Espárragos de Huétor Tájar, campaña IGP 2025.
artículo de opinión por Gabriel Pozo

'Mariplacas'

Ciudadanía - Gabriel Pozo - Sábado, 14 de Junio de 2025
Una excelente reflexión de Gabriel Pozo sobre la excesiva tendencia de la alcaldesa de Granada a inmortalizar con placas con su nombre cualquier actuación urbana, por mínima que sea o cuestionable. No te lo pierdas.
Placa de metacrilato al lado de la pared recién pintada.
IndeGranada
Placa de metacrilato al lado de la pared recién pintada.

Muy bien hecho, Marifrán. He visto la mano de pintura que le has dado al pilar de la calle Elvira. Rosa y amarillo merengues. Ha quedado de rechupete, mejor que el blanco albaiyzinero de toda la vida. Me gusta, y mucho, el detalle de pegarle una plaquita de recuerdo al lado.

Es un gesto para la Historia. Para los que, como yo, ocioso jubilado, me dedico a tocar los cataplines a los archivos en busca de datos sobre el patrimonio histórico. Si todos los alcaldes anteriores hubiesen tenido el detalle de sembrar Granada de placas con sus nombres, otro gallo nos cantaría

Es un gesto para la Historia. Para los que, como yo, ocioso jubilado, me dedico a tocar los cataplines a los archivos en busca de datos sobre el patrimonio histórico. Si todos los alcaldes anteriores hubiesen tenido el detalle de sembrar Granada de placas con sus nombres, otro gallo nos cantaría. No perderíamos el tiempo desempolvando anaqueles o elucubrando autorías. Cuando no, inventándolas. Todos los picapedreros y arquitectos deberían haber esculpido sus nombres en los monumentos y edificios. Como los ganaderos marcan sus reses.

Qué mal lo hicieron los llamados “mejores alcaldes del siglo XX”. Ni Gallego Burín (13 años de corregidor) ni Manuel Sola (16 años) quisieron dejar estampadas sus firmas en lo que hicieron. Ni una sola placa de inauguración les recuerda. Seguramente fue porque entre los dos no hicieron prácticamente nada importante por la ciudad. Minucias lo que dejaron a la posteridad. Aunque haya libros y tesis sobre sus buenas y malas iniciativas. A lo mejor es que todavía no hemos superado el complejo de que fueron alcaldes franquistas.

Luego llegaron los demócratas, a partir de 1979. También fueron unos jodidos, apenas colocaron plaquitas inaugurales. Solamente accedieron a poner sus nombres en el Auditorio Falla, el Palacio de Congresos, el Puente Romano, la Gran Vía… Y poco más

Luego llegaron los demócratas, a partir de 1979. También fueron unos jodidos, apenas colocaron plaquitas inaugurales. Solamente accedieron a poner sus nombres en el Auditorio Falla, el Palacio de Congresos, el Puente Romano, la Gran Vía… Y poco más. Porque debieron hacer muy pocas cosas por la ciudad. Mejor que los olvidemos.

En el listado de alcaldes malafollás, de los que no quieren poner sus nombres en las placas, incluyo a tu antecesor. Mira que no querer colocar bronces en suelos y paredes del amplio programa de reformas y empedrados que acometió y dejó a punto de inauguración. Paco Cuenca no tuvo la ocurrencia de colocar su huella en el adoquinado nuevo de la calle Navarrete ni en la acera Rector López Argüeta. Pero llegaste tú y estampaste tu mano sobre el cemento todavía fresco que había palustreado otro.

Eso sí, siempre en el centro de la ciudad. No he visto ninguna placa con tu nombre en Almanjáyar ni Haza Grande. Aunque ya te inventarán los del 'fotocall' algo para dejar la huella

He contado a vuelamemoria las placas inaugurales que has colocado en los dos años justos que llevas de alcaldesa. Resulta que ya suman más que entre todos los alcaldes franquistas y demócratas. Enhorabuena. Es señal de que has hecho más cosas y arreglado más desperfectos que entre todos ellos juntos, los franquistas y los constitucionales. Más el aluvión que te espera cuando empieces a estampar tu sello en las calles que está levantando Emasagra para renovar redes. Tus chicos aprovechan para rehacerlas con un gusto más que cuestionable. Eso sí, siempre en el centro de la ciudad. No he visto ninguna placa con tu nombre en Almanjáyar ni Haza Grande. Aunque ya te inventarán los del fotocall algo para dejar la huella.

Algunas de esas firmas llevan aire de oportunista. O sea, de aprovecharse del trabajo de otros. A eso se llama plagio en términos universitarios o de investigadores

Algunas de esas firmas llevan aire de oportunista. O sea, de aprovecharse del trabajo de otros. A eso se llama plagio en términos universitarios o de investigadores

Hay grandes autores que hacen fabulosos trabajos y les da pudor firmarlos. Como los arquitectos que levantan un rascacielos y no ponen sus nombres. En cambio, hay otra gente que poda un árbol y pone su placa al lado; barre las cacas callejeras y hace lo mismo. Incluso el día que limpie las pintadas del Albayzín se atreverá a poner el cartel inaugural. Son tan inmodestos como aquel albañil que ponía sus iniciales cuando tapaba ratoneras.

Menos mal que tú no eres de esos.

Imagino que también habrá que colocar una placa con el nombre de la alcaldesa que permitió levantar una casa en mitad de la calle Navarrete

Permíteme que ─aparte de darte las gracias en nombre de cronistas y futuros historiadores de la cosa local─ te haga una pequeña crítica. Hace algo más de un año colocaste un cartel en el Huerto del Carlos con el único motivo de que habías pasado por allí. No caíste en que te apropiabas de una obra que costó mucho esfuerzo y dinero a un barrio, a otra corporación y alcaldes del siglo XX. Mira si es viejo el asunto como para añadirle tu firma ahora.

Sólo le faltan dos detalles al metacrilato: añadir que ese pilar ya empezaron a arreglarlo en 2009 y lo acabaron en 2021. Y una foto tuya de perfil, como hacían los faraones

Y ayer vi que inaugurabas el pintado merengón del Pilar de las Angustias. Por supuesto, con la correspondiente placa para que se te recuerde. Sólo le faltan dos detalles al metacrilato: añadir que ese pilar ya empezaron a arreglarlo en 2009 y lo acabaron en 2021. Y una foto tuya de perfil, como hacían los faraones.

Ea pues, a seguir levantando grandes pirámides para que los cronistas de la claque te recuerden como la mejor alcaldesa del siglo XXI.

Leyenda en el Huerto del Carlos, localizando unos restos ya localizados hace tres décadas.
Bronce en el suelo de la calle Navarrete, obra originaria de la corporación anterior y cortada la cinta por la actual.
Bronce en calle Rector López Argüeta. Ídem de la foto de arriba.
Leyenda con el metacrilato colocado ayer junto a la fuente de la calle Elvira. El lego pensará que lo hizo esta alcaldesa hace unos días.
Edificio que levantan estos días en medio de la calle Navarrete. Se espera que también la alcaldesa coloque su placa cuando lo inauguren.