Inagra en Navidad
En el 15 aniversario de su desaparición en Motril

Un juzgado inicia los trámites para declarar fallecida a María Teresa

Ciudadanía - IndeGranada / E.P./P.F. - Viernes, 21 de Agosto de 2015
Quince años después de la desaparición de María Teresa Fernández en Motril, un juzgado de la localidad, a instancia de los padres, ha iniciado el expediente para la declaración de fallecimiento de la joven.
Cartel con la desaparición de María Teresa.
Indegranada
Cartel con la desaparición de María Teresa.

En el edicto emitido por Antonio Carrascosa González, magistrado-juez de Primera Instancia número 1 de Motril, señala que no se tienen noticias de la joven, nacida hace 33 años, “desde el 19 de agosto de 2000, ignorándose su paradero”.

“Lo  que  se  hace  público  para  los  que  tengan noticias  de  su  existencia,  puedan ponerlos  en  conocimiento  del  Juzgado y  ser oídos”, concluye el edicto, firmado el pasado 5 de noviembre de 2014.

Edicto del juzgado.

 

"Puede que tarde, pero voy. Espérame”

En plena Feria de Motril, María Teresa Fernández, según la composición de los hechos, se encontraba en la Avenida de Andalucía de la ciudad, en un semáforo, a unos doscientos metros de una parada de autobús en pleno centro de la ciudad, entre el Cerro de la Virgen y la calle Cuevas.

Eran 21.30 horas y su padre la acababa de llevar en coche hasta allí, porque iba a encontrarse con unos amigos para ir hasta el recinto ferial -a unos dos kilómetros de distancia- a ver un concierto de Café Quijano, con ocasión de las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Cabeza. Su padre le ofreció dinero, pero ella ya llevaba 2.000 pesetas de las de entonces y dinero suelto, y le dijo que no le hacía falta más. Mientras esperaba el autobús, envió un mensaje a su novio, que trabajaba en un bar junto a la playa, en el que le decía "Puede que tarde, pero voy. Espérame".

Unas amigas que pasaban por la zona en el coche de su padre dijeron haberla visto sola, sobre las diez menos siete minutos, a unos sesenta metros de la parada.

Nunca se la volvería a ver.
Antonio Fernández, el padre de María Teresa, en declaraciones a Europa Press, ha explicado que tomaron esta decisión hace más de un año aconsejados por dos amigos, uno de ellos fiscal y el otro padre de un niña desaparecida en Cataluña que ya había realizado estos trámites en pro del futuro de su otro hijo.
 
Se lo propusieron cuando su mujer sufrió el ictus, según palabras de Fernández, quien ha explicado que el "médico no contaba con su recuperación" y fue este acontecimiento el que los llevó a comenzar los trámites para declarar fallecida a la joven desaparecida porque, en el caso de la muerte de alguno de los progenitores, las otras dos hijas del matrimonio no podrían acceder a la herencia por "no contar con el consentimiento de su hermana".
 
Los trámites burocráticos no han sido fáciles, según ha explicado el padre, puesto que, entre otros "papeleos", tenían que publicar en la prensa la denuncia de desaparición, carteles y esquelas, "algo que nos ha costado alrededor de 2.000 euros".
 
Hace dos meses, su abogado, José Rojas, quien también les animó a tomar esta decisión, les anunció que "todo estaba listo a falta de unas firmas" aunque aún no saben "ninguna otra novedad sobre el caso".
 
"Se trata de un mero trámite para asegurar el futuro de las otras dos niñas", ha apuntado Antonio Fernández para aclarar que no piensa en la muerte de su hija y, por ello, aún continúa "pagando todas sus cosas, incluso sus seguros".

Una búsqueda incansable

Entre otras acciones de búsqueda, se inició un rastreo en la vega de Motril, realizado por 140 personas (Protección Civil, Unidad de Intervención Policial de Málaga y Granada, Grupos especiales Operativos GEOS, Inspectores Unidad Central de la policía Judicial de Madrid) que, tras cinco horas, no encuentran pistas, según la recopilación efectuada por la Fundación Europa de Personas Desaparecidas.

En octubre de 2004, el británico Tony Alexander –condenado por la muertes de las jóvenes malagueñas King Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes, ocurridas en 1999 y 2003, respectivamente y por un intento de violación cometido en Benalmádena en 2001- reconoció, haber escrito una carta a su ex-mujer, Cecilia Pantoja, en la que afirmaba que "haría pagar" a Robert Graham  "por lo que le hizo a Rocío y a la chica de Motril" y  afirma que intuye que asesinó a la joven María Teresa Fernández.

Se abrió una nueva línea de investigación, en búsqueda de varias personas de origen inglés que vivían en la provincia de Málaga y que, según King, habrían estado con ellos en esa fecha en Motril.

La Brigada Judicial de la Policía Nacional intentó localizar a una mujer que conducía un vehículo Mitsubishi de color rojo en el que supuestamente se trasladó el cuerpo de María Teresa una vez muerta, para ser posteriormente arrojada a un barranco, que King no supo situar en un mapa, ni tampoco lo supo hacer en una visita posterior que realizó en marzo de 2008, acompañado por policías.

Los padres, desolados

Por eso, los padres de María Teresa lamentan que un careo entre Robert Graham y Tony Alexander King hubiera aclarado lo que sucedió. E insiste en que ahora que se sabe el paradero de Graham, que reside en Inglaterra, después de que no fuera condenado por ninguno de los hechos por los que cumple condena King,  se "debería de hacer un careo entre ambos para que aclaren lo sucedido y lo que hicieron el día de la desaparición", fecha en la que se tiene constancia que ambos estaban en Motril.

María Teresa Fernández cuando desapareció.

Pero no. Profundamente afectados, señalan los padres que hoy se sabe prácticamente lo mismo que cuando desapreció.

Los dos dicen que pese a que cada vez tienen menos fuerzas seguirán luchando, "contra viento y marea, hasta que el cuerpo aguante".

"No descansaremos hasta que sepamos qué le ocurrió y dónde está nuestra hija", han asegurado los padres de la joven desaparecida con motivo de este quince aniversario que reiteran su agradecimiento a las muchas personas que se han acordado de ellos en estos días, ya que son múltiples las llamadas que les han hecho para dar muestras de apoyo. Y a la Policía de Motril que, pese al tiempo transcurrido, no han cerrado el caso.

El padre de la joven, Antonio Fernández asegura que "a menudo" acude a la comisaría para entrevistarse con el inspector jefe y que este le asegura que la investigación continúa abierta, pero mientras no haya ningún nuevo indicio o detalle que lleve a qué pudo ocurrir con la joven desaparecida "no queda más que esperar".
 
El último movimiento en la investigación se registró hace tres años cuando el padre de María Teresa Fernández recibió una llamada que, a pesar de ser rastreada por la Policía Nacional, no se logró encontrar al interlocutor y, aunque posteriormente el hombre ha recibido nuevas llamadas con número oculto, la Policía le recomendó que hiciera "caso omiso".

Desde que desapareció la joven, sus familiares, amigos y las fuerzas de seguridad la han buscado por distintos puntos y se han distribuido fotografías suyas por todas las comunidades autónomas, así como por internet, acompañadas de manifestaciones y concentraciones  para evitar que el caso cayese en el olvido.