La Policía Local de Granada, en colaboración con agentes del Seprona de la Guardia Civil, mantiene abierta una investigación que tiene como objetivo poner fin a la celebración de peleas ilegales de perros. La investigación, en la que hay un joven al que se le imputa un delito de maltrato animal, se puso en marcha a principios de este año a raíz de una denuncia de la Asociación Rescate Animal de Granada, a la que llegó un ejemplar de bull terrier gravemente herido. 

Según ha informado la Policía Local de Granada, en noviembre del pasado año ese animal fue recogido por unos ciudadanos que lo entregaron a Rescate Animal. El perro sangraba y "prácticamente agonizaba debido a las lesiones localizadas en su cuello y a las múltiples dentelladas, causantes de graves heridas profundas bajo la piel". En ese momento el perro fue trasladado de urgencias a una clínica veterinaria al objeto de ser salvado.

El dueño fue localizado mediante la utilización del lector de microchips y una vez consultado el Registro Andaluz de Identificación Animal, comprobaron que era un joven de 22 años, vecino de la capital, que pese a ser avisado de la situación en la que había sido encontrado el perro, no se personó a recogerlo. Por ese motivo, la asociación decidió comparecer ante el Seprona. 

Hasta en tres ocasiones, según la información facilitada por la Policía Local granadina, avisó el Seprona al dueño, que hizo "caso omiso a los requerimientos" . Entretanto el informe elaborado por la veterinaria que atendió al perro herido indicó que las numerosas heridas y cicatrices que presentaba el animal, así como su conducta antisocial y agresiva, eran "compatibles con haber sido entrenado para el ataque y utilizado en peleas de perros". Con ese informe se inició la investigación.

Una vez realizadas las pertinentes diligencias a fin de investigar y esclarecer los hechos, se comprobó que sobre el joven pesaban "numerosos indicios de un supuesto delito de maltrato animal" en los archivos de Policía Local, por tenencia de perros de razas potencialmente peligrosas, "con innumerables denuncias por diversas irregularidades en la tenencia y custodia de los mismos, presentando a su vez unas mas que deficientes condiciones higiénico- sanitarias la casa-cueva ilegal en los que los tenía encerrados; encontrándose atados, tapados y a oscuras, siendo ésta una forma de potenciar su peligrosidad".

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En los últimos tres años la Policía Local le ha retirado a este joven 34 perros y 7 cachorros. Fotos: Policía Local

De hecho, la Policía Local de Granada en los últimos tres años ha llevado a cabo hasta 14 intervenciones con este joven, que carece de licencia alguna para la posesión de tal cantidad de animales a su cargo y al que se le han retirado un total de 34 perros y 7 cachorros, la mayoría sin sistema de identificación ni seguro de responsabilidad civil, todos ellos de razas potencialmente peligrosas. Según ha precisado la Policía Local, después de cada una de esas intervenciones, "al poco tiempo volvía a tener en su poder más animales en las mismas condiciones en los que le son retirados los anteriores, maltratando injustificadamente a los animales domésticos que se encuentran en su poder, causándole lesiones tanto físicas como mentales que pueden afectar a su salud".

La investigación sigue abierta a fin de verificar si este joven tiene relación con la organización de peleas de perros de razas potencialmente peligrosas en las cuales, según advierte la Policía Local, "los organizadores y asistentes al espectáculo ilegal jalean a los perros a enfrentarse violentamente, con ensañamiento y crueldad; peleas que no cesan con la rendición del animal, sino con la decisión del dueño; poniendo de nuevo sobre la mesa el oscuro mundo de las peleas clandestinas, en las cuales los animales se enfrentan a vida o muerte mientras los organizadores mueven miles de euros en apuestas".