COLOCADA EN EL PASEO DEL SALÓN, EN 2007

La fuente de Eugenia de Montijo que acabó en su Granada natal

Ciudadanía - Gabriel Pozo Felguera - Domingo, 16 de Septiembre de 2018
La curiosa historia de la fuente ornamental más joven de Granada que, sin embargo, forma parte del paisaje urbano, como si llevara siglos. La Fuente de las Granada, en el Paseo del Salón, sigue el modelo de la que fue encargada para honrar a la emperatriz Victoria Eugenia y ser instalada en París. Un excepcional reportaje de Gabriel Pozo Felguera, que te va a sorprender.
Fuente de las Granadas a comienzos del verano.
Indegranada
Fuente de las Granadas a comienzos del verano.
  • La Fuente de las Granadas, con sólo 11 años de vida, se ha integrado en el paisaje urbano y convertido en uno de los monumentos más fotografiados

  • Es obra de Ramiro Megías, pero sigue la estructura de un catálogo parisino (1860) dedicado a la emperatriz de los franceses, originaria de Granada

¡Quién le iba a decir a la emperatriz Eugenia de Montijo que la fuente diseñada para ella en París iba a acabar instalada en su Granada natal! La Fuente de las Granadas es en realidad el modelo Emperatriz (1860), pero granadinizado por el escultor local Ramiro Megías y fundida en Albolote. Esta fuente ocupa el lugar que dejó vacío el monumento a Isabel la Católica y Colón (1892-1960). Es la única fuente monumental de bronce que tiene Granada. Con tan sólo once años de existencia, la Fuente de las Granadas ya se ha convertido en uno de los monumentos más fotografiados de la ciudad. Tanto, que se la comienza a llamar la Fuente de los Novios.

Granada no contaba en 2006 con ninguna fuente ornamental de bronce. Fueron años en que sí empezaron a proliferar esculturas callejeras en bronce, algunas del gusto de los ciudadanos y otras unas verdaderas burradas

En el año 2006 cumplía su 25º aniversario la Empresa Municipal de Aguas de Granada (EMASAGRA). A su consejero delegado por entonces –Sebastián Pérez Ortiz- se le ocurrió que debían dejar algún buen recuerdo para la ciudad con aquel motivo. Y qué mejor que una fuente monumental con exuberancia de agua. Dónde mejor lugar que la confluencia del Paseo del Salón con la Carrera de la Virgen. La zona estaba desnuda tras haber sido desmontada la fuente efímera de obra ideada por Manuel Pezzi Cereto (y vuelta a montar en la rotonda de Bola de Oro, donde permanece).

Granada no contaba en 2006 con ninguna fuente ornamental de bronce. Fueron años en que sí empezaron a proliferar esculturas callejeras en bronce, algunas del gusto de los ciudadanos y otras unas verdaderas burradas. Alguien dijo que podrían buscar algo parecido a la fuente de las Tres Gracias de Málaga. De todas formas, la empresa de aguas pidió asesoría a tres empresas consultoras dedicadas al asunto. Una de ellas, la granadina Comuniqar consultó con el profesor, ingeniero y vecino de la zona Miguel Giménez Yanguas. Éste rebuscó en el imponente archivo de su abuelo Francisco Giménez Arévalo (quien trazó la Gran Vía y levantó más de 130 edificios en el tránsito de los siglos XIX y XX). Y, ¡eureka!, allí había un catálogo de fuentes, esculturas y piezas de hierro colado/bronce.



Fuente del catálogo original, de 1860, de la casa francesa Val d’Osne, dedicado a Eugenia de Montijo.


Otros modelos más modestos y baratos que se barajaron del catálogo de 1860, que fueron desechados finalmente. Se quería algo más monumental.

Era de la fundición francesa Fondieres d’art Val d’Osne. Esta casa de escultura y fundidores estaba muy de moda en Francia, Europa y América; los mejores escultores del momento trabajaban para ellos. El motivo de su fama no era otro que haber recibido el encargo del emperador Napoleón III para adornar París con sus trabajos, y más concretamente el inmenso Bosque de Bolonia que se estaba conformando como el gran pulmón verde de la capital francesa. Val d’Osne elaboró un catálogo de fuentes en homenaje a la bellísima Emperatriz, la granadina Eugenia de Montijo. Durante los diecisiete años que la granadina Eugenia fue Emperatriz de los franceses, su gusto artístico dejó impronta en el París romántico-modernista. Buena parte de las decisiones relativas a las artes fueron suyas, no de Napoleón III.

