Habladurías 11+1 con Natalia Rodríguez, psicóloga y orientadora educativa, hablando de suicidio y educación: "Los adolescentes necesitan adultos presentes, que les escuchen con la cremallera cerrada y que les acompañen"
Me estoy encontrando, sobre todo por parte de los docentes, es que tienen mucha necesidad de hablarlo y de compartirlo. Lo que pasa es que no encuentran personas a lo mejor con las que compartir porque están igual de perdidos que ellos y ellas o más
A mi primera pregunta de ¿qué realidad ves en los colegios, cuál es la realidad del mundo educativo y las conductas suicidas? Natalia responde: Yo lo que me estoy encontrando, sobre todo por parte de los docentes, es que tienen mucha necesidad de hablarlo y de compartirlo. Lo que pasa es que no encuentran personas a lo mejor con las que compartir porque están igual de perdidos que ellos y ellas o más.
Yo que estoy formada en prevención del suicidio y que intento pues llevar mi voz y mi formación donde están ellos, la verdad es que noto el peso, pero no sólo preocupados sino que intentan ocuparse de ello y lo que percibo es mucha carga burocrática, porque actualmente, por ejemplo, en la comunidad de Madrid, está el protocolo, una nueva normativa, este mes de noviembre en el protocolo, han diferenciado la conducta suicida y las autolesiones, entonces lo que percibo muchas veces en los centros educativos es mucha carga burocrática, el rellenar y rellenar, pero luego no tienen las herramientas para poder atenderles, ni tampoco el tiempo.
Con respecto al alumnado, pues sí que percibo, a veces, dolor emocional, el dolor de no encontrarse ellos mismos, de no saber qué van a hacer en su futuro, porque muchos se enfrentan al ámbito escolar en primer y segundo bachillerato, a la selectividad y luego saltan las preguntas de a donde voy a acabar, qué voy a hacer, qué voy a estudiar, y eso les preocupa mucho. Y con respecto a las familias, a veces desestructuradas, hay muchos conflictos que no saben solucionar y abordar. Y ponemos en los alumnos muchas cosas que los adultos tampoco las resolvemos de la mejor manera, entonces es bastante complicado.
Y añade: A veces soy como de recursos humanos más que orientadora y entonces intento lidiar pues eso con familias, con alumnado y profesorado. Y de ese diagnóstico que haces, por una parte, profesorado que no sabe muy bien qué hacer, con sensaciones de que ven que necesitan herramientas para poder trabajar mejor con el alumnado, pero no sé si lo que encuentran o lo que hacen o lo que pueden hacer resuelve algo de las necesidades que encuentran.
Muchas veces encuentro un profesorado muy implicado y es verdad que lo que observo es que ellos intentan sobre todo escuchar al alumnado, poner mecanismos en marcha, pero a veces se sienten sin herramientas
Sigue diciendo: Muchas veces encuentro un profesorado muy implicado y es verdad que lo que observo es que ellos intentan sobre todo escuchar al alumnado, poner mecanismos en marcha, pero a veces se sienten sin herramientas. También, aquí en Madrid contamos con el equipo socioemocional que cuando detectan alguna situación de mucho riesgo, acude a los centros y se ponen en marcha algunos mecanismos. Pero llegamos hasta donde llegamos y así el centro educativo donde los alumnos pueden estar acompañados, pueden estar más mirados, nos falta esa parte a veces externa, más sanitaria, donde las listas de espera son las que son y a veces la coordinación con salud mental es bastante difícil.
Apunta Natalia: Me encuentro en un espacio educativo que contiene ese malestar y muchos de los docentes se llevan mucho de ese malestar a casa donde sienten que, si pasa algo a alguien, en el transcurso del centro educativo a su casa o hasta que le den cita en salud mental ocurre algo, dicen “yo es que me muero”.
