Campaña Inagra contenedor marrón.

Liberadas tres mujeres, obligadas a prostituirse las 24 horas del día en pisos alquilados

Ciudadanía - IndeGranada - Viernes, 1 de Octubre de 2021
La Policía ha detenido en Granada a las dos personas que las explotaban sexualmente, que se quedaban con el 60% de las ganancias.
La denuncia de una de las víctimas permitió la detención de sus explotadores.
policía nacional/archivo
La denuncia de una de las víctimas permitió la detención de sus explotadores.

La Policía Nacional ha detenido en Granada a un hombre de 33 años y nacionalidad colombiana y a una mujer española de 28 años como presuntos autores de un delito de explotación sexual, tras supuestamente haber coaccionado a tres mujeres para el ejercicio de la prostitución en pisos alquilados aprovechándose de su precaria situación económica, social y de salud. Los detenidos han sido puestos en libertad con cargos y están a la espera de comparecer a juicio.

La investigación comenzó en agosto, a raíz de una llamada telefónica de una de las víctimas en la que manifestaba estar siendo obligada a prostituirse bajo la amenaza de ser expulsada a la calle si no lo hacía. Los agentes descubrieron que se usaban varios pisos, originariamente ofertados como alojamientos turísticos, para la explotación sexual de varias mujeres. Uno de ellos fue localizado en el centro de Granada, otro en un pueblo del cinturón metropolitano (que la Policía no especifica) y un tercero en Burgos.

La actividad ilícita se completaba con la captación de clientes a través de una página web destinada a concertar citas sexuales, mediante varios números de teléfono y correos electrónicos. Las declaraciones de la víctima posibilitaron el descubrimiento de otras dos mujeres, una española y otra extranjera, que estaban siendo coaccionadas para que ejerciesen la prostitución aprovechándose de su precaria situación económica, social y de salud.

Según indica la Policía, las tres víctimas eran obligadas a atender a los clientes que llegaban durante las 24 horas del día, bajo la amenaza de ser expulsadas a la calle si no cumplían con las obligaciones impuestas por sus explotadores, que se quedaban el 60 por ciento de las ganancias obtenidas.

El varón, además, presuntamente abusó y agredió sexualmente a una de ellas durante su estancia en el piso alquilado de Burgos, aprovechándose de la fuerte medicación sedante que tomaba esta víctima para tratar un problema de ansiedad.