Proceso de diseño y fundición

Las tres empresas consultadas presentaron otros tantos proyectos. Dos eran de diseño actual, mientras que el presentado por la empresa Comuniqar era exactamente el modelo del catálogo de Val d’Osne correspondiente a la edición de 1860. Ese modelo de fuente de mediados del siglo XIX está colocado en varias ciudades del mundo, si bien readaptado a cada caso concreto. Los diseñadores granadinos de Comuniqar tomaron la misma estructura de cuatro tazas, así como las proporciones, y propusieron cambiar los cisnes del segundo tronco por un conjunto de granadas. De esta forma lo aprobó EMASAGRA y fue el modelo elegido por el alcalde José Torres Hurtado y su equipo.

Triunfó este modelo de fuente Emperatriz 1860 porque también triunfó la lucha de los vecinos del Paseo del Salón. En aquellos momentos el Ayuntamiento y los vecinos mantenían un pulso sobre el rediseño de la zona

Triunfó este modelo de fuente Emperatriz 1860 porque también triunfó la lucha de los vecinos del Paseo del Salón. En aquellos momentos el Ayuntamiento y los vecinos mantenían un pulso sobre el rediseño de la zona. La Gerencia de Urbanismo había previsto eliminar el bulevar tipo francés que se mantiene desde 1810, desplazar el tráfico a la parte más cercana al río, además de otras modificaciones calado. Aquel proyecto de modernización se encontró con la rotunda oposición de muchos granadinos; los ciudadanos ganaron el pulso a los arquitectos municipales. De ahí que el modelo de fuente decimonónica fuese la que mejor encajaba en los jardines franceses. La nueva fuente estilo romántico vendría a dar continuidad al monumento de Benlliure trasladado a la Gran Vía en 1960 (Y con el breve paréntesis de la inapropiada fuente de obra de Pezzi  para ese punto).



Modelo rediseñado por la consultora Comuniqar, subrayado en amarillo los cambios a hacer (ya se aprecian las granadas sustituyendo a los cisnes).

EMASAGRA y el Ayuntamiento estaban de acuerdo en que se trataría de una fuente de bronce a lo grande. ¡Quién mejor para rediseñarla con las granadas sobre la segunda taza que la fundición más famosa de Italia!: Fundición Marinelli, situada a unos centenares de metros del Ponte Vecchio, en Florencia. Esta firma tiene verdaderas obras de arte de bronce repartidas por todo el mundo, con una pátina inconfundible. Marinelli rediseño una fuente con granadas tomando como base el catálogo Emperatriz Eugenia. En Granada gustó sobremanera, pero… El problema surgió a la hora del presupuesto. Una fuente de tan enorme tamaño y peso costaba hacerla un millón de euros bastante largo. EMASAGRA disponía de 800.000 euros como tope (sumando la fundición e instalación de todo el conjunto). Además, habría que tener en cuenta la obra de la primera taza, la estructura del árbol de hormigón, las canalizaciones y la iluminación.

Artista y fundición competentes en Granada

Por qué pagar tanto a artistas y fundidores florentinos cuando en Granada había profesionales y fundiciones capaces de hacerlo igual. O incluso mejor. Pero, sobre todo, más barato. Se consultó a escultores locales; el artista elegido fue Ramiro Megías, con amplia experiencia y ya con otras obras colocadas por la ciudad (el caballo del Ayuntamiento como más señero). Ramiro es escultor y profesor en la Facultad de Bellas Artes.

Las piezas fueron troceadas en planchas más pequeñas para poder fundirlas por partes en distintas coladas. Posteriormente fueron ensambladas con autógena, forrando la estructura de hormigón armado y acero que sostiene el conjunto

Con el encargo en su poder, Megías procedió a dar una segunda vuelta de tuerca al modelo francés y no sólo mantuvo las granadas sobre la segunda taza, sino que también procedió a un cambio radical del tronco principal y la venus de la tercera taza. Modeló en barro las figuras humanas, para hacer después los moldes de silicona y cera. Un duro trabajo que hizo en la soledad de su estudio y subido a un andamio.

