contaminación atmosférica

La polución se agrava tras 23 días sin llover

Ciudadanía - J. M. M. - Domingo, 24 de Febrero de 2019
Granada lleva toda la semana respirando aire con partículas en suspensión por encima del máximo permitido, una situación agravada por la ausencia de lluvias y viento y el aumento de temperaturas.
La 'boina' de contaminación sobre Granada, desde los Rebites.
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La 'boina' de contaminación sobre Granada, desde los Rebites.

La contaminación empeora día tras día en Granada y el Área Metropolitana. Durante toda la semana sus habitantes están respirando aire de mala calidad, cargado de partículas en suspensión por encima de los límites máximos permitidos para la protección de la salud humana. 

Así lo indican los informes diarios que emite la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible -desde que entró el nuevo gobierno andaluz ya no se incluye Medio Ambiente en su denominación-, que muestran una evolución a peor a lo largo de este mes de febrero, una situación agravada por la ausencia de lluvias y viento, ya que no cae una gota de agua en Granada y el extrarradio desde que el 1 de febrero la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) registrara 10,3 litros en su estación del aeropuerto. 

Veintitrés días sin llover, a lo que se une la falta de viento, lo que hace que la 'boina' de contaminación permanezca, inamovible, sobre la Granada y su Vega, favorecida por una situación geográfica en la que Sierra Nevada hace de pared y facilita el estancamiento de la polución. Y no se prevén lluvias al menos en lo que queda de mes, según Aemet. 

Informe diario de calidad del aire de este sábado, emitido por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.

El informe de arriba muestra la calidad del aire este sábado en las estaciones de medición que la Junta tiene ubicadas en la capital, Armilla y Motril.  La calificación global del aire es 'mala' por el exceso de partículas en suspensión en todas las estaciones de medición, tanto en la de Armilla (en la Ciudad Deportiva), como en las dos de la capital, Granada Norte (en la Avda. Luis Miranda Dávalos) y Palacio de Congresos, e incluso en la de Motril. Con una evolución a peor respecto al día anterior en la mayoría de ellas. Desde el 18 de febrero se registra aire de mala calidad en alguna o en todas las estaciones. 

El viernes, por ejemplo, hubo picos de más de 100 microgramos por metro cúbico de partículas en suspensión y una media durante el día muy superior a los 50 microgramos/m3 de límite máximo de la legislación europea, que es la que se aplica en España. Y aunque el promedio anual máximo, de 40, no suele rebasarse en Granada, sí que la capital y el extrarradio superan cada año la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 20 microgramos/m3 de media anual. 

La OMS indica que la partículas en suspensión (PM) "son un indicador representativo común de la contaminación del aire. Afectan a más personas que cualquier otro contaminante. Los principales componentes de las PM son los sulfatos, los nitratos, el amoníaco, el cloruro de sodio, el hollín, los polvos minerales y el agua. Consisten en una compleja mezcla de partículas sólidas y líquidas de sustancias orgánicas e inorgánicas suspendidas en el aire. Si bien las partículas con un diámetro de 10 micras o menos (≤ PM10) pueden penetrar y alojarse profundamente dentro de los pulmones, existen otras partículas aún más dañinas para la salud, que son aquellas con un diámetro de 2,5 micras o menos (≤ PM2.5). Las PM2.5 pueden atravesar la barrera pulmonar y entrar en el sistema sanguíneo La exposición crónica a partículas contribuye al riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como cáncer de pulmón.

Además, la OMS alerta de que  "la contaminación con partículas conlleva efectos sanitarios incluso en muy bajas concentraciones; de hecho, no se ha podido identificar ningún umbral por debajo del cual no se hayan observado daños para la salud".

La partículas tiene diversa procedencia: masas de aire del norte africano que se desplazan a la Península pero también quemas de rastrojos, actividad de la construcción, instalaciones de combustión o incineración de residuos, o el transporte, especialmente las emisiones de vehículos diésel.  

Desde Cájar se observa la capa de polución instalada encima de la capital y el cinturón. indegranada 

Junto a las partículas está creciendo también la concentración de ozono troposférico (O3), debido al calor de los últimos días, aunque la concentración de este contaminante en el aire todavía se califica de 'admisible', ya que es en verano o con temperaturas más altas cuando suele superar los límites máximos fijados en la legislación. 

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