Habla de los bomberos y dice: ellos normalmente tienen unas herramientas que les ayuda a acercarse al fuego, sin embargo, muchas veces los docentes vamos ahí como a pecho descubierto a situaciones que muchas veces se llevan a casa y que les pesa y de alguna forma reciben presiones o demandas de padres y madres
Habla de los bomberos y dice: ellos normalmente tienen unas herramientas que les ayuda a acercarse al fuego, sin embargo, muchas veces los docentes vamos ahí como a pecho descubierto a situaciones que muchas veces se llevan a casa y que les pesa y de alguna forma reciben presiones o demandas de padres y madres.
Los docentes, dice Natalia, detectan mucho, porque pasan muchas horas en los centros educativos, muchas veces desde las ocho de la mañana hasta las tres de la tarde, entonces suelen ser los docentes los que suelen dar la voz de alerta y ven si está pasando algo. A veces nos hemos encontrado con familias que rechazan abrir el protocolo por el estigma de que no se sepan el centro educativo, entonces no sabemos muy bien cómo gestionarlo, porque por una parte sí que tenemos que decir que hay una situación de malestar y que puede estar ese alumno en riesgo, pero a veces las familias desconocen la realidad, ya sea por miedo, por lo que he comentado del estigma, por multitud de factores que nos impiden muchas veces poder intervenir con ellas. Entonces existe una presión para que no digamos nada o que miremos hacia otro lado y no nos ocupemos como nos gustaría de su hijo o hija.
Seguimos hablando y aparece la necesidad de abrir espacios, de poder expresar las emociones y sentimientos, de poder encontrar espacios que permitan hablar de otros temas aparte de los académicos.
Se valora que es más importante el hablar de temas que como el suicidio o su malestar emocional, en vez de dar tres horas de naturales o de matemáticas, pero realmente no las tienen
Y Natalia cuenta su realidad en el centro: Nosotros lo que tenemos en los institutos un mínimo de una hora a la semana con el tutor, a veces se valora que es más importante el hablar de temas que como el suicidio o su malestar emocional, en vez de dar tres horas de naturales o de matemáticas, pero realmente no las tienen. Más espacios pueden ser por las tardes, pero el espacio más informal es el que realmente te da mucha información, que suele ser los recreos, o cuando cambian de clase y clase, o los pasillos, pero no hay tiempo real y lo ideal es que podamos dedicar realmente a situaciones como estas.
Dice: En mi caso, como orientadora, es verdad que el curso pasado, por ejemplo, tenía mi cargo casi 800 alumnos, pero daba 10 horas de clase. Estaba muy bien porque yo utilizaba esas horas un poco a lo que consideraba importante, y ahí utilizaba documentales de prevención del suicidio, y la verdad que tuve la oportunidad de hablar y trabajarlo en algunos grupos, pero a veces tenía cola. De hecho, este curso que estoy con Infantil y Primaria, salgo de mi despacho y miro hacia un lado y hacia otro, esperando que alguno alumno o alumno se acerque a mí. Porque de verdad, tenía lista de los recreos para hablar con ellos “nos cogíamos del brazo y recorriendo todo el recreo, manteníamos conversaciones que luego daban lugar a profundizar más”.
Y sigo preguntando: La realidad es que el hecho de que un joven, un adolescente, un joven... se suicide, rompe todo el ámbito familiar naturalmente, pero también escolar. Cuando hay una situación de este tipo es una ruptura, es una situación muy dura, ¿Qué es lo que crees que se debería hacer?, ¿Por qué los motivos de problemática de salud mental se han incrementado?
Y sigo preguntando: La realidad es que el hecho de que un joven, un adolescente, un joven... se suicide, rompe todo el ámbito familiar naturalmente, pero también escolar. Cuando hay una situación de este tipo es una ruptura, es una situación muy dura, ¿Qué es lo que crees que se debería hacer?, ¿Por qué los motivos de problemática de salud mental se han incrementado?
