Los embalses de Granada no mejoran tras un febrero con menos de 3 litros/m2 de lluvia
El mes de febrero no ha servido en absoluto para mejorar la situación de los embalses granadinos, que continúan en una preocupante situación. Durante el mes pasado sólo han caído 2,7 litros por metro cuadrado, según los datos de la estación de la Agencia Estatal de Meteorología del aeropuerto, cuando la media histórica en ese punto (referida al periodo 1981-2010) es de 38 litros/m2.
Enero también registró unas precipitaciones menores de lo habitual, 23,9 l/m2, frente a 42 l/m2 de promedio. Así que los dos primeros meses del año no han hecho sino prolongar -y empeorar- la situación de sequía que atravesamos, ya en su quinto año seco consecutivo.
Los embalses de la provincia se encuentran a una media del 32,2% de su capacidad, algo menos que hace un año (33,9%) y 24 puntos por debajo del promedio de los últimos diez años, que es el 56% de la capacidad. Por ejemplo, hace cinco años, en 2018, el último año con lluvia abundante, el conjunto de los pantanos estaban por esta fecha al 80%.
Embalse | Llenado 3-3-2023 | Llenado a 3-3-2022 |
Béznar | 77,15% | 62,88% |
Canales | 75,49% | 58,53% |
Colomera | 10,32% | 14,68% |
Cubillas | 35,51% | 38,82% |
El Portillo | 59,39% | 70,88% |
Francisco Abellán | 19,54% | 26,58% |
Bermejales | 15,96% | 25,14% |
Negratín | 23,52% | 28,67% |
Quéntar | 86,22% | 48,15% |
Rules | 61,86% | 50,10% |
San Clemente | 13,07% | 13,73% |
Fuente: Junta de Andalucía
De los 11 embalses de la provincia, seis tienen ahora menos agua que hace un año. El que menos, Colomera, solo al 10% de su capacidad. San Clemente, aunque suele presentar un bajo nivel de llenado todo el año, se encuentra al 13%. En estado crítico está el de Bermejales, al menos del 16%; Francisco Abellán también tiene menos del 20% de agua disponible, y el mayor embalse de la provincia, Negratín (que puede almacenar casi tanta agua como los otros diez pantanos juntos), presenta un exiguo 23,5% de llenado.
El abastecimiento de agua de consumo a Granada y su área metropolitana no es preocupante, pues Canales y Quéntar, de donde se surten los grifos, se encuentran al 75% y 86% de capacidad, respectivamente. Pero sí es dramática la situación del regadío, que no ha parado de crecer en los últimos años y que, pese a la sequía, continúa aumentando en nuevos cultivos y proyectos de conversión de superfices de secano.
Las menores reservas desde 1995
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que gesiona 9 de los 11 embalses de la provincia (Rules y Béznar dependen de la Junta de Andalucía), alertó este viernes, durante la celebración de la primera Comisión de desembalse del año, de un déficit de precipitaciones en la cuenca del 20% con respecto a la media registrada en los últimos 25 años, y de un 60% menos de aportaciones de agua a los embalses, en relación a la misma media.
El presidente del organismo, Joaquín Páez, indicó que, "por quinto año consecutivo, las aportaciones recibidas durante el año hidrológico no han permitido recuperar el volumen que se desembalsa durante la campaña de regadío". "Para encontrar reservas inferiores a las de este año, debemos remontarnos a 1995", un año que muchas personas de Granada recordarán por la apertura de pozos junto a la Ronda Sur para extraer agua del acuiífero de la Vega para el consumo humano, ante la escasez que había en los pantanos.
Los embalses de la cuenca del Guadalquivir almacenan 2.065 hm³, un 47,7% menos que la media histórica de los últimos 25 años. "Haría falta que se almacenaran unos 1.400 hm³ y una primavera lluviosa para que se presentara una buena campaña, contexto que solo tiene un 10%-15% de probabilidades de que se cumpla", advierte Páez. No obstante, aumenta hasta el 35% las posibilidades de que se produzca una campaña similar a la del año 2021, para la que se aprobó un desembalse de 925 hm³.
Según la predicción estacional de Aemet, para esta primavera, periodo marzo-abril-mayo, se esperan unas lluvias normales, en torno al promedio histórico, en la mayor parte de la península, excepto en el suroeste, en el que hay mayor probabilidad de que las precipitaciones estén algo por encima del promedio.
La cuenca, al 25,7%
Ante estos datos, la Confederación ha compartido una primera previsión para la próxima campaña de riego 2023. En un escenario de ausencia de precipitaciones, como el que actualmente padece la cuenca, el desembalse que se maneja es de 375 hm³, y una dotación máxima de 700 m³/ha para los cultivos de mayor consumo, volumen que se reduciría proporcionalmente según la dotación concesional. No obstante, estas previsiones no son definitivas ya que, de cambiar la situación, se revisarían al alza.
En la actualidad, el volumen embalsado en los 48 embalses de regulación de la cuenca asciende a 2.065 hm³ (25,7% de la capacidad total de embalse), un 10,8% menos que hace un año.