La falta de atención en el interior de las sucursales bancarias y la consiguiente obligación de tener que usar los cajeros automáticos está haciendo que proliferen los robos y estafas a personas mayores, que tienen grandes dificultades para operar en los terminales. 

Los delincuentes se aprovechan de la situación y, mediante diversas fórmulas, les abordan para robarles. La Policía Nacional ha alertado sobre una nueva modalidad de robo dirigido, especialmente, contra personas mayores o sin conocimientos tecnológicos. Se trata de la estafa contactless (sin contacto), y ha sido detectada en todo el territorio nacional, con dos detenciones en Granada esta semana.

Obstruyen las ranuras

La forma de operar usada en esta nueva modalidad consiste en abordar a personas mayores cuando se disponen a operar en cajeros automáticos que ellos mismos han manipulado previamente al obstruir las ranuras de inserción de tarjetas.

Según explica la Policía, durante el proceso, uno de ellos se encarga de distraer a la víctima, mientras que el otro efectúa reintegros de dinero que oscilan entre los 200 y los 1.150 euros, de cuya sustracción se percatan los perjudicados con posterioridad, cuando los delincuentes ya se han marchado del lugar. Los estafadores actúan con un reparto de roles establecido entre los miembros del grupo, tratando de dificultar la labor de identificación de los agentes al ocultar sus rostros, al cambiar continuamente su prendas de vestir y al utilizar complementos como gorros, gafas de sol, mascarillas, pelucas, extensiones de pelo o fulares, entre otros.

Dos mujeres han sido detenidas en Granada por agentes de la Policía Nacional durante una operación dirigida contra este nuevo tipo de robo. Las arrestadas ofrecían su ayuda para utilizar el sistema contactless (sin contacto) a sus víctimas tras haber inutilizado las ranuras de las tarjetas. Estas dos mujeres habían estafado previamente a, al menos, siete víctimas más, con lo que suman un mínimo de nueve estafas. La investigación se inició a principios de febrero, cuando se detectó un aumento en las sustracciones en entidades bancarias.

Ocultaban sus rostros

Las detenciones se produjeron el pasado miércoles por la mañana, cuando los agentes detectaron la presencia de estas dos personas utilizando un cajero de una entidad bancaria situada en el distrito Sur de Granada. Durante un seguimiento discreto, observaron cómo una de ellas se desplazó a otro cajero que también manipuló. Los policías comprobaron la obstrucción de las ranuras de ambos cajeros y cómo las sospechosas ocultaron sus rostros con mascarillas cuando se acercaban a las distintas entidades bancarias. También modificaron e intercambiaron las prendas y complementos que vestían en los desplazamientos de una entidad bancaria a otra. Por el momento, los investigadores han identificado en Granada a siete víctimas de este nuevo tipo de estafa, mientras que las detenidas ya han sido puestas a disposición de la autoridad judicial.

La Policía Nacional aconseja no dejarse ayudar por personas que se encuentran en las inmediaciones de los cajeros y hacerlo únicamente por personal de las entidades bancarias. Además, se recomienda a las personas mayores que acudan a las entidades bancarias acompañados de familiares o personas de su confianza. Por último, también es necesario ocultar con una mano el teclado del cajero para impedir que personas ajenas puedan leer el número secreto.