Las piezas fueron troceadas en planchas más pequeñas para poder fundirlas por partes en distintas coladas. Posteriormente fueron ensambladas con autógena, forrando la estructura de hormigón armado y acero que sostiene el conjunto. El motivo del primer tronco representa cuatro accidentes geográficos de Granada: una mujer lleva la flor de las nieves en el pelo y representa a Sierra Nevada; otra mujer con una espiga de trigo representa a la Vega del Genil; el río Darro está representado por un hombre que tiene un plato de lavar oro a sus pies; y el río Genil es la cuarta figura. Geográficamente, cada figura mira hacia el punto cardinal donde se sitúan sus representados.

Rodea el tronco de la segunda taza (5 metros de diámetro) un conjunto de granadas en forma de racimo, de un tamaño considerable, las que precisamente le dan nombre a esta Fuente. Y una figura de Venus semidesnuda corona el conjunto mirando hacia el centro de la ciudad, es la figura que representa a la urbe, con una granada en la mano. En un primer boceto, la Venus estaba completamente desnuda, pero el autor acabó vistiéndola por entender que era una falta de respeto por estar mirando a la Basílica de las Angustias.

La Fuente de las Granada fue colocada con sumo precisión en el punto central de los ejes de la Carrera de la Virgen y del Paseo del Salón. La altura total es de 11 metros y el diámetro de la taza mayor, de 15 metros

La Fuente de las Granada fue colocada con suma precisión en el punto central de los ejes de la Carrera de la Virgen y del Paseo del Salón. La altura total es de 11 metros y el diámetro de la taza mayor, de 15 metros. Toda ella está rodeada de un precioso zócalo, hojas de acanto y adornada con una alfombra de flores. Los caños que la riegan suman algo más de medio centenar, impulsados por una bomba de cincuenta cv de fuerza.

Fuentes de la “quinta” de la granadina, bien fundidas en París bien  en otros lugares, pero inspiradas en el catálogo Emperatriz Eugenia, las hay repartidas por Valencia (1861, primera de España), Ginebra, Lisboa, Liverpool, Troyes, Angerts, Hyeres, Tacna (Perú), Buenos Aires, Maipú, Valparaíso, Salvador de Bahía, Boston, Québec, Tasmania, Lauceston (Australia), etc.

Integrada y de las más fotografiadas

La Fuente de las Granadas es, pese a su juventud, considerada ya un monumento más de la ciudad. Está completamente integrada en el paisaje urbano. Pocos granadinos conocen su juventud y ningún turista sospecha su reciente instalación. Podría pasar perfectamente por un monumento colocado hace un siglo.

Su eje vertical está algo torcido, no aplomado, si la miramos desde la Carrera de la Virgen; debió desviarse cuando colocaron la estructura de hormigón y 650 kilos de acero inoxidable que la sostiene

No suelen pasar muchos minutos sin que alguien se pare a fotografiarla o a hacerse un selfi delante de ella. Últimamente comienzan a llamarla Fuente de los Novios debido a que los sábados y domingos suelen presentarse ante ella las parejas de recién casados.

Todo el mundo la admira y alaba. No obstante, quienes la vemos casi a diario vamos a ponerle algunos peros. Su eje vertical está algo torcido, no aplomado, si la miramos desde la Carrera de la Virgen; debió desviarse cuando colocaron la estructura de hormigón y 650 kilos de acero inoxidable que la sostiene. La presión del agua precisa de regulación más constante para evitar desajustes, y quizás elevar un poco la fuerza del motor. La iluminación de los relieves es manifiestamente mejorable. Las granadas no parecen un racimo, sino más bien un almacén de calabazas.

Los tonos del bronce son muy diversos y cambiantes en función de la iluminación que reciban. Esto está bien, por un lado, y puede considerarse un defecto, por otro. Se aprecian calvas diversas en las pátinas. Eso quizás se deba a que la fundición fue muy compleja por haberse acometido en varias coladas. O también debido a que se utilizaran algunos metales procedentes de chatarras, con las consiguientes mezclas de níquel que suelen llevar los grifos antiguos. Pero en general, el resultado que salió de la Fundición Moline Segovia (Albolote) es impresionante. Una verdadera obra de arte en bronce.

Y eso que no estamos en París ni Florencia.



Primera fuente de bronce inspirada en el catálogo Eugenia de Montijo, en Valencia (1861).