Nos contesta: Yo creo que el problema estaba ahí, creo que los problemas de salud mental estaban como tapados, incluso mirábamos hacia otro lado, pero creo que siempre han estado ahí y a raíz de la pandemia yo visualizo jóvenes que lo verbalizan cada vez más, por ejemplo, el tema de ir al psicólogo pues antes prácticamente no se decía y ahora se habla muchísimo más de ello. Ahora mismo en la mayoría de las comunidades tienen protocolos, hay protocolo de acoso y se habla bastante del suicidio, no solo en la parte de intervención, sino también la parte formativa e informativa.
Y sigue: Hoy comentaba con una compañera en una formación a orientadoras y al decir que es la primera causa de muerte natural entre adolescentes, no daban crédito, o sea no hay información, las familias realmente no tienen información y los docentes que se lo están encontrando de cara, dicen ¿cómo lo hacemos? Entonces yo siempre digo que por supuesto tiene que haber recursos y tiempo, pero si no tenemos ni recursos ni tiempo tenemos que hacer cosas y me parece súper importante crear una comunidad educativa entre todos los agentes, los profesores, las familias, el alumnado para ayudarnos entre todos para que el centro educativo se viva como un lugar que cuando hay situaciones en las que no se encuentren bien, si en caso que no tengo una persona, una madre que ahora no es mi persona de confianza, por lo menos en el centro educativo que haya personas con las que contar y que tengan esas herramientas. Y eso no debería hacerse una vez que ya ha ocurrido ese hecho, que ponemos en marcha el protocolo.
Añade Natalia: Hay muchas cosas que se llevan haciendo desde los centros educativos y no se dan cuenta, pero yo creo que es importante que igual que hacemos algo cuando hay un incendio y nos ponemos una vez al año, a ver cómo si nos pasara, yo creo que tenemos que vivir la situación de si un alumno tuviera un intento de suicidio cómo vamos a actuar, hacer rol playing porque hay una tendencia siempre a resolver, a dar la respuesta, por si realmente me pasara, porque a veces se mira hacia otro lado y se dice, que uno no imagina la situación. Igual que hacemos simulacros de incendio, hay que hacer este tipo de simulacros y ver qué herramientas tenemos, qué falla y cómo podemos solucionarlo o cómo podemos evaluar estas situaciones.
Hay que ponerlo encima de la mesa, hablarlo, no tener miedo, hablarlo de una manera adecuada. Porque cuando dicen que hablar del suicidio, genera el efecto contagio. Eso es uno de los grandes mitos que se tienen en los centros educativos
Además Natalia apunta: Pero hay que ponerlo encima de la mesa, hablarlo, no tener miedo, hablarlo de una manera adecuada. Porque cuando dicen que hablar del suicidio, genera el efecto contagio. Eso es uno de los grandes mitos que se tienen en los centros educativos. Y yo digo que la persona que lo está pensando no le vas a dar ideas, igual que si tú hablas de terrorismo, digo, no le vas a dar ideas al alumno para ser terrorista.
Y yo, por la experiencia que tengo, cuando tú encaras estas situaciones con el alumnado, a nivel corporal sienten alivio, o sea, necesitan tener adultos que sepan que esto es normal, que es sufrimiento, porque muchos piensan que están locos, muchos piensan que son las únicas personas que lo están pensando y no hay otras personas como ellos o sus iguales.
Con los iguales hay que hacer formación de mediadores, guardianes, gatekeepers y capacitar a sus iguales también, a personas o compañeros que puedan ser vulnerables y a dar la voz de alarma.
El año pasado me encontraba con alumnos que llegaban y decían, profe, que tal alumno tiene conductas raras, yo creo que le pasa algo, pues hablar con él o con ella, y eso para mí es maravilloso. Primero, que ellos sean conscientes de estas situaciones, que sepan a quién acudir y que los demás no lo vivan como que se han chivado, sino que estamos aquí para ayudarte y estamos todos en el mismo barco y aunque tú sientas ese dolor que es normal que tengas, te vamos a acompañar y te vamos a ayudar.
