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La Plataforma 25 de Noviembre exige que la lucha contra la violencia machista se convierta en una cuestión de Estado

Ciudadanía - IndeGranada - Martes, 13 de Junio de 2017
Zapatos rojos contra la violencia.
M.Rodríguez
Zapatos rojos contra la violencia.

La Plataforma contra la Violencia de Género 25 de Noviembre de Granada manifiesta su más absoluta condena y repulsa ante el último feminicidio ocurrido en Las Gabias, mostrando su solidaridad con la familia, amigos y amigas de la víctima. 

La Plataforma 25 de noviembre sigue llamando a "la concienciación y movilización social" e insta a todos los partidos políticos a que incluyan "este grave problema social como prioridad en su agenda política". 

Reitera las exigencias que, como Plataforma 25 de noviembre, recogió en el manifiesto de este último 25 de noviembre. 

"¡Erradicar la violencia de género es cosa de todos y todas!", recuerda el colectivo. 

Reproducimos a continuación el manifiesto difundido por la plataforma: 

"Desde la Plataforma 25 de noviembre y la Asamblea Feminista Unitaria, que integran a diferentes asociaciones de mujeres, partidos políticos, sindicatos, personas independientes, y entidades de Granada que trabajan a favor de la igualdad y contra la Violencia de Género: 

- Nos rebelamos ante cualquier forma de violencia contra las mujeres de forma activa, ocupando la calle como recientemente lo han hecho las compañeras feministas de Chile, Argentina,…para gritar alto y claro que ¡Nos queremos vivas!  

En este año 2017, según cifras oficiales, son ya 27 asesinos que han dejado sin madre a 13 menores, segando la vida de 27 mujeres (44 según feminicidios.net). Más de 1.000 en los últimos 10 años. 

  • Rechazamos cualquier acto de violencia machista, sea económica, física, psicológica o sexual. Así como la violencia simbólica y estructural que sufrimos las mujeres en nuestro día a día, que se ve incrementada por las diferencias étnicas, sexuales y de diversidad funcional, fruto del sistema patriarcal en el que vivimos y que a menudo pasa desapercibida, pero que contribuye a mantener la desigualdad entre mujeres y hombres, y por tanto a perpetuar la violencia. Denunciamos como parte de esa violencia, la discriminación laboral, la invisibilización en el espacio público, en el lenguaje, la cosificación de nuestros cuerpos en los medios de comunicación, la feminización de la pobreza en tiempos de crisis, el reforzamiento del rol de cuidadora cuando se producen recortes en servicios públicos, la socialización diferencial de género, etc. 
  • E insistimos en que la violencia contra las mujeres es un problema profundamente enraizado en nuestro sistema social y económico que promueve la superioridad de los hombres frente a las mujeres en todas las esferas de la vida. Por lo que es necesario deconstruir la masculinidad heteronormativa (cuestionando los privilegios de los hombres), y promover otras masculinidades, que sean cómplices en la lucha feminista, en lugar de verse amenazados por ella. Que no se amparen en el discurso de la falsa neutralidad y que se impliquen de manera activa en la lucha contra el sexismo. 
  • Del mismo modo, nos parece fundamental atajar los falsos mitos sobre la violencia machista y las actitudes neosexistas, que surgen de sectores que se sienten amenazados ante las conquistas sociales promovidas por el feminismo en las últimas décadas. Y especialmente, queremos insistir en que las denuncias falsas en casos de violencia de género son solo el 0.01 de los casos (según Fiscalía General del Estado), un porcentaje muy inferior al de denuncias falsas en otro tipo de delitos (por ejemplo, en 2014 la Policía Nacional estimó que aproximadamente un 60% de los casos en los que se denuncian robos con violencia o intimidación son falsos,). En cambio, entre 2009 y 2014, de las 783.826 denuncias presentadas por violencia de género, sólo ha habido 49 condenas por denuncia falsa (FGE). 

Asimismo, el Síndrome de Alienación Parental y la custodia compartida impuesta son argumentos jurídicos muy peligrosos, cuyo uso se está extendiendo y que socialmente deberíamos combatir. 

- Y reivindicamos también que los recortes de presupuesto para prevención y atención, y el desmantelamiento de los servicios, evidentes una vez más en los nuevos Presupuestos Generales del Estado, son pasos atrás que cuestan vidas. La atención a las víctimas no se puede plantear como caridad, sino como un derecho. 

Por todo ello, exigimos: 

  • Que a la lucha contra las violencias machistas se le dé prioridad política y sea una cuestión de estado que implique a toda la sociedad (instituciones, organizaciones políticas, sindicales, y sociales). Que se centre en elaborar medidas de carácter integral que garanticen a las mujeres el derecho a una vida libre de violencias. 
  • Que la lucha y los recursos incluyan tanto la violencia que ejerce la pareja, o ex pareja, como las agresiones sexuales, el acoso sexual en el ámbito laboral, la trata con fines de explotación sexual/laboral de mujeres y niñas y todas las violencias machistas. 
  • Que se recuperen e incrementen las partidas presupuestarias que se han venido recortando en los últimos años, especialmente los recursos destinados a la prevención, a la recuperación integral de las víctimas y de los/as menores, y los servicios sociales que dependen tanto de las CCAA, como de los servicios de proximidad de los ayuntamientos. 
  • Que se proporcione una alternativa habitacional para las mujeres que sufren violencia y carecen de recursos, sin necesidad de denuncia, con el único requisito de un informe favorable de los servicios sociales y de atención específica a la violencia de género. 
  • Que se ponga en marcha el acompañamiento integral especializado para facilitar la denuncia a aquellas mujeres que quieran llevarla a cabo, y atender específicamente a quienes las retiran por miedo, coacción o cualquier otra circunstancia, realizando un seguimiento de los casos y asegurando el apoyo psicológico en todo el proceso. 
  • Que se elimine la custodia compartida impuesta, el régimen de visitas y la patria potestad a los maltratadores condenados. Y que desde el Consejo General del Poder Judicial y el Ministerio de Interior se tomen medidas para erradicar la difusión del acientífico Síndrome de Alienación Parental y el peligroso discurso de las denuncias falsas. 
  • Que se incorpore al currículum la formación específica en igualdad, nuevas masculinidades, educación afectivo-sexual y prevención de la violencia de género en todas las etapas educativas, así como que se garantice esta formación en el profesorado. 
  • Que se asegure la formación en género de todxs lxs profesionales en contacto con mujeres en situación de violencia (policías, judicatura, psicólogxs, trabajadorxs y educadorxs sociales…) 
  • Que las agresiones sexuales se incluyan en la Ley Integral como delitos de violencia de género, y se realicen estadísticas oficiales para conocer la prevalencia de este tipo de violencia. 

Una sociedad justa exige avanzar hacia una sociedad segura y libre de violencias para las mujeres, que garantice una respuesta efectiva para quienes la sufren, así como para sus hijos e hijas. 

Tu neutralidad refuerza el machismo. ¡Planta cara!"