'Es para giñarse'
![Retrete instalado en los Jardines Universitarios, al estilo de los que obligan a poner en los campos.](https://www.elindependientedegranada.es/sites/default/files/styles/large/public/ciudadania/retrete.jpg?itok=8UYiZz_h)
Un inspector de trabajo ha denunciado a mi cuñado por no tener váter en el olivar. Pillaron in fraganti a un tractor con abanico recolectándole los doscientos árboles. Qué mala suerte, para menos de dos horas de trabajo y van y lo sorprenden flagrantemente. Ha incumplido la normativa sobre los derechos laborales de los trabajadores. Vaya cagada.
¿Pero qué pasa si al tractorista eventual le da un apretón en medio del zarandeo? ¿Dónde se acula? No hay sitio adecuado en por lo menos diez kilómetros a la redonda. De ahí que el Gobierno de estas Naciones haya sacado una ley para que todos los trabajadores que vayan al campo tengan un inodoro cómodo donde sentarse
Él se apaña cada vez que va solo a despestugar o echar abono: se baja los pantalones, se agarra a una rama para no acularse encima del mandado y se limpia con una piedreceja. Aunque ya suele llevar pañuelos de papel. Eso sí, de fibra ecológica y biodegradable.
¿Pero qué pasa si al tractorista eventual le da un apretón en medio del zarandeo? ¿Dónde se acula? No hay sitio adecuado en por lo menos diez kilómetros a la redonda. De ahí que el Gobierno de estas Naciones haya sacado una ley para que todos los trabajadores que vayan al campo tengan un inodoro cómodo donde sentarse.
Se me han venido abajo las firmes convicciones que me dio mi médico de digestivo, era mejor orinar sentado y defecar en cuclillas. Lo más natural desde que el hombre es hombre. Por eso los neandertales no tenían problemas de tránsito intestinal. La postura más flexionada estrujaba mejor los intestinos. Ahora tenemos atranques por tanta comodidad. En fin, que deben tener razón los legisladores y habrá que ir acostumbrándose a ver retretes de plástico por viñedos, trigales y olivares. Menudo negocio a la vista para el que se dedique a venderlos o alquilarlos. No nos saltemos a la torera la norma porque, tras cada tronco de olivo, puede estar escondido un inspector de Superyoli. Y multazo al canto.
La escena de Azarías (Paco Rabal), yendo cada noche con su cuñado Paco (Alfredo Landa) a lomos de la mula, para aliviarse en el evacuatorio de las jaras pasará a ser recuerdo arqueológico de una España que ya no existe
Lo de cagar libre y sanamente en el campo se nos va a acabar. No tendrá sentido el dicho de “a cagar al campo”. Conozco a uno que sólo consigue aliviarse a gusto cuando va de senderismo. La escena de Azarías (Paco Rabal), yendo cada noche con su cuñado Paco (Alfredo Landa) a lomos de la mula, para aliviarse en el evacuatorio de las jaras pasará a ser recuerdo arqueológico de una España que ya no existe. Si Mario Camus hubiese rodado hoy Los santos inocentes, seguro que el Ministerio de Trabajo le hubiese obligado a colocar un mingitorio en la Raya. Por aquello de ser políticamente correcto para pillar subvención oficial.
Que sepan los del Gobierno de las Españas que no han inventado nada. En Granada capital hace ya mucho tiempo que existe la letrina móvil. La pueden ver por las calles del Albayzín acompañando a los empedradores. Incluso la estuvieron luciendo en medio de Plaza Nueva la pasada Santa Santa.
En Granada capital hace ya mucho tiempo que existe la letrina móvil. La pueden ver por las calles del Albayzín acompañando a los empedradores. Incluso la estuvieron luciendo en medio de Plaza Nueva la pasada Santa Santa
Aplaudo la idea. Sobre todo, cuando no haya bares ni descampados cerca. Los abuelos y jubilados con próstata floja tenemos un plano en la cabeza con los baños de edificios oficiales donde recurrimos en nuestros aprietos. Aunque algunos de ellos hace tiempo que ya pusieron llave o vigilante. Son áreas de descanso a suprimir de los itinerarios de paseo. Los urinarios más recurrentes de uso público son pocos y, casualidades, o están ocupados por turistas, por taxistas o fuera de servicio. Me refiero principalmente a los de Plaza Nueva, Triunfo y Bibarrambla. Encima, estás jodido si te pilla sin moneda. Te meas o te giñas en los calzoncillos.
Deberían poner muchos más como éste y así dejaríamos de toparnos con infinidad de meones saliendo de rincones que manan las descargas de sus vejigas
Por eso me parece bien que hayan instalado un urinario móvil en los Paseíllos Universitarios. Es para los albañiles y jardineros que hacen trabajos puntuales por el lugar. Deberían poner muchos más como éste y así dejaríamos de toparnos con infinidad de meones saliendo de rincones que manan las descargas de sus vejigas. Esas, al fin y al cabo, son orinas patrias y por necesidades laborales.
Pero el arriba firmante también solicita alguna solución, o más educación, para minimizar en lo posible los rincones llenos de orín y su correspondiente aroma. Los hay a decenas repartidos por callejones del Realejo y rincones del Albayzín. Los barrios de San Pedro y del Zenete se llevan la palma
Pero el arriba firmante también solicita alguna solución, o más educación, para minimizar en lo posible los rincones llenos de orín y su correspondiente aroma. Los hay a decenas repartidos por callejones del Realejo y rincones del Albayzín. Los barrios de San Pedro y del Zenete se llevan la palma. Por eso los llamamos “bajos Albayzín”. Los chorreones y las cacas en los rincones tienen pedigrí. Qué mierdascos con categoría, qué sublimes. Son sobresalientes los de las turistas rubias alemanas. Hace unos días pillé a una en el rincón de la calle Aire, con el marido haciéndole fotografías y hartándose de reír al ver el trofeo que nos regalaba. Juro que a la señora no le dio ningún rubor de que yo viera esa mole de cinco arrobas de tocino de Baviera (Supongo), encajándola a duras penas en unos vaqueros.
No son sólo los/as turistas quienes alivian sus vejigas de cerveza en el primer rincón apartado de nuestra Granada patria; los y las españolas no les vamos a la zaga. Sin ningún rubor ni vergüenza, como me espetaron unas mozas hace unos días a la puerta de mi casa: era sábado, salí a tirar la basura y al abrigo de las escalerillas frente a mi fachada había aculadas nada menos que seis muchachas. “Pero ¿qué hacéis, que pasa gente y os ve con el chumi al fresco?” ─les dije yo, más sonrojado que ellas─. La que debía ser más atrevida me retó a adivinar cuál de las amigas no lo tenía rasurado. Debí ponerme más colorado que un tomate y cerré la puerta. Me prometí solicitar al Ayuntamiento que instale uno de esos urinarios campestres en los tres rincones que hay cercanos a mi casa. Cada mañana amanecen con sorpresa, sin envolver.
Todavía no he escrito al concejal y vecino Francis Almohalla, que es otro perjudicado como yo. Pero prometo que lo haré. A ver si de una vez dejan de mearse en el portón de la cochera de otro vecino. Que ya está picada de tanto chorrete. Cada mañana da la sensación de que se han dejado un grifo abierto y corre el arroyuelo desde el callejón del Zenete hasta el sumidero de la Cuesta Alhacaba.