El Hospital Universitario Virgen de las Nieves ha formado a 25 sanitarios en técnicas avanzadas de reanimación cardiopulmonar en mujeres gestantes. Es la primera vez que se lleva a cabo este curso, altamente especializado, para entrenar cómo actuar en el caso que una embarazada sufra una parada cardiorrespiratoria, un cese brusco e inesperado de las funciones cardíaca y respiratoria con posibilidad de ser reversible si se atiende en el menor tiempo posible.

Este curso ha sido dirigido por el especialista en Medicina Intensiva y profesor en el Departamento de Medicina de la Universidad de Granada Antonio Cárdenas quien ha señalado que el objetivo de esta acción formativa “es abordar todos los aspectos necesarios para la atención, tanto en la fase inicial como en la intermedia y en la avanzada de la paciente gestante que sufre un episodio de parada cardiorrespiratoria, recordando que es la emergencia por excelencia, porque es el único proceso patológico que afecta a dos personas en un mismo tiempo”.

El experto ha subrayado que “son muy pocos los casos de pacientes gestantes que sufren un episodio de este tipo, motivo por el que es tan importante este tipo de cursos para entrenar determinado tipo de competencias, tanto cognitivas, procedimentales y actitudinales relacionadas con la atención global de la paciente en situación de parada cardiorrespiratoria”.

El curso se ha desarrollado en dos fases, una online de una duración de un mes y tres sesiones presenciales en las que se ha llevado a cabo la simulación clínica de alta fidelidad para aprender cómo hacer correctamente las maniobras de resucitación. Los docentes han formado a más de una veintena de profesionales del hospital granadino de las especialidades de Obstetricia y Ginecología, de enfermería obstétrico-ginecológica además de médicos y enfermeros internos residentes.

El jefe de servicio de Medicina Intensiva, José Miguel Pérez Villares, ha incidido en la importancia de esta formación, en este caso, “con un matiz muy importante, muy humano y de mucha responsabilidad, ya que cuando se asiste a una gestante hay dos vidas en juego”.

Pérez Villares ha remarcado que “la probabilidad de que esto suceda en nuestro sistema sanitario es baja porque la atención a la embarazada por parte de ginecólogos obstetras y desde atención primaria es de muy alta calidad” pero, a pesar de ser un escenario poco frecuente, “los movimientos migratorios hace que nos lleguen en ocasiones mujeres que no han tenido la suerte de que su gestación se controlara en un país como el nuestro, sino en otros con menos desarrollo y eso hace que puedan estar en situaciones de riesgo elevado, de parada en una fase final de la gestación”.

Para estos casos poco frecuentes, “preparamos a nuestros profesionales para ser capaces de resolver este tipo de problemas” ha apostillado el responsable.

Un hospital referente

El hospital granadino cuenta con un protocolo muy avanzado en la atención de pacientes que sufren una parada cardiorrespiratoria, tanto dentro como fuera del hospital, de los que, anualmente, un equipo especializado de médicos y enfermeros del Servicio de Medicina Intensiva trata cerca de 200 casos.

Este alto volumen de pacientes que requieren cuidados especiales conlleva un entrenamiento continuo en este procedimiento, así como programas muy específicos que, junto a la amplia experiencia y formación del equipo de profesionales, hace que este hospital sea referente en la atención de los casos, ya que dispone de una sala de hemodinámica de vanguardia, del programa ECMO RCP,- terapia con oxigenador con membrana extracorpórea añadido a la resucitación cardiopulmonar-, especialización en el cuidado del shock cardiogénico y amplia experiencia en el abordaje del paciente neurocrítico y también del pediátrico, ya que este hospital es referente en la atención crítica de menores al disponer de una unidad de cuidados intensivos pediátricos.

En los casos de parada en el ámbito hospitalario, el centro cuenta con un Plan de Reanimación Cardiopulmonar Intrahospitalario que permite iniciar las maniobras de resucitación en un tiempo mínimo gracias a los 156 desfibriladores instalados en todo el complejo sanitario.

Para el uso correcto de estos equipos de soporte vital, desde hace más de una década, médicos intensivistas y enfermería especializada imparten cursos de formación y manejo de los equipos a más de 600 sanitarios del hospital cada año para que sepan actuar ante una emergencia de este tipo.