La guía ha sido elaborada por la Universidad de Navarra para el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana
La intervención en Santa Adela, ejemplo de buenas prácticas urbanas locales en España
La rehabilitación integral de la barriada ha sido incluida en un catálogo de proyectos que destacan por hacer las ciudades más habitables y fomentar el acceso a la vivienda y la cohesión social.
IndeGranada
Imagen de Santa Adela, con uno de los nuevos edificios en primer término.
La rehabilitación integral de Santa Adela es un ejemplo a seguir por otras ciudades. La intervención liderada por el Ayuntamiento de Granada, impulsor del proyecto que financia con la ayuda de Gobierno de España y Junta de Andalucía, así como la aportación vecinal, ha sido incluida en un catálogo de buenas prácticas urbanas de carácter local.
La guía es el resultado de un estudio elaborado por la Universidad de Navarra para el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Según recoge el documento, consultado por El Independiente de Granada, el trabajo de investigación ha sido desarrollado por el Departamento de Teoría, Proyectos y Urbanismo de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la citada universidad en el marco de la Agenda Urbana Española.
El trabajo elaborado por la Universidad de Navarra ha identificado 66 experiencias urbanas, entre ellas la de Santa Adela, en Granada
El trabajo ha identificado 66 experiencias urbanas, entre ellas la de Santa Adela, en Granada, "que pretenden generar conocimiento en relación con ejemplos reales de planes, actuaciones y proyectos que se han puesto en marcha con éxito en pueblos y ciudades de España y que se alinean perfectamente con los objetivos estratégicos que promueve la Agenda".
La experiencia de regeneración urbana de Santa Adela, resalta esta novedosa guía de buenas prácticas urbanas, "es una de las más representativas a nivel nacional" y ya ha sido reconocida como "innovadora y ejemplarizante" en otro estudio elaborado por la Universidad Politécnica de Madrid.
Del proyecto resalta que cuente con una Oficina Técnica de Información y Asesoramiento ubicada en el propio barrio o el "innovador" programa de realojos durante la ejecución de las obras.
En el estudio se señala como una de las fortalezas que han ayudado al éxito de la intervención la extraordinaria red vecinal existente en el Zaidín, como la Red de Mujeres del barrio.
España fue pionera, como recuerda la guía, en aprobar, el 22 de febrero de 2019, su propia Política Nacional Urbana denominada: Agenda Urbana Española, con el fin de constituir un marco de apoyo para elaborar las estrategias y las acciones para el desarrollo justo, equitativo y sostenible de pueblos y ciudades. Marca 10 objetivos que, fruto del consenso del proceso de participación al que fue sometida durante su elaboración, recogen, desde lo general a lo particular, la vinculación de los pueblos y ciudades con su entorno, su relación con los efectos vinculados al cambio climático, el componente social y cultural de los entornos y su componente de desarrollo económico.
Los estudios previos, como recuerda el estudio, comenzaron en 2000-2002, fecha en la que tuvo lugar la delimitación del ámbito de intervención que, posteriormente, se incluyó en el Plan General de Ordenación Urbana de Granada. En total afecta a cerca de 1.500 viviendas. Fueron construidas -recuerda el documento- a finales de los años 50 para los damnificados del terremoto de 1956.
Dado que no todas presentaban el mismo nivel de conservación, se establecieron dos modalidades de intervención: "demolición de los edificios en peor estado y construcción de nueva edificación (5 áreas); espacios públicos y zonas verdes y rehabilitación de aquellos que se encuentran en mejores condiciones físicas (2 áreas). Estos últimos pasan a formar parte de dos Áreas de Rehabilitación: Área de Rehabilitación Jarama y Área de Rehabilitación Cataluña".
Imagen de la demolición, en 2017, en la tercera fase del proyecto. indegranada
Situación de partida, según el diagnóstico
"Gran parte de las edificaciones presentan problemas de humedades por capilaridad que llegaban, en algunos casos, a alcanzar los 2 metros de altura. Estas patologías se detectan, principalmente, en las plantas bajas, y son debidas a la construcción de las soleras de los edificios apoyadas directamente sobre los terrenos que se ubican sobre la vega del río Genil. La falta de canalones en cubiertas y su mal mantenimiento empeoran la situación. Las humedades existentes en las viviendas generan graves problemas de salud en los vecinos que, en su mayoría, son personas de edad avanzada.
Existen, además, situaciones de pobreza energética en el barrio debido a una deficiente envolvente térmica de los edificios e instalaciones muy poco eficientes, lo que implica un despilfarro energético y falta de confort interior. A lo anterior se añaden los escasos recursos económicos de una población en su mayoría vulnerable. De hecho, existe un gran número de personas mayores que viven solas y que reciben pensiones muy bajas, por lo que en muchos casos hacen frente a los gastos mediante empleos sumergidos.
