Granada se queda sin aves esteparias
“Estamos asistiendo a una muerte silenciosa de nuestras estepas y campos. Cada vez se escuchan menos cantos de pájaros antaño comunes, y es que han desaparecido los insectos de los que muchos de ellos se alimentan. Nos sorprende encontrar lo que antes era habitual, como un campo de amapolas. Hemos de ser capaces de apreciar todo esto antes de que haya desaparecido por completo”.
Así empieza un manifiesto de la Plafatorma por la Conservación de las Aves Esteparias y sus Hábitats en Andalucía, entidad que lleva tiempo advirtiendo de la extinción de avutardas, cernícalos, sisones o alondras ricotí de nuestras estepas. "El constatado declive de las aves esteparias no es sino un síntoma más de la degradacíón de nuestros campos", afirma.
La provincia de Granada se está quedando sin aves esteparias, como lo confirman los sucesivos estudios de seguimiento de los técnicos de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. El último, correspondiente a 2021, alerta sobre el crítico estado del sisón común y la alondra ricotí.
Desaparecida al completo
La alondra ricotí ha desaparecido prácticamente de la provincia. En la década de los 90 del siglo pasado había una treintena de machos distribuidos por las lomas de Padul y Hoya y Sierra de Baza. Hoy día se puede decir que se ha extinguido. Así lo muestra el informe de la Junta de 2021: "No se ha detectado ningún macho cantando en la población del Padul ni en los recorridos a pie ni en las grabadoras. Por tanto, se trata del peor dato obtenido desde que se localizó la poblacion a mediados de los años noventa. Más teniendo en cuenta que este es el segundo año consecutivo en el que no se localiza ningun macho cantando en la población. Por lo que la situacion de la especie en esta población es crítica", explica.
Los dos últimos machos detectados en el Cerro del Aulagar fue en 2019, "lo que pone en jaque la viabilidad a muy corto plazo de la especie en esta provincia", señala.
En 2021 se han detectado "al menos 5 machos en la Sierra de Baza", continúa, pero "este dato podría ser puntual", tras analizar sus cantos por expertos y comprobar que "podrían corresponder a ejemplares desplazados de zonas norteñas por condiciones meteorológicas severas (borrasca Filomena)".
Por su parte, en la Hoya de Baza, "en los muestreos realizados y haciendo especial hincapié en la zona donde en 2020 se fotografió un ejemplar, no se ha detectado ningún macho cantando", añade el informe, que concluye: "La situación de la especie en Granada y Andalucía es crítica como consecuencia de un elevado aislamiento de poblaciones y la constante alteración de la estepa leñosa".
Sisón común en un campo granadino. fco. contreras parody
La situación del sisón común, sin ser tan crítica como la de la alondra ricotí, es muy preocupante. Su población en la provincia de Granada para 2021 se estima en 272 machos. Pero se ha producido "un descenso alarmante" del 57% desde 2016, una caída que "está siendo exponencial desde 2010", dice el informe de la Junta. De los 639 ejemplares estimados en 2016 se ha pasado a 272 en 2021.
Durante la época reproductora de 2021 los técnicos han hecho "el mayor esfuerzo de censo hasta ahora para la especie en la provincia". Han muestreado 46 cuadrículas de terreno, de las que 24 han dado resultado positivo, poco más de la mitad, y no se han localizado ejemplares en 11 de las cuadrículas en las que sí había presencia de sisones en años anteriores. Pero han aparecido en 8 cuadrículas donde antes no existían, lo que "pone de relieve la huida de la especia hacia hábitats subóptimos", indica el estudio.
Los sisones se distribuyen por las zonas del Temple, Hoya de Guadix, Cañada-Los Llanos, Hoya de Baza y Montes Orientales, y escasos ejemplares por el Marquesado.
Pero el ave abandona sus zonas tradicionales "como consecuencia de trasformaciones drásticas del hábitat que se vienen produciendo en la provincia en la última década. De esta manera, el incremento exacerbado del cultivo de almendro y horticolas en la zona norte podría estar desplazando y concentrando a los ejemplares en zonas donde esta actividad no se está intensificando tanto (Llanos del Temple)", explica el informe. "Cada vez hay menos ejemplares y más concentrados en las pocas zonas con hábitat optimo", añade.
El informe continúa analizando las causas del declive del sisón: "La intensificación agrícola, el uso desmedido de agroquímicos y la pérdida de puntos de agua próximos a los enclaves de reproducción también suponen graves amenazas para la presencia y productividad de la especie", que huye de su hábitat tradicional, al transformarse, y busca otras zonas donde "la calidad del hábitat quizas no sea la ideal pero las molestias son menores. Esto puede suponer una grave amenaza para la especie si estas áreas cambian o se alteran de manera drástica".
Muy sensibles a los cambios
"El sisón común, al igual que la ganga ortega, ganga ibérica y otras especies de aves esteparias como la avutarda, son muy sensibles a los cambios en el ecosistema", sobre todo si "disminuye la disponibilidad de los recursos imprescindibles como el alimento o el agua. Además se está produciendo una disminución drástica de la abundancia de insectos en las campiñas agrícolas por la agricultura intensiva que probablemente tenga incidencia en la supervivencia de las aves esteparias dependientes de los mismos, como es el caso de los sisones durante la crianza de los pollos, donde los invertebrados adquieren gran importancia", explica.
"El 61% de los ejemplares censados se encuentran dentro de las Zonas del Ámbito de Aplicación del Plan de Recuperación de Aves Esteparias (ZAPRAE). Esta figura de gestión se alza imprescindible para garantizar la viabilidad de la especie y de los hábitats donde se desarrolla, y ponen de relieve unos territorios escasamente valorados en lo que a servicios ecosistémicos se refiere, donde determinados agrosistemas, usos tradicionales y especies se encuentran amenazados en la actualidad", termina el apartado del informe dedicado al sisón.
A la alarmante situación del sisón y la alondra ricotí se unen la de otras especies de aves esteparias, como la avutarda, desaparecida totalmente de la provincia de Granada desde hace ya varios años, como así lo constatan los últimos informes andaluces de seguimiento de aves terrestres. O la de la ganga ortega, cuya población ha pasado de casi 400 ejemplares en 2017 a menos de 350 en 2019, último año con datos de seguimiento.