Liberadas cinco mujeres obligadas a prostituirse en un piso de Granada

Ciudadanía - IndeGranada - Lunes, 17 de Mayo de 2021
Una de las dos mujeres detenidas ya fue arrestada hace unos meses por explotar sexualmente a otras diez chicas en la misma vivienda.
Es la segunda intervención que hace la Policía en el mismo piso.
policía nacional/archivo
Es la segunda intervención que hace la Policía en el mismo piso.

La Policía Nacional de Granada ha liberado en Granada a cinco mujeres víctimas de trata de seres humanos, que habían sido obligadas a prostituirse. Durante la operación han sido arrestadas dos mujeres de nacionalidad española y origen brasileño de 56 y 49 años, una de ellas con antecedentes policiales como presunta autora de explotar sexualmente de manera reiterada a extranjeras en situación irregular. Las dos han ingresado en prisión, según informa la Policía, que ha realizado dos registros domiciliarios en los que se ha intervenido documentación, teléfonos móviles y 480 euros.

La investigación se inició el pasado mes de marzo una vez que se detectó lo que parecía ser la reanudación de actividad de prostitución y tráfico de drogas en un inmueble cercano a la plaza de la Caleta, lugar que ya había sido investigado en septiembre del pasado año, cuando fueron detenidas siete mujeres, entre ellas una española de origen brasileño que regentaba como arrendataria el inmueble en el que, en ese momento, eran explotadas sexualmente hasta diez mujeres que fueron liberadas.

En los registros realizados en su domicilio y en el piso, los agentes intervinieron documentación relativa a la ilícita actividad, 26.000 euros en efectivo y cocaína, que podrían ser "indicadores de la trata de seres humanos, prostitución coactiva" y, según el testimonio ofrecido por el total de las mujeres que eran objeto de explotación sexual, también de "tráfico de drogas".

Después de finalizar el periodo de prisión preventiva dictaminado por la autoridad judicial para las siete mujeres, la mencionada arrendataria y principal investigada reanudó la actividad delictiva, que consistía en captar a ciudadanas extranjeras en situación irregular mediante anuncios en páginas web de contenido sexual, ofertando una plaza en la ciudad de Granada, en la que ganarían mucho dinero, tendrían libertad de horarios y elección de clientes.

Una vez que las trabajadoras aceptaban las condiciones engañosas ofrecidas como gancho por la presunta proxeneta, eran alojadas en el mismo inmueble donde debían supuestamente prostituirse "las 24 horas del día, los siete días de la semana". Además les retiraba los pasaportes con el pretexto de que ella debía tenerlos por si era inspeccionada por la policía y poder decir que les alquilaba habitaciones para residir y prostituirse libremente, cuando en realidad no les permitía salir a la calle más que dos horas al día, coincidiendo con el periodo de menor afluencia de clientes y sin poder alejarse una distancia que les llevara más de diez minutos regresar, según explica la Policía. Tampoco les permitía rechazar a ningún cliente y si incumplían estas normas las echaba a la calle.

Según el contenido de la investigación, las mujeres debían, además, ofrecer drogas a los clientes que eran facilitadas por la 'madame' y una mujer de confianza que hacía las veces de encargada o "mami" en ausencia de la primera. La responsable de la casa obtenía el 40 por ciento de los servicios de prostitución realizados por las mujeres, mientras que debían entregarle la totalidad del precio estipulado por las drogas.

Las detenidas, quienes también en su día habían ejercido la prostitución, se aprovechaban además de las circunstancias personales, familiares y sociales de sus explotadas, dado que conocían que carecían de residencia legal, tenían hijos menores a su cargo, ignoraban la legalidad española y estaban en riesgo de exclusión social.