El 30% de la población encuestada en el estudio socioeconómico previo a la intervención asegura que la pobreza y la escasez de recursos económicos son los principales problemas del ámbito". Imagen, de 2015, del interior de una de las viviendas más deterioradas que aguardaban entonces el impulso del proyecto de regeneración. Foto: Miguel Rodríguez archivo
"Gran parte de las edificaciones presentan problemas de humedades por capilaridad que llegaban, en algunos casos, a alcanzar los 2 metros de altura. Estas patologías se detectan, principalmente, en las plantas bajas, y son debidas a la construcción de las soleras de los edificios apoyadas directamente sobre los terrenos que se ubican sobre la vega del río Genil. La falta de canalones en cubiertas y su mal mantenimiento empeoran la situación. Las humedades existentes en las viviendas generan graves problemas de salud en los vecinos que, en su mayoría, son personas de edad avanzada.
Existen, además, situaciones de pobreza energética en el barrio debido a una deficiente envolvente térmica de los edificios e instalaciones muy poco eficientes, lo que implica un despilfarro energético y falta de confort interior. A lo anterior se añaden los escasos recursos económicos de una población en su mayoría vulnerable. De hecho, existe un gran número de personas mayores que viven solas y que reciben pensiones muy bajas, por lo que en muchos casos hacen frente a los gastos mediante empleos sumergidos.
El 30% de la población encuestada en el estudio socioeconómico previo a la intervención asegura que la pobreza y la escasez de recursos económicos son los principales problemas del ámbito". Imagen, de 2015, del interior de una de las viviendas más deterioradas que aguardaban entonces el impulso del proyecto de regeneración. Foto: Miguel Rodríguez archivo
Algunos de los resultados mencionados por la investigación:
- Desde el punto de vista del diseño urbano y medio ambiente Local: "la intervención contempla una importante mejora del espacio público, que afecta de manera positiva y directa a la escena urbana, a su legibilidad y a la seguridad. Las operaciones realizadas eliminan principalmente espacios residuales derivados de un diseño urbano anterior obsoleto. La propuesta mejora la relación de las plantas bajas con el entorno público, mediante la introducción de nuevos usos terciarios, que proporcionan más diversidad y complejidad. Sin embargo, no contempla operaciones ligadas a la mejora de la eficiencia energética de instalaciones a escala urbana".
- Edificación: "al tratarse de una intervención de renovación en varias fases, las nuevas edificaciones cumplen los requisitos del CTE (Código Técnico de Edificación), por lo que el esquema arquitectónico -materiales, sistemas constructivos, seguridad edificatoria, requisitos de habitabilidad...- son satisfactorios. La calificación energética de los edificios podría mejorar, aunque algunos de ellos alcanzan una calificación óptima. De hecho, una de las edificaciones de nueva planta resultó ganadora de los Premios Progreso 2009 Categoría “Urbanismo y Vivienda” de la Fundación para el desarrollo de los pueblos de Andalucía (Junta de Andalucía y Federación Andaluza de municipios y provincias FAMP) y finalista en la I Edición de los Premios AVS del año 2008, en la categoría “mejor actuación en revitalización urbana“; y en el año 2010, en la II Edición Premios AVS, lo fue nuevamente por la actuación social e intervención sociocomunitaria. Respecto a la rehabilitación de las edificaciones existentes también supondrá una mejora respecto a los sistemas constructivos, patologías detectadas y eficiencia energética de la envolvente".
El estudio concluye señalando las "lecciones aprendidas" de esta intervención, entre las que hace mucho hincapié, como ya se ha señalado, en la Oficina Técnica de Información y Asesoramiento. "Todo ello con el fin de lograr la participación de la población afectada durante todo el proceso, mediante un acompañamiento técnico y social desde el inicio, asegurando continuidad, seguimiento y una vinculación real con ellos". Igualmente resalta la comisión de seguimiento de obras, constituida por personas que viven en el barrio, trabajadores sociales y técnicos responsables de las obras y los foros de participación ciudadana.
Menciona muy especialmente el papel del Ayuntamiento como impulsor de la actuación y de la plataforma vecinal, así como la colaboración de la Junta de Andalucía y el Gobierno central. Igualmente destaca también la articulación de la financiación aprovechando fondos de diferentes administraciones.
Respecto a la sostenibilidad, indica que la actuación "destaca por su compromiso con los criterios de sostenibilidad medioambiental, económica y social, puestos de manifiesto en la mejora física de las viviendas y el uso efectivo de los espacios públicos, la accesibilidad y habitabilidad, la movilidad, el ahorro energético y cogeneración de energía; así como la recogida de residuos, e innovaciones técnicas (materiales y equipos) entre otros".
La identificación de la rehabilitación,integral de Santa Adela como una de las buenas prácticas a seguir supone un espaldarazo al trabajo municipal que se desarrolla desde el área de Urbanismo.
