física y mental; mejora la estética de las calles. 

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Resaltando esos beneficios, integrantes de los colectivos que han formado la llamada Mesa Verde, entre ellos Árboles contra el Cambio Climático, comenzaron a reverdecer los alcorques en el tramo de Arabial recientemente remodelado. 

Como recuerdan estos colectivos, "Granada es la tercera ciudad con el aire más contaminado de España y una de las ciudades donde más ha aumentado la temperatura media debido al Cambio climático y a los efectos de la isla de calor". "El cóctel de contaminantes y elevadas temperaturas es tremendamente dañino para nuestra salud, por ello, es urgente tomar medidas para cambiar estas condiciones de insalubridad: hay que disminuir el tráfico en la ciudad y su área metropolitana, hay que peatonalizar muchas calles y hay que aumentar las zonas verdes y el arbolado. Y son las Administraciones las responsables de llevar a cabo estos cambios". Sin embargo, "los cambios no llegan y en las recientes remodelaciones de calles, como la del eje Arabial - Palencia el espacio sigue siendo para los coches, no para las personas, ni tampoco para la vegetación".

Ante esa falta de acción con medidas tan sencillas, "la Mesa Verde ha decidido actuar creando pequeños espacios verdes en los alcorques de los árboles de las calles de la ciudad". "Son los alcorques vivos, ecosistemas en miniatura formados por plantas herbáceas autóctonas que ocupan espacios vacíos y grises donde normalmente se acumulan colillas, papeles y excrementos de perros", expone en una nota de prensa en la que informa de la actividad. 

"Hacerlo es muy fácil. En otoño, tras las primeras lluvias, esparcimos las semillas en los alcorques, las cubrimos con una fina capa de compost y las regamos. Si no llueve, durante las primeras semanas tras la siembra debemos dar varios riegos para mantener la humedad del suelo. Tras la floración, las plantas formarán semillas y es entonces, cuando ha finalizado su ciclo vital, cuando el Ayuntamiento debe desbrozarlas y dejar sus restos secos en el alcorque para que las semillas vuelvan a germinar de nuevo en otoño"

Muchas ciudades y pueblos, dentro y fuera de España, han optado por la revegetación de los alcorques con plantas silvestres, recuerda la Mesa Verde. En muchos casos son los servicios de jardinería de los ayuntamientos quienes se encargan de hacerlo, en otros, son los ciudadanos los que transforman los alcorques próximos a sus hogares o lugares de trabajo en auténticos vergeles. "Hacerlo es muy fácil. En otoño, tras las primeras lluvias, esparcimos las semillas en los alcorques, las cubrimos con una fina capa de compost y las regamos. Si no llueve, durante las primeras semanas tras la siembra debemos dar varios riegos para mantener la humedad del suelo. Tras la floración, las plantas formarán semillas y es entonces, cuando ha finalizado su ciclo vital, cuando el Ayuntamiento debe desbrozarlas y dejar sus restos secos en el alcorque para que las semillas vuelvan a germinar de nuevo en otoño", traslada la Mesa Verde.

El gasto de reverdecer los alcorques de la ciudad, resaltan, "no es superior al que requieren los alcorques vacíos, al contrario, puede ser mucho menor". Y los beneficios que nos aportan estos microespacios naturales son "enormes", sobre todo, si están presentes en muchas calles de la ciudad.