Ayuntamiento y Ecovidrio han puesto en marcha la campaña `Recicla vidrio por ellas´, una iniciativa para concienciar sobre el reciclado de estos envases que, dada la cercanía del Día Mundial del cáncer de mama, que se celebra el próximo 19 de octubre, contribuirá a este proyecto, pues toda la recaudación obtenida se destinará a campañas de prevención.

Así lo ha explicado el edil de Medio Ambiente, Jacobo Calvo, que ha subrayado la importancia de estas iniciativas orientadas a “cuidar el medioambiente, lo que se traduce también en cuidar la salud, el bienestar y la calidad de vida”, por lo que “desde el Ayuntamiento seguiremos apoyando y potenciando iniciativas de contenerización y recogida; apoyando el reciclaje de vidrio en la hostelería, y apostando por campañas de sensibilización que lleguen a todos los sectores de población”.

Jacobo Calvo ha recordado asimismo que el reciclaje “es un elemento fundamental para contribuir al desarrollo sostenible, fomentar la transición hacia la economía circular y luchar contra el cambio climático” y ha apuntado que en concreto, el reciclaje de envases de vidrio es “una actividad apoya el cumplimiento de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”

En la misma línea, la concejala de Igualdad y Presidencia, Ana Muñoz, ha mostrado “el compromiso del gobierno local con iniciativas que además del factor medioambiental conllevan un fin solidario” y en este sentido ha animado a la ciudadanía a “participar en el proyecto `Recicla por ellas´ depositando sus envases en los contenedores rosas instalados en la plaza del Carmen, dado que la recaudación conseguida a través de las ventas irá destinada a la Fundación Sandra Ibarra que impulsa proyectos de investigación y sensibilización frente al cáncer”.

Junto a los contenedores situados en el Ayuntamiento, en el marco de la campaña los días 22 y 23 de octubre se instalará un árbol formado por estos miniglús rosas y un expositor informativo en el que los visitantes podrán acceder a un sorteo para conseguir uno de estos contenedores de pequeño tamaño con la imagen de la campaña.

Miniglús de Ágatha Ruiz de la Prada

Otro modo de colaborar con el proyecto es adquirir los miniglús domésticos -diseñados por Agatha Ruiz de la Prada en el marco de la campaña- a través de la web www.miniglú.es unos diseños en el que se destaca el lema de la Fundación Sandra Ibarra: “Llenos de vida”; unos diseños que se basan en los contenedores verdes de la calle, pero realizados en un tamaño más pequeño para que sea fácilmente adaptable a cualquier espacio en el hogar o la oficina.

Además de nuestra ciudad, la campaña se ha extendido por más de 170 capitales como Madrid, Sevilla, Valladolid, Murcia, o Málaga con un total de 500 contenedores rosas. Además, la entidad ha contado con Sandra Ibarra, presidenta de la Fundación que lleva su nombre, como embajadora del proyecto.

Según los datos 2020, los granadinos reciclaron un total de 3.803 toneladas de envases de vidrio, lo que supone que cada habitante recicló de media 16,3 kg.

Respecto a la tasa de contenerización, Granada se sitúa con una media de 228 habitantes por contenedor, contando con un total de 1.023 iglús para los residuos de envases de vidrio instalados.

Ha acompañado a Ana Muñoz y a Jacobo Calvo en la presentación del proyecto, el gerente de zona de Ecovidrio, Jesús Gutiérrez Lara.

Fundación Sandra Ibarra

La Fundación Sandra Ibarra es una organización sin ánimo de lucro, con una trayectoria de trece años sumando esfuerzos frente al cáncer, una causa de salud global. Desde su inicio, la Fundación ha impulsado y financiado campañas y proyectos de investigación, sensibilización y prevención frente al cáncer, y ha colaborado activamente en el desarrollo de la humanización de la Sanidad.

En los últimos años, tras el aumento de los índices de supervivencia y la falta de atención sanitaria específica para el superviviente de cáncer, la Fundación se ha orientado hacia la búsqueda de soluciones en ese ámbito.

De la ausencia de planes asistenciales específicos y la consideración de la supervivencia como una fase más del proceso oncológico, nace la Escuela de Vida. Se trata de una escuela de pacientes y supervivientes especializada en hacer frente a las necesidades asistenciales durante el periodo de transición en el que ya no hay tumor ni tratamiento, pero aparecen otras secuelas. El objetivo es formar e informar a pacientes y supervivientes de cáncer, para que se conviertan en protagonistas de su salud y logren el bienestar físico y emocional necesario.