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Opinión

'Homenaje a los niños palestinos'

Ciudadanía - Balbino Montes Rodríguez - Domingo, 16 de Junio de 2024
Balbino Montes Rodríguez firma esta reflexión que remueve conciencias sobre la situación de las niñas y niños palestinos. Para leer y compartir.
Un niño, en las ruinas de una escuela.
© 2024 UNRWA por Fadi Thabet
Un niño, en las ruinas de una escuela.

Si la Historia no sirve para recordar, cambiar la intención de hechos reprobables acontecidos y mejorar cada capítulo de ella, me importa un bledo la Historia. Soy padre de 4 hijos y abuelo de 3 nietos. 

Mi pequeña Gracia, tan atractiva, cinco años y los intrépidos Marcelo y Marco, ambos de 3 años. Sus padres les pusieron esos nombres y los tres nacieron en Granada (España). Pero bien podían llamarse Amira, la niña, Jamal y Karim, los niños y haber nacido en Palestina. Desde hace tiempo me levanto al amanecer, salgo a la terraza y fotografío con el móvil los amaneceres y las nubes que, con sus llamativas figuras y colorido tanta ilusión les hace a mis nietos Gracia, Marcelo y Marco. Eso no lo podría realizar con mis nietos, Amira, Jamal y Karim que, estoy seguro les haría una enorme ilusión por el paisaje de luz, colores y paz. Y no lo podría hacer porque ellos tienen enfermas sus retinas de ver los disparos, haces de luz sangrienta de los misiles que los matan a ellos y sus familias, el pánico grabado en sus pequeños cerebros y el “odio infantil” en sus almas. Esos inocentes ojos, tanto como los de Gracia, Marcelo y Marco.

Sí, hay diferencias entre ellos. Estos desayunan, almuerzan, meriendan y cenan con sus padres, asisten a sus colegios, estudian, juegan se divierten y son felices junto a los suyos, sin temores, sobresaltos ni nada que los entristezca, mientras mis otros nietos, no desayunan ni almuerzan, ni meriendan, ni cenan, salvo un mendrugo de pan y una sopa sin lustre ni añadidos o se desesperan en colas infinitas, con ojos ávidos y movimientos rápidos para recoger de los repartos de ayudas, un poco de “algo” que aún no sé describir, mientras sus asesinos los dejan huérfanos, y continúan lanzando sus armas mortíferas que los mutilan o en el peor de los casos causan su muerte.

Esto no es injusticia ni venganza, es un “Genocidio” planificado y realizado con malvada precisión

Esto no es injusticia ni venganza, es un “Genocidio” planificado y realizado con malvada precisión. En estos momentos pienso que, si estuviese allí cometería un “Lococidio”, porque matar a un canalla de esa calaña, nunca se llamaría magnicidio. Cada lágrima de uno de mis nietos Amira, Jamal o Karim vale más que diez Netanyahu. Imagino lo saben esos locos, están creando en cada niño o niña Palestina un terrorista en potencia. Qué triste, que niños que tienen la obligación de forjarse un futuro alentador y seguro, disfrutar de una vida normal, comiencen a pensar en empuñar un arma y matar a todo israelí que se les ponga delante. Si la Historia va a servir para esto, me importa un bledo la Historia.

Balbino Montes Rodríguez es ejecutivo comercial jubilado.