Los casos de personas que tienen ideas suicidas van ligados a situaciones que les pasan en la vida, de ciberacoso por ejemplo o cuestiones que pasan en su casa de malos tratos, de violencia en la familia, violencia del padre con la madre, violencia de género, historias que llegan a través de un compañero o por poderla captar por situaciones que pasan en el entorno cercano
Con todo ello, Natalia añade: Los casos de personas que tienen ideas suicidas van ligados a situaciones que les pasan en la vida, de ciberacoso por ejemplo o cuestiones que pasan en su casa de malos tratos, de violencia en la familia, violencia del padre con la madre, violencia de género, historias que llegan a través de un compañero o por poderla captar por situaciones que pasan en el entorno cercano. En mi experiencia como orientadora y como profesora, creo que los tutores pasan tantísimas horas en los centros educativos que al final hablas con los alumnos, hablas con las familias y entiendes muchas cosas. Lo importante es que sepan que el centro escolar es un lugar seguro. A lo mejor de repente notamos cambios exagerados en un alumno que hacía actividades y de repente no las hace o hablaba mucho y ahora permanece aislado, son indicadores que nos hacen sospechar que algo pasa en casa y entonces ahí empezamos entre orientadores, tutores, profes y también servicios sociales a indagar. Es verdad que el suicidio es multicausal y no sabemos qué tecla va a ser la que puede llegar a precipitar al alumno. Y entonces las familias siguen insistiendo y tienen que saber que ya no solo es el alumno y su aprendizaje, que ponemos mucho énfasis en lo académico, sino que un alumno que emocionalmente no está bien no va a tener cualquier circunstancia, que una persona se cambie de casa, puede ser para ese alumno un factor también que le influya en ese malestar.
De ahí, la coordinación y la colaboración es importante tenerlo con las familias y pasan tantas horas con los docentes que perciben el estado emocional de sus alumnos, que para mí tienen el cielo ganado, porque son capaces de ver cosas para que entre todos poder colaborar y ver realmente qué le está pasando al alumno más allá de que haya suspendido o aprobado, sino ver al alumno de manera global.
¿Cómo se podría aunar para que esos actores o actrices de esta historia (docentes, alumnado y familias) trabajaran más juntos para hacer una mayor prevención?, ¿cómo crees que se podría aunar más el trabajo de todos?
Entiendo que los adolescentes tienen que tener su autonomía y su diferenciación con respecto a la familia, pero debemos de transmitirles que, aunque en la lejanía, tienen que estar presentes. No entiendo que dicen que pasa mucho tiempo solo en la habitación, que está en la habitación a puerta cerrada
Natalia contesta: Entiendo que los adolescentes tienen que tener su autonomía y su diferenciación con respecto a la familia, pero debemos de transmitirles que, aunque en la lejanía, tienen que estar presentes. No entiendo que dicen que pasa mucho tiempo solo en la habitación, que está en la habitación a puerta cerrada.
Hay unas metodologías que hacen que las familias puedan participar en los centros, es decir, vamos a traer a las familias y que compartan el mismo espacio que lo hacen los docentes, los hijos y las familias, porque ahí se generan mucha complicidad, mucho vínculo y eso es importantísimo en el momento que haya situaciones de riesgo, situaciones de malestar.
Me parece importantísimo el poder dialogar, porque además nosotros somos sus modelos, somos sus referentes, aunque parezca que no nos miran realmente si nos está mirando. Entonces, cómo resolvamos nosotros los conflictos, ellos también lo van a hacer. Y si ven que el centro educativo, las familias lo viven con un lugar seguro, para ellos también va a ser seguro e importante. Yo creo que traería más a las familias, como se hace mucho en infantil y primaria, donde se participa mucho, se hacen actividades, se hacen salidas, en secundaria volver a recogerlo. Tiene que ser mucho más dinámico esta situación.
