Granada pasa el lunes a la fase 2
La provincia de Granada avanza en la desescalada y a partir del próximo lunes pasará a fase 2. Así lo han anunciado esta tarde en rueda de prensa el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.
Según han explicado, los técnicos han avalado la propuesta presentada por la Junta para que Granada y Málaga progresen a fase 2. De esta forma, el conjunto de Andalucía estará, al menos durante la próxima semana, en el mismo punto de la desescalada, que se retrasó en estas dos provincias por la alta incidencia del Covid-19 que aún presentaba y por no poder garantizar el control de la movilidad entre los distritos sanitarios más afectados y los que no presentaban tanto impacto.
"Los datos llegan más rápido y más a tiempo para poder identificar los pequeños brotes", ha resaltado Simón, lo que permite acciones "muy locales" para frenar cualquier expansión y avanzar.
En el caso de Granada y Málaga, ha subrayado que las dos provincias han tenido una buena evolución.
Tanto el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias como el ministro de Sanidad han apelado a la responsabilidad individual para evitar riesgos importantes. Pasar de fase, han destacado, no quiere decir que nos olvidemos de las medidas de prevención. Una parte corresponde a las instituciones, pero otra es responsabilidad individual.
La Consejería de Salud y Familias de la Junta había solicitado al Ministerio de Sanidad esta semana el pase "inmediato" de Málaga y Granada a dicha fase 2, después de criticar la decisión del pasado viernes del Gobierno de mantener a dichas provincias en la fase 1 mientras que autorizaba la promoción al siguiente nivel de las otras seis provincias andaluzas desde el lunes 25 de mayo.
Con la fase 2 se da un importante paso en el alivio de las restricciones que el estado de alarma estableció para frenar los contagios. Así, los establecimientos de hostelería ya podrán abrir el interior de los locales, aunque manteniendo limitaciones de aforo y la distancia de seguridad.
Otra de las grandes medidas esperadas es la apertura de las playas y piscinas, que deben ir autorizando los ayuntamientos.
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