Le pregunto a Natalia ¿Cómo se está percibiendo el papel de las consejerías, el papel de las diferentes comunidades autónomas, por lo que tú conoces en Madrid?, ¿Cómo es percibido ese tema? ¿Es algo que preocupa o es algo que ya se resolverá en cada centro en función de las situaciones que se vean?
Tengo la percepción de que cada vez se delegan más en los centros educativos situaciones sociales, porque la salud mental, el acoso escolar... Hay que hacer una reflexión mayor con el acoso escolar o con el tema del móvil, que ahora ya lo quieren prohibir a los 16 años
Yo tengo la percepción de que cada vez se delegan más en los centros educativos situaciones sociales, porque la salud mental, el acoso escolar... Hay que hacer una reflexión mayor con el acoso escolar o con el tema del móvil, que ahora ya lo quieren prohibir a los 16 años.
Con respecto a la Consejería de Educación, yo percibo mucha burocracia, muchos papeles, cada vez estamos llenos y llenos de papeles donde debemos justificar absolutamente todas las reuniones, actas, si nos hemos juntado con unos, con otros, pero la ayuda a los centros educativos, yo no la percibo cada vez menor. Yo lo visualizo con mi mano en el centro educativo y me falta otra mano, que me una a esa familia, a servicios sociales, etcétera.
Yo me los traería a todos, a pediatras, a psiquiatras, en un espacio común, donde pudiéramos trabajar más en la parte de prevención, más que la parte de intervención, desde más chiquititos. Ahora que estoy en la parte infantil y primaria, digo que si se trabajara desde chiquititos, creo que nos podíamos ahorrar muchas situaciones que luego se generan en la adolescencia. Entonces, estamos un poco solos, la verdad.
Y ya casi para terminar le pregunto a Natalia: ¿Qué crees que deberíamos hacer para ayudarles a que, en sus situaciones, a veces complicada, edad, cambios, notas, que también afectan a amigos, novios y novias, situaciones relacionales tan complicadas, intentar avanzar?
Percibo que necesitan adultos presentes, que les escuchen. Porque la frase está de, voy como pollo sin cabeza y es así, ¿no? Yo he percibido como orientadora que me han dicho, anda si de repente tengo alguien con quien compartir esta situación. Y ya no solo que les escuchen, sino más allá de las escuches, que tienes una escucha activa, porque tenemos una tendencia a los adultos a escuchar. Yo me encuentro que necesitan adultos presentes
Me parece simple y, a la vez, complicada. Yo percibo que necesitan adultos presentes, que les escuchen. Porque la frase está de, voy como pollo sin cabeza y es así, ¿no? Yo he percibido como orientadora que me han dicho, anda si de repente tengo alguien con quien compartir esta situación. Y ya no solo que les escuchen, sino más allá de las escuches, que tienes una escucha activa, porque tenemos una tendencia a los adultos a escuchar. Yo me encuentro que necesitan adultos presentes.
Muchas veces estamos en el trabajo, tenemos poco tiempo, que tenemos el tema del móvil, que hay que hacerse lo mirar con los adultos. Porque en ese compartir, muchas veces que no sé qué decirle, no sé cómo actuar, pues, intenta estar presente y que ellos te vayan contando. Les digo, que sobre todo en los espacios, como recreos, cuando algún docente falta, lo que les gusta mucho es que les cuentes tu vida, no solo por cotilleo, sino porque ellos, además, te cuentan. Entonces estar ahí también alerta. Pero yo me quedaría en los centros educativos y también en las familias, en adultos presentes, donde validen las emociones. Porque estamos en una sociedad donde el malestar, quita, quita.
Y añade: Las redes sociales nos muestran que todos son maravillosos, con cuerpos perfectos, que tenemos que saber tres idiomas, que tenemos que tener un máster, que tenemos, tenemos, pero hay ansiedad, hay depresión, hay muchas cosas que a veces es difícil de manejar y ellos en un mundo tan cambiante y tan perfecto, entiendo que tengan ese malestar y entonces necesitan pues eso a otros que estemos presentes, que les escuchen con la cremallera y acompañarles.
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